El Sótano Desconocido: Basado En Hechos De La Vida Real

Por Salomón Humberto Soria Cabrera

Con valentía y seguro de sus convicciones, Salomón H. Soria, ofrece en este relato autobiográfico el episodio mas importante pero doloroso de su vida: El secuestro y la tortura física, así como psicológica en el Sótano del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú a donde fue conducido contra su voluntad luego de liderar- acatando órdenes y disposiciones superiores- la huelga policial de mayo de 1987, en la ciudad de Huancayo. En esta descarnada historia conoceremos aspectos de la dura realidad de la Policía Nacional (antes Guardia Civil) en las décadas de los 80 y 90, cuando participó de la guerra contra el terrorismo; las múltiples necesidades en la policía, asi como el grado de corrupción en aquellos años y los razonables motivos de su lucha reivindicativa; pero, lo más importante, la traumática y penosa experiencia personal de un injusto secuestro. El autor, nos detalla paso a paso la forma arbitraria e ilegal de cómo lo trataron y cómo fue despedido de la institución, encarcelado, lesionándolo física y psicológicamente, colocándolo en el hilo de la enajenación en aquel encierro y tortura que constituyó a todas luces violación de derechos humanos y terrorismo de Estado, en el marco del primer gobierno del ex presidente Alan García, el corolario de esta dramática experiencia fue el exilio. Desde hace más de 30 años, el autor vive en los Estados Unidos de Norte América, donde tuvo que rehacer su vida junto a su familia, pero sin olvidar jamás la iniquidad de los oscuros personajes que ocasionaron aquella grave incisión en el curso normal de su existencia. Este libro es, de alguna forma, un clamor, el justo reclamo de una persona que ahora busca ser desagraviada y ser restituidos sus derechos pese a la distancia y los años. Y es que la dignidad humana se mantiene firme cuando se sabe que se actuó con rectitud e integridad. Están ustedes invitados a leer esta historia de vida y conocer la legítima demanda de un hombre que no descansará hasta hallar justicia por parte del Estado Peruano.

• Idioma: Español
• Editorial: Abbott Press
• Fecha de lanzamiento: 4 feb 2021
• ISBN: 9781458223029

Salomón Humberto Soria Cabrera

Salomón Humberto Soria Cabrera nació en la ciudad de Chincha, departamento de Ica, en el Perú. Ha servido como alférez y teniente en la Policía Nacional del Perú y posee el grado de Bachiller en Administración y Ciencia de Policía. Soria es un profesional bilingüe y ha seguido cursos de Relaciones Públicas e Industriales y el curso de Sistema de Comunicación Social. También ha seguido cursos de protección de dignatarios. Es instructor de defensa policial y calificado en el curso de salvataje. Ha realizado, además, cursos especiales de técnicas de interrogatorio, narcotráfico y prevención de drogas, inteligencia y contrainteligencia. Asimismo, ha seguido estudios superiores, en los EEUU, en Computer Information Specialist (CIS). Durante el tiempo que trabajó en la zona de emergencia, en la época del terrorismo, tuvo a su cargo la conducción y ejecución de planes operativos conjuntos en la lucha frontal contra el terrorismo. Su experiencia y excelente desempeño como oficial lo condujo a la posición de ayudante personal del general jefe de región. Soria trabajó como corresponsal acreditado ante las Naciones Unidas para la revista Vida Diplomática. Hoy en día, labora en la ciudad de New York para una prestigiosa compañía de limosinas y vive con su esposa y sus hijos en el estado de New Jersey, en los Estados Unidos de Norteamérica. Soria también es el autor del libro en inglés «The Unknown Basement»

Vista previa del libro

Copyright © 2021 Salomón Humberto Soria Cabrera.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida por cualquier medio, gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información sin el permiso por escrito del editor excepto en el caso de citas breves en artículos y reseñas críticas.

Este libro es una obra de no ficción. A menos que se indique lo contrario, el autor y el editor no hacen ninguna garantía explícita en cuanto a la exactitud de la información contenida en este libro y en algunos casos, los nombres de personas y lugares se han modificado para proteger su privacidad.

Abbott Press

1663 Liberty Drive

Bloomington, IN 47403

www.abbottpress.com

Teléfono: 1 [phone]

Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.

Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Getty Images son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.

ISBN: 978-1-4582-2301-2 (tapa blanda)

ISBN: 978-1-4582-2302-9 (libro electrónico)

Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2020923191

Fecha de revisión de Abbott Press: 01/11/2021

CONTENTS

Introducción

Capítulo 1: La lucha contra el terrorismo en el Perú

Capítulo 2: Destacado a la zona de emergencia o zona roja

Capítulo 3: Bautizo en los andes del Perú

Capítulo 4: Elecciones municipales

Capítulo 5: Crimen no resuelto

Capítulo 6: Las huelgas policiales en el Perú

Capítulo 7: La huelga policial en Huancayo (zona roja)

Capítulo 8: Teniente Soria, asistente del jefe de región policial

Capítulo 9: Antes de la huelga policial en Huancayo

Capítulo 10: La controversial propuesta

Capítulo 11: El cumplimiento de una orden

Capítulo 12: Chivo expiatorio

Capítulo 13: Orden de detención y traslado a Lima

Capítulo 14: Traslado al Servicio de Inteligencia Nacional (Sin)

Capítulo 15: El sótano y la tortura por desolación

Capítulo 16: Traslado al hospital

Capítulo 17: Desaparece Teniente de la policía

Capítulo 18: La reaparición

Capítulo 19: Resolución Suprema

Capítulo 20: Pan de operaciones «Subordinación y Valor»

Capítulo 21: Traslado a la ciudad de Huancayo

Capítulo 22: El comando Rodrigo Franco, el grupo Colina y el exministro Agustín Mantilla

Capítulo 23: El narco-estado y el terrorismo de Estado

Capítulo 24: El viaje a los Estados Unidos de Norteamérica

Capítulo 25: Teniente Soria en el exilio y con orden de captura

Capítulo 26: Una historia de amor

Capítulo 27: Juzgado Contencioso Administrativo

Capítulo 28: Resolución y sentencia del Tribunal Supremo Militar Policial y el Corte de Secuela

Capítulo 29: Preguntas sin respuestas

Capítulo 30: Gratitud

Capítulo 31: Reencuentro con el exdirector general PNP. Octavio Herrera

Acerca del autor

ESTE LIBRO ESTÁ DEDICADO A TODAS LAS

PERSONAS DEL MUNDO QUE HAN SUFRIDO

TRAICIÓN, TORTURA Y PERSECUCIÓN.

ASIMISMO, A MIS PADRES CRISTIAN Y

LUPE SORIA, ASÍ COMO A MI FAMILIA.

INTRODUCCIÓN

M i nombre es Salomón Humberto Soria Cabrera, peruano de nacimiento, natural de la provincia de Chincha, departamento de Ica; teniente de la Policía Nacional del Perú en situación de retiro, egresado el 1° de septiembre de 1977 de la Escuela de Oficiales de la Benemérita Guardia Civil del Perú (llamada posteriormente –desde el 25 de noviembre de 1988– Policía Nacional del Perú). Resido con mi familia y mis hijos desde hace 31 años (consecutivos) en los Estados Unidos de Norteamérica, en el estado de New Jersey.

Durante los años que presté servicios en la Policía Nacional del Perú, fui testigo de muchos actos de corrupción, abusos y deslealtad. He sufrido secuestro, he sido encarcelado, traicionado, amenazado de muerte, torturado, exiliado del país y víctima de otros actos que constituyen violación de los derechos humanos por el gobierno del presidente del Perú Alan García Pérez.

He vivido momentos de dolor y miedo, al extremo de creer que iría a perder la vida, habiendo originado en mí, además, mucho resentimiento. Me he sentido culpable por confiar en alguien a quien le merecía lealtad, respeto y admiración. Jamás he podido comprender por qué fui elegido para la misión que posteriormente narraré. Al ser exiliado de mi país, tuve que aprender el idioma de esta gran nación, Estados Unidos de Norteamérica, logrando acostumbrarme a su excepcional sistema. El gobierno peruano no tiene remordimientos de las aberraciones cometidas en la época que ocurrieron los hechos que me acontecieron, también denominada «la era del terrorismo en el Perú».

A pesar de haber transcurrido muchos años, las experiencias que he vivido todavía representan dolor no solo para mí, sino también para mi familia. He tratado de superar el trauma de estas experiencias a través de consejería profesional, logrando mi objetivo. Esta vez quiero dar a conocer al mundo entero cómo se aplicaba y se sigue aplicando la justicia en el Perú, y aunque he tenido que aprender nuevamente a confiar en la gente y tratar de ser el mismo, siempre me persiguen los fantasmas del recuerdo que aún permanecen grabados en mi memoria y representan mucho dolor.

El Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), en los años ochenta y noventa del siglo pasado, fue un organismo del gobierno peruano dedicado a procesar información que, originalmente, dependía del Ministerio de Defensa. El SIN coordinaba y ejecutaba planes directos que provenían del presidente de la república y era responsable de producir, integrar, manejar, coordinar y monitorear inteligencia y contrainteligencia, actividades requeridas para la seguridad y la defensa nacional. La función que desempeñaba este organismo fue muy controversial, ya que estuvo involucrada en actos relacionados con el terrorismo de Estado, que envolvía casos de asesinatos, torturas, secuestros y muchas otras actividades vinculadas a la represión, así como casos de corrupción durante el gobierno de los presidentes Alan García Pérez (1985-1990) y Alberto Fujimori (1990-2000).

Estos gobiernos utilizaron técnicas de represión contra cualquier oponente a la política que desarrollaban. El expresidente Alberto Fujimori, actualmente, sigue cumpliendo prisión de 25 años por los muchos delitos que se cometieron durante su régimen, siendo el principal el de violación de derechos humanos y lesa humanidad, mientras que García Pérez, cobardemente, eludió la justicia tal como lo hizo muchas veces en anteriores oportunidades, prefiriendo cometer suicidio en abril del año 2019, antes de ser encarcelado.

Actualmente el sistema judicial continúa procesando muchas actividades ilícitas realizadas durante el mandato del expresidente Alan García y Alberto Fujimori. Por otra parte, los demás expresidentes que se encargaron de la administración del gobierno peruano están comprometidos muy seriamente en investigaciones llevadas originalmente por el FBI contra el empresario brasileño Marcelo Odebrecht, que estuvieron relacionadas con los casos Panamá Papers y Lava Jato, sobre actividades de corrupción que comprometían a muchos gobiernos en Sudamérica, África y Asia.

El sistema político peruano aún sigue siendo considerado ante la opinión internacional como corrupto, y este mismo concepto se aplica a los demás países sudamericanos debido a la política de enriquecerse a través de contratos fraudulentos o inflados y que estaban relacionados a la mega construcción de obras públicas. Estas actividades ilícitas no pueden ser toleradas ni permitidas en ningún gobierno, y solo cuando se acabe con la corrupción se acabarán también las violaciones a los derechos humanos.

Los valores humanos en el Perú han ido declinando, situación que creció con los gobiernos de Alan García y Alberto Fujimori, por lo que, actualmente, la población peruana sufre una crisis de inseguridad ciudadana y desconfianza. La imagen del gobierno peruano bien podría ser recuperada si se continuara procesando a todo político involucrado en actos de corrupción; desafortunadamente, existe mucha desconfianza con el sistema judicial de este país.

002.jpg

Graduación de Salomón Soria como alférez de la Policía

Nacional del Perú (30 de agosto de 1977.

1

CAPÍTULO

35550.png

LA LUCHA CONTRA EL

TERRORISMO EN EL PERÚ

C uando fui destacado para trabajar a diferentes lugares de la sierra central del Perú, en enero de 1980, estaba casado, tenía dos hijos y poseía el grado de alférez de la Guardia Civil (GC). Fui enviado a esos lugares luego de trabajar en el norte del país, en las ciudades de Chiclayo y Cajamarca (provincias de Jaén y Cutervo), y sabía que iba a una zona donde el terrorismo se acrecentaba descontroladamente, a pasos agigantados.

Aún recuerdo cuando mi esposa, mis hijos y mis padres me despidieron en el terminal de buses de Lima; fue un momento muy emotivo, pero era consciente de que situaciones como esa se repetirían muy seguido porque fui testigo de las ocasiones en que mi hermano Cristian, que era teniente de la Guardia Civil, había sido destacado por el comando de la institución a diferentes lugares de la sierra y selva peruanas; por lo tanto, me resultaba familiar aquella conmovedora circunstancia.

El terrorismo en el Perú volvió a emerger el año 1980 y continuó hasta mediados de la década del noventa con la captura del líder del grupo subversivo Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien actualmente se encuentra encarcelado, cumpliendo prisión de por vida. El terrorismo en el Perú ocasionó un conflicto armado entre el gobierno de turno y los terroristas miembros del Partido Comunista del Perú, quienes formaron Sendero Luminoso; además, existía el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Mas de 70 mil personas murieron durante este conflicto. Muchas de las víctimas fueron civiles, siendo aproximadamente 25 mil los fallecidos entre militares y policías. El terrorismo en el Perú también significó la pérdida económica por parte del Estado peruano de billones de dólares, como resultado de los ataques que la subversión continuamente perpetraba a las propiedades públicas y privadas.

Este conflicto originó además el éxodo masivo de millones de personas, quienes buscaban salir del país debido al grave problema económico que se vivía, así como a la inseguridad social; un fenómeno migratorio comparado con el que actualmente vive Venezuela, cuyos habitantes buscan desesperadamente salir de sus lugares de origen.

Fue un conflicto muy sangriento, considerado el mayor de la historia del Perú desde la colonización. Desafortunadamente, esta maravillosa cultura fue afectada por la influencia del terrorismo, la misma que causó muchos cambios en la vida de las personas, generalmente, integrantes de las comunidades indígenas. El terrorismo se originó en la ciudad de Ayacucho, en el centro sur de los Andes peruanos, a través del grupo Sendero Luminoso, cuyo líder era el catedrático universitario Abimael Guzmán, y se extendió a través del territorio peruano causando inestabilidad, muerte y desolación, que hoy en día aún se recuerda penosamente.

Uno de los mayores riesgos de trabajar en zonas alejadas de las ciudades, era el repentino ataque que perpetraban los elementos subversivos en contra de las instalaciones policiales, cuyo principal objetivo, además de ejecutar al personal policial, era apropiarse del armamento y las municiones del destacamento policial. Las medidas de seguridad que se adoptaban para prever cualquier ataque, tenían que ser muy estrictas y sofisticadas, contando con el apoyo confidencial de algunos pobladores. Constantemente se efectuaban ejercicios de tiro y se mantenía una comunicación estrecha con la comunidad, participando en todo momento en actividades cívicas y en programas de orientación vocacional en los centros educativos, a través de charlas y clases.

003.jpg

Teniente Salomón Soria luchando contra el terrorismo en

la zona de emergencia del Perú. (Octubre de 1983).

2

CAPÍTULO

35554.png

DESTACADO A LA ZONA DE

EMERGENCIA O ZONA ROJA

A l presentarme a la Jefatura Regional de Huancayo, fui enviado a trabajar como Jefe de Línea del distrito de Chongos Alto, localidad perteneciente al departamento de Junín, localizado al suroeste de la ciudad de Huancayo, a 3500 metros sobre el nivel del mar. Este era un pueblo trabajador, heredero de la etnia wanka, cuyos habitantes estaban dedicados a la agricultura, ganadería y minería; eran además poseedores de una excepcional condición artística, tanto en cerámica como en música.

A principios de los años ochenta yo tenía 24 años, estaba casado y tenía dos hijos. Cuando fui asignado a trabajar en el pueblo de Chongos Alto como jefe de esa dependencia policial, este distrito no contaba con electricidad, ni servicio telefónico; el servicio de transporte a Huancayo se realizaba solo una vez al día, y duraba entre cuatro y cinco horas. Esta dependencia contaba con un sargento y once policías. En el supuesto caso de que nuestro alejado destacamento policial fuese atacado por elementos terroristas, lo cual era muy común en esa época, el comando tendría conocimiento del hecho muchas horas después de ocurrido, por lo que siempre se cambiaba de estrategias para reforzar la seguridad del local policial, el cual era el principal objetivo.

Era muy importante identificarse con la comunidad y tratar de compenetrarse armoniosamente con sus proyectos y actividades de tipo social y religioso. Tanto la policía como el ejército en Huancayo tenían su base central de operaciones en esta ciudad, pero no contaban con helicópteros para apoyar a los destacamentos y puestos policiales que requiriesen una ayuda inmediata, en razón de no existir recursos logísticos para esos lugares, cuando siempre debieron tener indispensable prioridad pues los gobiernos de