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Gutterson
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Libro electrónico154 páginas2 horas

Gutterson

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Contundente ópera prima que sitúa a su autor en la primera liga de los escritores de ficción especulativa española. En una sociedad futura controlada por las inteligencias artificiales y la colonización extraterrestre, el agente Gutterson busca a una joven procedente de una de las colonias exteriores. A medida que avanza su búsqueda, la inteligencia artificial que observa sus movimientos se vuelve más y más hostil. Pronto todo empezará a desmoronarse a su alrededor.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento5 may 2022
ISBN9788726939842
Gutterson

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    Gutterson - Francisco Guerrero

    Gutterson

    Copyright © 2019, 2022 Francisco Guerrero and SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726939842

    1st ebook edition

    Format: EPUB 3.0

    No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    www.sagaegmont.com

    Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

    Novela ganadora del

    Premio UPC 2018

    Presentación

    Miquel Barceló

    En 1991 se celebraba el 20.º aniversario de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) y se quiso aprovechar esa circunstancia para dar mayor alcance a algunas actividades ya habituales. El primerPremio UPC de Novela Corta de Ciencia Ficción fue convocado a finales de abril de 1991 y tuvo muy buena acogida. Se podía concurrir a él con obras escritas tanto en castellano como en catalán. El certamen se convocaba abierto para que pudieran participar todas aquellas personas que presentaran una narración ajustada a las bases, que establecían, simplemente, la extensión (entre 75 y 110 páginas estándar de unos 2.100 caracteres) y la temática: «narraciones inéditas encuadrables en el género de la ciencia ficción».

    El premio reservaba también la posibilidad de un premio especial para las narraciones presentadas por los miembros de la UPC (estudiantes, profesores y personal de administración y servicios).

    Tras el éxito de la primera convocatoria, al año siguiente se decidió dar un paso adelante y, convocado también por el Consell Social de la UPC, con el respaldo del rector de la universidad, el doctor Gabriel Ferraté i Pascual, el Premio Internacional UPC de Ciencia Ficción adquirió en 1992 una nueva dimensión. A partir de ese año, el premio se hizo internacional, admitiendo también originales escritos en inglés y francés.

    Premio Internacional UPC de Ciencia Ficción de 2018

    En 2010, las condiciones de la crisis y la situación económica general de las universidades aconsejó, para mantener la continuidad del Premio Internacional UPC de Ciencia Ficción , un radical cambio en su organización y remuneración. Por primera vez no hubo remuneración económica para los ganadores y, desde entonces, el premio devino bienal.

    En la edición de 2018 se presentaron al concurso un total de 50 novelas, aunque, afortunadamente, el Premio siguió manteniendo su carácter internacional con más de un 35% de novelas procedentes del extranjero (18 de 50) con orígenes diversos: 5 de Colombia, 4 de Argentina, 3 de México, 2 de Estados Unidos, y una de Chile, Cuba, Francia y Perú. Se presentaron obras en casi todas las lenguas admitidas en el certamen: catalán, español e inglés, aunque la mayoría, 46, fueron en castellano. Hubo un único participante de la UPC aunque, a juicio del jurado, hubo que dejar desierta la Mención UPC.

    En 2018, por primera vez, el premio se hizo público en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges , el 6 de octubre de 2018, con la presencia del rector de la Universidad, Francesc Torres, acompañado del profesor (hoy ya jubilado) Miquel Barceló, impulsor del premio.

    El jurado estuvo formado, como ya viene siendo habitual, por Lluís Anglada, Miquel Barceló, Josep Casanovas, Jordi José y Manuel Moreno. El contenido del acta con el fallo del jurado (traducida del original en catalán) dice así:

    El jurado del Premio Internacional UPC de Ciencia Ficción 2018, reunido en la sede del Consell Social el 18 de septiembre de 2018 para deliberar sobre la entrega de los premios, ha decidido otorgar:

    Primer premio, a la obra Gutterson, de Francisco Guerrero (Barcelona, España).

    Mención especial, a la obra El estrecho borde de los campos de sal, de Carlos González Muñiz (México)

    También desea destacar el éxito de participación de esta 24.ª convocatoria internacional (50 obras recibidas) y mencionar las siguientes obras por orden de apreciación:

    Nistagmo, de Bruno Puelles Reyna, (Madrid, España).

    Jack,de Salvador Lanzas (Sant Cugat del Vallés, Barcelona, España).

    La publicación del Premio UPC 2018

    Como en la edición anterior de 2016, la novela ganadora será publicada por Apache Libros tras un acuerdo del que la universidad y su oficina de publicaciones, Iniciativa Digital Politècnica, se siente orgullosa y muy satisfecha.

    Hay varios indicios que señalan que el Premio Internacional UPC de Ciencia Ficción intenta volver por sus fueros y retornar a los años gloriosos en los que la participación de originales superaba ampliamente el centenar y, afortunadamente, había incluso una alta remuneración económica para los ganadores.

    Poco a poco se van dando pasos en este sentido. En 2016 fue la edición de la novela ganadora por Apache Libros que mantiene su continuidad, y este año ha sido la entrega del premio en el marco del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges , en el intento de dar más alcance y difusión al Premio (aunque la coincidencia con la llegada al Festival del conocido actor Nicolas Cage diluyera un poco ese objetivo).

    En el futuro, se va a intentar volver a instaurar una posible remuneración económica para el vencedor y, con toda seguridad, aprovechar el cincuentenario de la creación administrativa de la UPC para potenciar una actividad que tiene ya una apreciable tradición dentro y fuera de la universidad.

    Gutterson

    El ganador del Premio UPC en 2018, Francisco Guerrero, periodista y crítico musical barcelonés, inicia así su andadura por el mundo de las letras y muy particularmente en la publicación de obras de ciencia ficción. Gutterson es su primera novela y el jurado quiso destacar de ella su calidad narrativa, la originalidad de la ambientación y el interés de las situaciones que se desarrollan.

    Gutterson es la narración, en primera persona, de la jornada laboral de un agente de policía, ambientada en una ciudad del futuro en estado de excepción. El autor la sintetiza como «una metrópolis lastrada por la obsolescencia tecnológica, el cambio climático y el recorte de las libertades» y la historia que desarrolla es, en esencia, la de «una crisis personal y profesional que, en buena parte, tiene su origen en la aplicación fallida de diversos algoritmos en el ámbito de los recursos humanos». Se sitúa en el contexto de un futuro distópico, marcado por la colonización de otros planetas y la generalización del uso de la inteligencia artificial y donde la corrupción es, también, una gran amenaza para la pervivencia del sistema.

    Un interesantísimo debut que les invito a leer. El dinamismo de la novela y la habilidad de su autor hace que su lectura se haga en un agradable plis plas.

    Miquel Barceló

    GUTTERSON

    Cuando se enciende el indicador amarillo, apago el motor y me pongo a pedalear. Dicen que la capitana Marley ha empezado a sancionar a quienes devuelvan la bicicleta con la batería descargada. Supongo que es verdad. Es raro que no se le haya ocurrido antes.

    Me adentro en el sector B10, rodando entre socavones y adoquines levantados.

    Doy una vuelta alrededor de la catedral, admirando las gárgolas caídas. Siempre aterrizan boca abajo, con los brazos extendidos, como si se hubieran tirado en plancha a una piscina sin agua. Y ahí se quedarán hasta que sean polvo y se las lleve el viento, porque me niego a perder más tiempo con los formularios de la Brigada de Limpieza.

    ¿Cuánto hace que no veo a nadie por la calle? Mi marcador diario de kudos sigue a cero. Los peores sectores, a las peores horas. El algoritmo de reparto me la tiene jurada, como todos los demás.

    No soportan verme ganar.

    Mi casco vibra y el visor se tiñe de azul. Desfila ante mis ojos una cuenta atrás de veinte minutos en números verdes. Es la hora del bocadillo.

    Giro a la derecha y acelero. La rueda trasera gruñe y patina sobre la gravilla cuando dejo atrás esas apestosas callejas rotas, presuntamente medievales, para salir a una larga avenida donde el aire está igual de viciado gracias a los humeantes barracones que se apilan en ambas aceras. Lápidas de plástico, destilando aguas fecales.

    Intento recordar lo que ha dicho el agente Cooper esta mañana, justo antes de saltar del helicóptero. Algo sobre un carrito de comida rápida y la mejor hamburguesa deluxe de MedCity. En el puerto, bajo la escultura de la gamba. ¿La escultura de la gamba? Sí, creo que ha dicho eso.

    Guiño dos veces el ojo izquierdo para desplegar el mapa en el visor y confirmar por dónde se va al paseo marítimo. Me desoriento continuamente. Ya me dijo el doctor Smile que no debía patrullar sin la mascarilla puesta.

    Esta avenida debió de ser una de las principales arterias de la antigua ciudad, antes de las anexiones. Pero rodar por ella ahora, dejándome llevar cuesta abajo, es como pasear la mirada por el cadáver de una inabarcable serpiente gris.

    Una pálida cara infantil me observa desde el interior de un cubículo, entre dos cortinas. La gran serpiente aún desprende calor. Está bien. Solo está agonizando.

    A pocos metros del puerto, en una rotonda, se alza un deforme tótem de colores. No sé lo que pretendía representar en sus días de gloria. La cabeza de un payaso, tal vez. El mar está un poco más allá, pero el olor no invita a acercarse. Los mástiles de los barcos abandonados forman cruces encima de la bruma.

    A mi derecha distingo la silueta de lo que parece ser un gigantesco y ennegrecido escorpión, apostado sobre una pérgola. La gamba a la que se refería Cooper, supongo. O puede que sea una cigala. Nunca tuve clara la diferencia. Y ahora ya no importa.

    Me acerco con dos golpes de pedal. En su día debió de parecerles realmente ingenioso, eso de poner una gamba de cartón piedra ahí arriba.

    Me quito el casco ante el anciano que regenta el carrito de comida rápida. Despliego el caballete y me bajo de la bicicleta.

    —Una hamburguesa deluxe, por favor.

    El tembloroso hombrecillo se queda inmóvil, mirando al suelo. No se atreve a llevarme la contraria.

    Todo apunta a que Cooper me la ha jugado otra vez, pero no conozco otro sitio para comer en los alrededores.

    —Póngame cualquier hamburguesa —digo—. No

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