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Comienzos de la Iglesia: Antioquía (Lecciones Bíblicas)
Comienzos de la Iglesia: Antioquía (Lecciones Bíblicas)
Comienzos de la Iglesia: Antioquía (Lecciones Bíblicas)
Libro electrónico61 páginas34 minutos

Comienzos de la Iglesia: Antioquía (Lecciones Bíblicas)

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Hemos visto que fueron muchos los que por la predicación de los apóstoles decidieron seguir a Jesús, es decir imitar a Jesús. Así, el pequeño grupo de los apóstoles fue creciendo y organizándose. ¿Cómo vivían esos primeros seguidores de Jesús?. El libro de Hechos lo transmite en estos textos:
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. Todos se impresionaban porque los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el dinero entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar. (Hch 2,42-46).
"En el grupo de los creyentes, todos pensaban y sentían lo mismo: lo tenían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de los que tenía. Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía. No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta, y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad." (Hch 4, 32-35).

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 ago 2021
ISBN9781005271978
Comienzos de la Iglesia: Antioquía (Lecciones Bíblicas)

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    Comienzos de la Iglesia - Biblical Sermons

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    Los primeros capítulos del libro de Hechos registran el comienzo y progreso de la Iglesia. Generalmente, los convertidos eran judíos, el personaje central era Pedro y la base de operaciones era Jerusalén. A medida que la narración avanza, algunos gentiles fueron alcanzados por el evangelio, Pablo figuró mucho y Antioquía llegó a ser el punto de despegue para la evangelización. La transición de Jerusalén a Antioquía comenzó en Hechos capítulo 11. Por esto Antioquía era estratégica y la historia de la asamblea allí encierra lecciones y principios valiosos para la conducción de asambleas hoy en día.

    La iglesia local comenzó de una manera por demás interesante, Hechos 11.19 a 21. Como en otras ocasiones, Satanás se pasó en sus iniciativas malvadas y ellas fueron contraproducentes. El asalto final contra Esteban y la oleada de persecución que desató tenían el propósito de impedir la difusión del evangelio, pero más y más refugiados llevaron las noticias de salvación adondequiera que llegaron, inclusive a la ciudad de Antioquía. Es lo que Pablo hubiera llamado las cosas ... han redundado más bien para el progreso del evangelio, Filipenses 1.12.

    ¿Usted ve en esta luz las circunstancias desagradables de su vida? ¿Ellas ofrecen una oportunidad para promover los intereses de Cristo? A nadie le agrada tener que ser hospitalizado u obligado a buscar otro empleo, pero Dios puede usar estas circunstancias indeseables para realizar el propósito suyo, cuando contactamos personas que posiblemente nunca serían alcanzadas de otra manera.

    En realidad Dios estaba detrás de las circunstancias de aquella migración. A un nivel humano, ellos estaban huyendo al norte para evitar abuso y encarcelamiento, pero la palabra esparcidos denota una siembra. Deliberadamente, Dios les estaba sembrando en lugares de su elección para realizar su plan soberano. Veamos todas nuestras circunstancias por esta óptica. Estamos donde estamos por decreto divino y para sus fines, y corresponde a cada uno de nosotros realizar el pleno potencial del propósito de Dios.

    Ahora, ¡su método para ganar a otros era de comunicar el evangelio! No había planes sofisticados, ni reuniones prolongadas para discutir qué clase de literatura usar, ni ningún debate sobre cuánto costaría el proyecto. Ellos simplemente echaron adelante con la tarea de conversar con otros sobre la palabra. (El vocablo hablando en v. 19, hablando la palabra, es el término normal para conversar, mientras que anunciando el evangelio en v. 20 traduce un término que significa anunciar las buenas nuevas). Conversar, o platicar, la palabra de una manera personal o informal es algo puede hacer todo hermano y hermana.

    ¿Hemos perdido el arte del evangelismo personal? ¿Por qué sólo una pequeña minoría de creyentes procura testificar a sus vecinos, parientes y colegas? En Hechos 11 no se involucraron predicadores reconocidos, ni en el 8.1 tampoco, sino que todos respondieron al reto y cumplieron su papel de promover el Nombre de Cristo. Comunicar el mensaje públicamente requiere un don para

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