Pandillero Memorias De Un Salvatrucha
Por Juan Natareno
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Pandillero Memorias De Un Salvatrucha
Libros electrónicos relacionados
El Legado del Destripador Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl manifiesto redneck rojo: o cómo sacar a Dixie de la oscuridad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Agonía Del Comandante: "Guatemala Tu Nombre Inmortal". Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAhora van a conocer al Diablo: 10 testimonios de presos torturados por el chavismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerfiles Oscuros: Biografías de Asesinos en Serie Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Guerrillero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe Llaman Korney Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMarianella Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones26 crímenes y una crónica: Quién mató a la resistencia en Venezuela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo perdón, ni olvido: Sinaloa, reflejo del drama mexicano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesETA contra Catalunya Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa mano del muerto: El ocaso del Salvaje Oeste según Pat Garrett, Calamity Jane y Deadwood Dick Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNovato en nota roja: Corresponsal en Tegucigalpa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTanatopolítica en Venezuela: Sicariato de Estado y derechos humanos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesaparecido: memorias de un cautiverio: Club Atlético, el Banco, el Olimpo, Pozo de Quilmes y ESMA Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuerras irregulares en el Caribe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesY todo por una perra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArte de las putas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas llaves del periódico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones100 HISTORIAS REALES DE MUERTES INSOLITAS Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTrazos de sangre y fuego: Bio-Necropolítica y juvenicidio en América Latina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna revolución precaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa historia íntima de Luis Posada Carriles dentro de la CIA. AMCLEVE/15 Expediente 201/300985 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBatallas de Michoacán Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Violencia años cincuenta contada por sus víctimas: Los archivos de la Comisión Investigadora Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPrisioneros: Relatos de la vida carcelaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran rescate: Desflorando al viento (3a. Edición) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre el fuego Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Quién mató a Helena Jubany? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCiudadano Wilmito: La historia del primer pran de Venezuela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El metodo de la domadora de mamuts Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 cartas suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poesía Completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Alicia en el País de las Maravillas & A través del espejo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Leviatán - Espanol Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La riqueza de las naciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mito de Sísifo de Albert Camus (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una y mil veces que me tropiece contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para pensar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Diario de un seductor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Rebelión en la Granja (Traducido) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La llamada de Cthulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mercader de Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sobre la teoría de la relatividad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mañana y tarde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Pandillero Memorias De Un Salvatrucha
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Pandillero Memorias De Un Salvatrucha - Juan Natareno
Pandillero
Memorias
de un
Salvatrucha
JUAN NATARENO
Copyright © 2021 por Juan Natareno.
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.
Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.
Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.
Fotografía por Ivan Samkov de Pexels.
Fecha de revisión: 20/05/2021
Palibrio
1663 Liberty Drive, Suite 200
Bloomington, IN 47403
506872
CONTENTS
El Primer Dilema
Los Que Hicieron Posible Esta Catastrofe Literaria
Contenido Y/O Molote De Casos
Destruida La Historia Vuelta A Contruir
Primera Parte
Ampollas En El Culo
El Chiis
Muerto Por Paramilitares
El Bautizo
Estoy Preso
El Decapitado
Una Entrevista
Extrovertido
Genesis De Pandillas
Impunidad
Sicosis: Uno Mas
Recordacion
Anonimo
Un Mara Ratero
Caso Perdido
Que Palavra Mas Topada
Alto-Mire-Oiga-Diga-Siga
La Mandibula De La Protesta
Asamblea De Maras
Manifiesto Mara
Reencarnacion
Grande
Melesfui
Continuidad
Regresar El Tiempo
La Santa Muerte
Conteo
Invitacion
Pedofilia Mara
Una Entrevista
Mejor Estar Muerto
El Gran Descaro
El Tiro
Al Estilo Afgano
Trogloditas
Politeismo De Los Maras
El Monkey Nene
El Tush
Los Dueños De La Finca
Los Cachorros Del Pasado
Reportes Oficiales
Los Agachados
Comparación
Los Padres Malditos
Entre Puntos
Cultura Idiota O Molote De Cultura
La Maldición
Lenguaje De Lágrima
La Nueva Colonia
La Muerte De Un Guerrillero
Lineales
El Marero Tlacuache
Estadisticas
Un Monton De Brutos
Un Hombre Con Chispa
Naciones Unidas
El Hombre Y Su Silencio
El Cielo De Mahoma
El Aguila En Pedazos
Incesto Maya
Recomendaciones
Alguien Olvido A Richard
Internet Y Maras
El Correo De La Mula Ximena
Filosofia De Montaje
El Mea Culpa
Meditaciones
Disculpas
Anarquia
Los Trinos
Hay Que Pagar Un Precio
Pueblo - Ciudad
Dios Contra Dios
Caballo Abstracto
Celos Biblicos
Circulo Vicioso
El Amor
Malditas Monarquías
La Diferencia
Pajaros
Un 100 Al Vatikano
Automatizacion
Sed De Justicia
Todos Animales
La Calaka Me La Pela
Justicia Con Cojones
El Significado De La Palabra
\ Orgasmo
La Verdad
Increíble Secreto
Mural
Sangre
Epitafio
Culo Candelero
Algo Parecido
El Hombre Superior
El Puente
El Payaso Asesino
Relacion
Wojtyla Traidor
Buscando.
Palitos Con Caca
Perú Primero
Llamada A La Puerta
Diversas Maras
Opinion Atinada
El Gran Juicio
La Pelota Sandinista
Corrupción
El Rey De España
Diluvio De Popo
Segunda Parte
Zapatero A Tus Zapatos
Sobre El Libro
El Mara Inconforme
Polvo Eres
Robo De Identidad
El Animal Asesino Volo Por Los Aires
Soy Tu Madre
El Evangelista
Episodios De La Guerrilla
Claveles & Fusiles
Mujeres Pandilleras
Invencion De Un Mara
Todos Animales
Comedia Rodante
Dialogo Con Mis Testiculos
Fui Guerrillero
Negra Chola Pandillera
Prismatico
El Pais De Los Simios
Un Mara Existencialista En Manhattan
Tacon Y Zarabanda
Etnias O Razas
Libros Mediocres
Prufunda Reflexion
Clave De Morse
Libros?.
Blasfemias
Introduccion A La Dialectica
Paranormales
Politeismo
Supremacista
Precocidad
No Se Repartieron Esquelas
Teoria Virtual
Tela Para Cortar
Metafora
Interpretacion De Los Sueños
Ah Cerotes
Involucion
Poema Maratrucha
Continuidad
Cultura Vs Contracultura
Destierro
Teatro De Muñecos
Chapinco
Ese No Soy Yo
Justicia Divina
Pandemonio Maya
Testimonio
Valvula
La Eskina Derio Janeiro
El Colocho
Es Un Fenomeno Ese Parce
Se Rompió El Guante
Los Testiculos De Jehova
Centrifugas
El Rey Zope Mojado
La Virgen Mas Chula De America
Los Recidentes
Gloria Sin Gloria
Pan Negro
Estamos Casi Todos
Recordando A La Fark
Revolucion Del Cosmos
Propositos
La Cultura De La Denuncia
Munecos De Paja
Hijo De Nadie
Pobre Entendimiento
Lo Que El Ejercito Se Llevo
Sentencia
Correspondencia Mara
Los Embarrados
Carta De Tu Madre
Entierro De Un Mara
Un Mara Meteorológico
Tatuaje
Tarjeta Postal
El Escarabajo
Exodo
Adios Carnalito
Como Idiotizar Al Rey
Espiral
, Culpable
El Canto De La Cotorra
Derechos Humanos
Mi Ultima Voluntad
Verificar Lo Ocurrido
Lo Cuenta La Historia
El Juan Bautista De La Isla
Apatico A Vos Te Hablo
Indiferencia
Por Los Siglos De Los Siglos
Reinsercion
Cloaka
Tacon Y Zarabanda
Motin Carcelario
Clonacion
Los Rieleros
Fanatismo Religioso
La Chucha
Chilamierda
Un Mara Constricto
La Profecia
Mafia Religiosa
El Trucha
Hombres Pistola
Los Chacas Mejxicanos
Navajas Fosforescentes
Memoria Recuperada
Declaraciones Post Morten
Cuello Blanco
Los Líderes
Mojao El CulO
EL PRIMER DILEMA
Antes de que los bacilos perforen tu cerebro, antes que la putrefacción del tiempo te carcoma los neuromas y te declaren idiota, lee éste libro. No finjas, no te hagas el disimulado. No existe espacio, no existe lugar, no existe reloj para llegar a tu casa, ponerte la máscara del día, hacer ademánes frente a un espejo, meter los dedos en la nariz, ponerte los guantes, salir con chaleco antibalas o sin chaleco antibalas, ignorar el mundo como que nada pasa, de toda maneras estas muerto por tu maldita indiferencia, alguien te disparo a quemarropa sin darte tiempo siquiera de cerrar el botón del culo…//
LOS QUE HICIERON POSIBLE
ESTA CATASTROFE LITERARIA
LOS MAYAS
CONTENIDO Y/O
MOLOTE DE CASOS
Todos revueltos, olvidados, sueltos, encontrados, perdidos, sepa la puta madre.
DESTRUIDA LA HISTORIA
VUELTA A CONTRUIR
(DECADAS DE SANGRE)
Los niños lengua, ese, ustedes, él, todos, aquellos, vos, ellos, nosotros hablamos y escribimos el esquema político-social de lo que pasa hoy. Tenemos rabia. El caso es grave. Nosotros no sabemos qué va a pasar. A lo mejor, solo por abrir la memoria o recordarnos del pasado, nos van a sentar en una mesa con un reflector en la cara o nos van a tapar los ojos para darnos golpes con fierros en la cara, a lo mejor nos van a dar descargas eléctricas en los bolas, a lo mejor, quién sabe, nos van a sacar las uñas con tenazas o nos van a meter en una bolsa plástica y nos van a dejar ir todas las balas que quieran. Hay tantos israelitas y gringos asesorando estos gobiernos malditos latinoamericanos. Tenemos derecho a vivir, somos seres humanos. Desde niños nos contaron que el ejército mato a nuestros padres, quedamos huérfanos, solos, abandonados, como hijos de la basura, no hay derecho tata Dios.//
Fragmento del libro:
LOS NIÑOS LENGUA DE FARABUNDO MARTÍ
PRIMERA PARTE
AMPOLLAS EN EL CULO
Pedazo a pedazo, fragmento a fragmento he derramado lágrimas de sangre, soy un nada, un viejo, un veterano ex-pandillero, hoy inválido, fragmentado, paralítico, tieso, casi inmóvil, sin un brazo, hecho tres heces, atravesado con una bala del ejército. La bala se quedó alojada en mi columna vertebral, no puedo estar de pie, siento hormigueo o un inmenso dolor invade mi cuerpo, no puedo caminar, se me doblan las piernas. De tanto estar sentado, tengo ampollas en el culo, llevo más de treinta y cinco años de estar sentado, clavado en ésta maldita silla de ruedas. Nadie sabe si fui un líder, nadie sabe mi nombre, nadie sabe mi domicilio, si vivo en los Ángeles, en Matamoros, en Chicago, en Cojutepeque, en Maracaibo, en Chiquimula, mula tu madre o escondido en el trasero del diablo. Nadie sabe si es cierto o es mentira que cuento con un impresionante curriculum personal de fechorías: robos callejeros, peleas con cuchillo, tráfico de drogas, violaciones a mujeres de los barrios enemigos y otros delitos olvidados. Nadie sabe si fui uno de los co-fundadores de las controvertidas maras Salvatruchas
. Nadie sabe, después de treinta y cinco años atrás, si fui guerrillero o salvatrucha, nadie sabe que he permanecido callado, meditando, leyendo, nadie sabe que me estoy quemando vivo, tratando de recordarme, de escarbar con un abre-latas el fondo de mi cerebro para escribir esto, estas memorias propias o ajenas de tantas injusticias olvidadas.
En el sentido figurado, mi pensamiento es todo terreno, con piedras, con lodo, con baches, con barrancos, cuesta abajo, frenando con motor o cuesta arriba, con retranca, sin retranca, avanzando de frente o en sentido contrario de todas formas libre, vacuo, pedante, rampante y buzo. Es como estar en la gramilla de un estadio lleno de fanáticos, pizando y arrastrando el balón con el botin, moviéndome de un lugar otro, gambeteando, driblando al contrario y cambiando el balón a otro. Me voy, me traslado, vengo y voy fuera del camino y quiero hablar que soy el mismo o soy otro, señores, de las viejas generaciones y de las nuevas generaciones. Soy tundra o Silverado y les digo que no es necesario ser perito para extender, ampliar el camino o rellenar baches o poner contención alguna o piedras de muro porque tengo tracción en las cuatro ruedas, solo es de meter la llave, prender el motor de arranque, puta, me explico, voy a hablar con todas las salvamaras, con toda la familia, con todas las pandillas, con todos mis hermanos, con todos mis primos, nadie quedará marginado en éste libro de memorias, hablaré con toda la familia salvatrucha, con toda la estirpe, con los maros, la horda, el clan completo, con los mierdos de ayer y de hoy, les pido no tomen como una ofensa lo primero ni lo último, que para decir digo, bueno, aquí va, aquí está el comienzo y el final, alfa y omega para comenzar o iniciar éste coloquio rutinario para decirles, para hablarles, para aconsejarles que no pelee un miembro de una mara contra otro miembro de otra mara, ni el conjunto de una mara contra dos conjuntos de maras o dos conjuntos iguales de una mara contra un solo miembro de una mara diferentes porque no sirve de nada el auto aniquilamiento de hermanos contra hermanos. El camino ha sido largo y tortuoso. Existen veteranos, viejos, reviejos de la mara con mucho colmillo, es decir, astutos e inteligentes, algunos de ellos están satisfechos, otros, melancólicos, y tristes por no querer morir de su lejana patria, otros arrastrándose en el suelo como orugas, otros cabizbajos pateando piedras por el camino, otros arrepentidos de haber llevado una vida fácil, dudosa, caprichosa, asombrosa, delictiva y los más en las línea de anarquistas, rebeldes, sin patria, sin madre, salidos no de la matriz, ni de un tubo de ensayo, sino de la caja de pandora, para convertirse en verdaderos virus, en pólvora, tempestad, en viento, como verdaderos tornados para destruir lo establecido, eso dicen los facultados que tratan casos Sico-sociales.
A lo mejor yo soy el autor anónimo de la mitad o la totalidad de éste libro o yo le estoy plagiando al otro, fragmentos de sus memorias que no son mías o el otro me dice que las escriba como propias. La verdad que no estoy haciendo un show con lo que digo o es él que con esfuerzo de escultor cinceló letra por letra el contenido de este libro y yo no soy nada o fueron los cholos o los salvatruchas o los batos locos que escribieron otros fragmentos o somos todos uno o el uno somos todos para completar esta voz y todas las voces universales que salen de este libro y compartirlo con nuestros hermanos, con nuestros primos, con nuestra familia y lo que es mío es tuyo o lo tuyo es mio o es un libro colectivo en que participamos todos en este coloquio universal, elocuente, rutinario, paradojal, de todas maneras lo damos a conocer al mundo. O a lo mejor, éste libro no existe o no tiene autor. De todas maneras yo aquí en este patín de olvidado, de veterano, de sobreviviente, denunciando ante el mundo que el ejército de mi pais emboscó secuestró y mató a la orilla del camino, a miles de personas adultas y niños inocentes que huían asustados, desesperados que preferían morir ahogados en el océano, pero el fuego de metralla los dejo doblados a la orilla del camino, entre estos estabas yo que me creyeron muerto, pero de qué sirve estar vivo o estar muerto en éste siglo de lágrimas, agarrar una kalashnikov y disparar balas para matar Generales tontos y soldaditos de plomo, como en un film de figuritas trágicomicas. El pueblo jamás va a perdonar a estos asesinos. No puedo moverme de mi silla, tengo ampollas en el culo.//
EL CHIIS
MUERTO POR PARAMILITARES
El chiis
emigró al norte cuando tenía 17 años. Furtivamente recorrió Guatemala, entró a México, llegó al excusado del mundo (Tijuana), atravesó la frontera, miró las láminas y las cruces y los nombres pintados de muchos muertos, se brincó el muro, la alambrada y cayó en el país más embustero del mundo. Qué medios utilizó, nadie lo sabe. El Chiis
, como lo conocían los cipotes y la mara local de Usulután, posteriormente, después de algunos años, se enroló en las pandillas del norte y fue salvatrucha
en California, Chicago, en Tennessee, en Missouri, en Arkansas, en Wisconsin, en el Mississippi y en New York. Su función dentro de la mara era vender píldoras, la pasta en grageas, marihuana y crack, cuyas ganancias eran destinadas a los miembros de la mara que estuvieran en penurias y la otra parte la enviaba a sus padres. A veces llevaba una mochila al hombro con cuatro onzas de marihuana, el producto de blancanieves o sea media onza de cocaína y una indeterminada cantidad de talacas y papillotes o pitos de marihuana El Chiis
no fue maldito con nadie, a nadie le hizo daño y era generoso con todos, pero un día, alguien le tendió una trampa y no pudo esconder la mochila o tirar los éxtasis, la yerba, el polen blanco y lo que llevaba a la alcantarilla. Quiso huir, pero la policía le echó el guante, le golpearon los huevos, le pisotearon la cabeza, le dieron puntapiés en la espalda y en todo el cuerpo, le pegaron con palos como matar culebra hasta dejarlo inconsciente. Los policías de los Ángeles son brutales y actúan como bestias. Estuvo en el hospital y meses en prisión y después fue deportado a El Salvador, junto con otros compatriotas menos peligrosos.
En el aeropuerto de El Salvador lo esperaban agentes de migración y la policía que se cubrían el rostro con gorros pasamontañas
para ocultar su identidad. En los pasillos del aeropuerto, los formaron en fila India y los hacían pasar a cuartos separados, clasificándolos de acuerdo a su record de peligrosidad. Según informes secretos dentro de migración y la policía, el Chiis
y tres individuos más que confundieron como Salvatruchas
irían a cárceles o celdas especiales llamadas bitácoras
o suites
de exterminio, creadas por los presidentes de turno. Tres días, tres semanas o tres meses, pero no tres años, es el límite que le daban los sombras
al Presedente y él asistía con la jeta sonriente como dando el visto bueno. Primero el decreto Cero tolerancia
creado por el primer Presidente de turno, y después el plan-decreto Súper Mano Dura
creado por el segundo Presidente de turno. Tienen sus propias voces:
■ Sos repatriado.
■ No tienes voz ni voto.
■ No tienes alternativas.
■ Estás marcado
■ Estás acorralado.
■ No tienes derecho a defensa o juicio.
■ Estas señalado.
■ No tienes escapatoria
■ Cualquier día estás muerto.
Al tercer día del tercer mes a las tres de la madrugada de un día domingo en que todos los ciudadanos Salvadoreños se levantan tarde por estar desvelados trasnochados, platicando, fumando, chupando en bares, enrroscados con prostitutas o con sus esposas y como el sueño es sueño, nadie se da cuenta que un pickup sin placas o registración con las luces apagadas entra a un camino intransitado de la ciudad por media hora, se detienen en un terraplén, hacen caer un costal en los matorrales. Tres sombras se mueven en la obscuridad, una sombra le propina un puntapié al extremo del costal en el que se supone estaba la cara. Al golpe, se escucho un grito de dolor. En seguida hubo un lenguaje inaudible, una pausa, una orden con el brazo que fue acompañada de una descarga, luego un silencio y después un mutis.
El ataúd estaba ahí, mejor dicho, una bolsa de nylon de color negro estaba ahí, perforada a balazos, la sangre empezaba a manchar la maleza. Sin presentes o amigos, sin el padre ni la madre que llorarán o que le suplicarán a los asesinos enmascarados que no lo mataran, que le dieran la oportunidad de cambiar, de reinsertarse a la sociedad. Sin derecho a una fosa común, sin una oración o una flor de un amigo, convertido en nada, desgarrada la bolsa plástica por aves de rapiña que devoran sus ojos, sus vísceras y su cuerpo hasta desaparecerlo. Nadie dijo nada, la prensa nacional no escribió nada, los periódicos se quedaron mundos, la televisión, la radio tampoco comentaron nada. Los periódicos de El Salvador son falsos y amarillistas, los manejan los gringos desde hace cuarenta años. Solo se escuchó una voz del moribundo que salía de la bolsa plástica: Soy una estadística más del capricho de este presidente y su orden de Cero Tolerancia. Mi cuerpo fue baleado por paramilitares, LA SOMBRA NEGRA, pagados por el gobierno, con el peine y veinte dientes de una AK-47 y el tiro de gracia en el parietal izquierdo por ser
mara Salvatrucha". Vos vas a morir, señor Presidente, igual que yo. Es un oráculo científico.//
EL BAUTIZO
Es para los iniciados el diploma, el anillo de recibimiento, el acto de graduación, los globos de colores, el confeti, la toga, los vítores, los abrazos, el aplauso, la cámara de video y si tenés suerte, el film por televisión de una tremenda golpiza tirada a los cuatro costados de la patria. En el bautizo generalmente se juntan el montón de cabrones para comenzar a dar la ‘camorra’. De un lado salen los empujones, el manotazo, el golpe a la cabeza, la patada, el trabón, la zancadilla, y por el otro, la caída, el golpe bajo, en suma, repartir puñetazos por todos lados y ya en el suelo machacarlo con las suelas de los zapatos viejos. Muchos de los bautizados terminan con las costillas rotas, el tabique de la nariz hecho astillas, los ojos morados, la nariz sangrante, el labio partido, los riñones o el hígado sangrando internamente, los pulmones hundidos a patadas, una o dos piezas dentales fuera del hocico, la cara sangrante y desfigurada de tanto golpea. Cada pandillero que participa en el bautizo de otro aflora su instinto de animal feroz o se acuerda en su subconsciente cuando paso por el mismo trance. A nadie se le permite, ni al jefe, usar un arma punzo cortante en el momento de un bautizo. Y ya cuando el ‘iniciado’ esta bautizado, inconsciente y hecho pedazos o tal vez muerto, suena la sirena de los bomberos, la policía o la ambulancia para darle los primeros auxilios. Nosotros salimos huyendo, gritando: !Si vive o revive, Viva su bruta madre que lo pario!!
.//
ESTOY PRESO
Soy marero, tengo 16 años y el mundo se me puso negro y grotesco. He estado en hospitales, cárceles, ferias y excusados públicos como noventa veces. Me enfermo de desnutrición, de anemia, uncinaria, disentería, diarrea dolorosa con pujos y sangre y viene la ambulancia y recogen del suelos mis pedazos y me llevan roto al hospital o a la cárcel y miro un cuarto con paredes blancas o paredes negras con luces o sin luces y me miran, pero yo no puedo saber quiénes son y me pegan en la cara con la mano empuñada me pellizcan y me retuercen los brazos hasta hacerme llorar y comprueban que estoy vivo y me siguen pegando hasta que se me borra la mente o despierto de la debilidad y veo otras personas que me dan de comer y me acuestan en una cama con sábanas blancas y me prenden candelas como le prenden a los muertos, me llevan flores y coronas pero yo no estoy muerto, no estoy muerto, les repito. Ya les dije que robo por necesidad, por hambre y me llevan llorando a la cárcel, ojalá mi vida cambiara por un instante para carcajearme en la calle como un payaso y decir que este no es mi circo, pero no puedo, la debilidad me dobla como un trapo o me hace inútil, lo único que si puedo hacer, cuando me dan de comer, sin la ayuda de nadie, heces fecales en los retretes de la Plaza Centenario. Estoy cuerdo, estoy mal, estoy bien, estoy de acurdo, estoy en desacuerdo con esta vida de lagrimas, mi cabeza da vueltas como un trompo, nunca ubico donde estoy, no sé qué me pasa, estoy triste, perdido en este mundo, vacio en el alma, con las manos agarrándome la cara o la cabeza, me siento solo, desesperado, pensando en el suicidio, en la muerte, tirarme, cerrar los ojos, de lo alto de un puente o lanzarme de hocico a las ruedas de un carro para que esta vida de penas que llevo se acabe. Y ya en el suelo ensangrentado y muerto los transeúntes que son curiosos, se acercaran a mi cuerpo despedazado y se llevaran la mano a la boca como compungidos o apenados y unos dirán: Pobrecito muchacho, morir en esa forma
, Y otros hablaran: No es justo, no lo creo, es imposible, no tenia que suceder, pero sucedió, murió reventado como una rata
.
A lo mejor, un día de estos, haga su aparición la sombra negra
paramilitares pagados por el gobierno de turno, que a todos nos hace llorar de miedo y me secuestren del hospital o de la cárcel y me disparen a quemarropa porque soy marero peligroso por el hambre.//
EL DECAPITADO
No es nada mi vida, apenas tengo 12 años de edad del grupo y todo se me ha complicado. Yo estaba allí, yo lo vi con mis propios ojos, yo era el mismo más que otro espectador, señor, no sé si me entienda, le digo, yo lo vi, yo estaba allí presente, le repito, yo pertenecía a ese grupo, a esa mara, yo pertenecía a esa célula, yo era miembro, yo formaba parte de ese cuerpo anatómico, yo era el páncreas, el hígado, el intestino grueso, el recto y excremento de esa mara que controlaba los límites de la frontera. El Moco Larios
era el jefe, el comandante, el hombre machete del grupo de ésta mara, cuya cara la tenía como piña, desfigurada por los barros, espinillas o viruela loca y la nariz sucia como un cochino. Las maras contrarias lo configuraban como cruel y despiadado. El Moco
a secas era el jefe machete de la mara, del grupo, que le gustaba blandir el machete al viento, pero lo que más lo fascinaba era el brillo, el destello reflejado del sol en el filo del machete. Noche a noche cuidaba su machete, lo acariciaba, lo besaba, lo sentaba en la piedra para sacarle filo y luego lo mecía y dormía en la vaína como su inseparable bebe de cuna, otras veces se lo pasaba por los pelos de las pelotas y decía: somos energía cósmica
.
Vamos batos a cobrar impuestos a la frontier de los ‘Yunaite estaite’, perdón por mi ingles hecho mierda –decía, y continuaba, si, sacarle dinero a cuanto indio de Centro América quiera cruzar al otro lado de la frontera de ese país maldito y hacia una pausa– Necesitamos billete, la lana para comprar la mota, el polvo etereo, la yerba o el pegamento de zapatero para sentirnos
elevados,
sublimes,
etéreos" o en el charco, en la cloaca o en el fango, todo depende de lo recaudado. Finalizaba.
En el camino encontramos a unos agobiados Caminantes que iban al Norte, a todos les ‘bajamos’ la lana, pero uno de ellos opuso resistencia. El valiente Caminante giró, dio una vuelta rápida, de su mochila sacó un cuchillo de carnicero, (la única herramienta de defensa que traía del pueblo donde trabajo como ayudante de carnicero), y desafió al Moco Larios
. Claro, la desventaja era descomunal: cuchillo corto contra machete largo. El Moco Larios
, se rio, dio un grito de guerra y se cuadró frente al Caminante, lo miró fijamente con sus ojos rojos de sangre por la droga. Rajémonos la madre
-Le dijo. Y los dos quedarón