Mujeres que tocan el corazón de Dios: Orar en femenino
5/5
()
Información de este libro electrónico
El texto consta cuatro partes escritas en orden cronológico, cada una formada por pequeños capítulos, que contienen la biografía resumida de una de estas mujeres, seguida de una invitación a la oración. La intención es ofrecer un instrumento sencillo para oración y para alimentar la espiritualidad.
¿Cómo tocaron estas mujeres el corazón de Dios? La autora dice que acercándose a él. Lo tocaron al cultivar en ellas una cercanía especial al Dios-Amor, al entregarse a él en cuerpo y alma, y al reflejar esa cercanía en su vivencia del amor al prójimo. Amaron a los demás por encima de sí mismas. Por eso tocaron el corazón de Dios, y, en palabras humanas, Dios se dejó tocar por el valor de la fe activa de estas mujeres, y confirmó su testimonio.
Relacionado con Mujeres que tocan el corazón de Dios
Libros electrónicos relacionados
Las Mujeres Que Dios Amó: -La Historia De Elizabeth -La Historia De Abigaíl -La Historia De Priscila -La Historia De La Mujer Pecadora Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Intrépidas Hijas De La Biblia: Mujeres que retaron la tradición, lucharon contra la injusticia y se atrevieron a liderar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMujeres extraordinarias de la Biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Llenas de Gracia: Las Mujeres y la Vida Abundante Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las Mujeres Que Dios Amó: -La Historia De Ana -La Historia De Nohemí -La Historia De La Reina Ester -La Historia De Jocabed Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Mujeres Que Dios Amó: -La Historia De Débora -La Historia De María Magdalena -La Historia De Rahab Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Mujeres Que Dios Amó: -La Historia De Rebeca -La Historia De Raquel -La Historia De Eunice Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Misión De Elias: Un llamado a todos los profetas e intercesores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJesús: el rostro de la Misericordia del Padre: A la luz del Evangelio según San Lucas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5En el principio Dios: Las mayores historias de la humanidad jamás contadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Unción de Débora: El llamado a ser una mujer de sabiduría y discernimiento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las 100 Principales Mujeres de la Biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Magníficat: Un Dios que nunca dejó de considerar a las mujeres Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las mujeres en la Biblia hebrea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jesús y la mujer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las Heroínas De La Biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mujeres de la Biblia hablan hoy: Reales, relevantes y radicales Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Mujeres de la Biblia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMujeres del evangelio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Amor es más importante: Por qué pelear por tener la razón nos impide amar como Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mis hermanas las santas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La pasión de servir: Claves para ser un buen Cristiano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Reina Ester y El Anillo del Poder Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las mujeres en el movimiento de Jesús: Lecturas bíblicas en perspectiva feminista Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El corazón transformado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEntrañas de misericordia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAma Como Dios Ama - Devocional Un Nuevo Comenzar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPies de ciervas en los lugares altos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Amor De Jesús Vivo En La Virgen De Guadalupe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5En la escuela del Espíritu Santo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Cristianismo para usted
El Ayuno - Una Cita con Dios: El poder espiritual y los grandes beneficios del ayuno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Te costará todo: Lo que Jesús demanda de ti Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía esencial de la Biblia: Caminando a través de los 66 libros de la biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Demonología: Guía de Todo lo que Querías Saber Acerca de los Demonios y Entidades Malignas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Diccionario Manual Bíblico Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Guerra Espiritual y el Derecho Legal de los demonios para Operar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La oración es la clave del éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jesús de Nazaret: Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Usos y costumbres de los Judíos en los tiempos de Cristo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Limpia tu mente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración: Experimentando asombro e intimidad con Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Textos fuera de contexto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El libro de los mártires Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orando la Biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una mujer sabia: Principios para vivir como Dios lo diseñó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El secreto de Salomón / Solomon's Secret: Encuentre la sabiduría para manejar sus finanzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Comentario de los salmos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conversaciones con Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Devocional en un año: Los lenguajes del amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Filosofía del rey Salomón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo leer tu Biblia: Guía de interpretación de literatura bíblica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Búsqueda De Dios: Un Clásico Libro Devocional Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El hombre espiritual Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dios no tiene favoritos, tiene íntimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un año en los Salmos: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un año con Dios: 365 devocionales para inspirar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Santa Biblia Reina Valera 1909 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Enciende tu cerebro: La clave para la felicidad, la manera de pensar y la salud Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Desafío del Amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Mujeres que tocan el corazón de Dios
2 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Mujeres que tocan el corazón de Dios - María C. Domezi
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
Mujeres de la memoria bíblica
Las comadronas hebreas: ingenio que defiende la vida
Débora: La victoria no le pertenece a un hombre
Ana: Murmullo sin palabras
La Sunamita: El camino del amor
Rut y Noemí: Solidarias en el infortunio
Mujeres sanadas por Jesús: Con toda la dignidad
Marta y María: Escuchar la Palabra y actuar
María de Magdala: Apóstola de los apóstoles
Lidia: Trabajadora y apóstola
Priscila: Ministra que enseña con autoridad
María, la madre de Jesús
María de Nazareth
María de la Visitación
María, madre de Jesús
María del Destierro
María de los Dolores
María de las Alegrías
Mujeres del cristianismo primitivo
Tecla de Iconio
Perpetua y Felicidad
Cecilia, la romana
Lucía, ojos de gracias
Inés de Roma
Bárbara de Nicomedia
Mónica, madre de san Agustín
Mujeres cristianas del medioevo y la época moderna
Hildegarda de Bingen
Eduviges, patrona de los desvalidos
Viridiana, la peregrina
Clara de Asís
Isabel de Hungría
Zita de Lucca
Catalina de Siena
Rita de Casia
Juana de Arco
Teresa de Ávila
Rosa de Lima
Margarita María de Alacoque
Juana Inés de la Cruz
Mama Antula
Mujeres cristianas de la época contemporánea
Nha Chica de Baependi
María de Araújo
Conchita: esposa, madre y mística
Paulina del Corazón Agonizante de Jesús
Bakhita, la niña esclava
Bakhita, la hija del Buen Señor
Teresa del Niño Jesús
Isabel de la Trinidad
María Goretti
Edith Stein
Teresa de Calcuta
Dulce de los pobres
Veva Tapirapé
Dorothy Stang
Adelaide Molinari
Zilda Arns
Jean Donovan
PRESENTACIÓN
Orar es entrar en el corazón de Dios. La fe nos dice que él todo lo sabe y todo lo ve, hasta nuestros pensamientos. Él es infinitamente más grande que nuestras expresiones humanas. Sin embargo, nosotros nos expresamos a través de palabras, gestos, actitudes e imágenes humanas. Dios nos acoge por entero, y toma parte en nuestra manera de comunicarnos con él.
Oramos en comunidad, en grupo, en compañía de alguien, y también individualmente. Lo hacemos con palabras de la Biblia, con cánticos, con rezos de la tradición cristiana, con el rosario, con bendiciones de la devoción popular, con fórmulas que aprendemos en la familia y en la catequesis. Oramos de forma espontánea, en silencio, en contemplación, dejando que nuestro corazón se abra a Dios.
Jesús oraba, y lo hacía incluso en medio de la multitud. A veces optaba por retirarse a un lugar apartado. Llegó a pasar noches enteras en oración, hablando con el Padre. Él fue quien nos enseñó a llamar a Dios de esa manera, y nos legó el Padrenuestro (Lucas 11,1-4 y Mateo 6,9-13). Platicaba con Dios en su lengua materna, el arameo, nombrándolo cariñosamente como Abbá, papito. También nos hizo saber que Dios es comunidad de amor: Trinidad santísima y bendita, un solo Dios en tres Personas. Y se reveló Hijo de Dios y hermano nuestro, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Padre es la palabra humana que activa en nosotros la gratitud, la confianza, la búsqueda de protección, y nos ayuda a acercarnos más a la presencia de Dios, como nuestro creador y protector.
No obstante, la Biblia evidencia también una dimensión maternal en el amor de Dios. Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti…
(Isaías 49,15). Tal como las madres consuelan a sus hijos, Dios conforta a su pueblo (Isaías 66,13); extiende sus alas sobre él y lo lleva sobre sus plumas como un águila que defiende a sus polluelos (Deuteronomio 32,11). En muchos salmos se leen expresiones como: A la sombra de tus alas me cobijo
(por ejemplo, en el Salmo 57,2).
Jesús se valió de esa imagen al orar sobre la ciudad que oprimía al pueblo: ¡Jerusalén, Jerusalén qué bien matas a los profetas y apedreas a los que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y tú no has querido!
(Mateo 23,37).
En 1978, el interés de los teólogos del mundo se despertó a partir de una afirmación que el papa Juan Pablo I hizo a la hora del Ángelus. Al mencionar que Dios nos ama con un amor inagotable, un amor tierno, añadió: Él es Padre, más aun, es Madre
.
A partir de esa sensibilidad, las páginas siguientes ofrecen una invitación a orar en femenino, con inspiración en el testimonio de diversas mujeres. En su mayor parte, se trata de mujeres históricamente reconocibles. Algunas de ellas, cuya referencia consta en los textos bíblicos, son personas reales, representantes de las aspiraciones y del caminar de las mujeres del pueblo de Dios.
Además, en diferentes épocas, en distintas culturas y de múltiples formas, vivieron un amor operante al prójimo, a la humanidad, a todas las criaturas. Amaron a los demás por encima de sí mismas. Por eso tocaron el corazón de Dios, eterna e infinitamente enamorado de todos los seres por él creados, redimidos, sanados, liberados, glorificados.
Mujeres
de la memoria bíblica
Dios habla a través de la Biblia. Los textos bíblicos fueron inspirados por el Espíritu Santo. No obstante, pasaron por las manos de los hombres, casi siempre convencidos de que eran superiores a las mujeres.
Debido a ello, también debemos buscar en la Biblia lo que Dios expresa a partir de las mujeres. Fueron mujeres de inquebrantable fe en Dios liberador; valientes cuando de ayudar a su pueblo se trataba. Y se convirtieron en parte de la Biblia, en la que aparecen en fragmentos preciosos, o entre líneas en las historias contadas por los varones.
Respondieron Raquel y Lía [a Jacob]: ¿Acaso tenemos que ver algo todavía con la casa de nuestro padre, o somos aún sus herederas? ¿No hemos sido tratadas como extrañas después que nos vendió y se comió nuestra plata? Pero Dios ha tomado las riquezas de nuestro padre y nos las ha dado a nosotras y a nuestros hijos. Haz, pues, todo lo que Dios te ha dicho.
(Génesis 31,14-16).
Las comadronas hebreas:
Ingenio que defiende la vida
La Palabra de Dios se pronuncia al estilo humano. Incluso a través de la memoria popular de las mujeres. Esto queda evidenciado en las campesinas que, en Egipto, ayudaban a las mujeres hebreas en sus partos (Éxodo 1,8-22).
A los hebreos que habían migrado hacia Egipto, el faraón los sometía a trabajos forzados y a una gran opresión. Y ordenó a Sifra, Púa y las demás parteras que atendían a las mujeres hebreas, que mataran a los bebés varones y solo dejaran vivir a las niñas. Pero las parteras tenían temor de Dios. Esto quiere decir que siguieron mostrando un profundo respeto por él, confiaron en su acción libertadora y desobedecieron al faraón. Este les preguntaba por qué dejaban que los bebés de sexo masculino vivieran, a lo que ellas respondían: Es que las mujeres hebreas no son como las egipcias. Son más robustas y dan a luz antes de que llegue la partera
. Dios fue benévolo con las comadronas, así que los hebreos avecindados en Egipto iban convirtiéndose en un pueblo numeroso y fuerte. Entonces el faraón decretó que los hebreos debían lanzar al río a todos los niños que nacieran.
No había salida. Pero aquellas parteras creían que Yahvé protege la vida de los indefensos. Que el proyecto de Dios vence los proyectos de muerte de la autoridad humana injusta y absurdamente violenta. Ellas pusieron el temor a Yahvé por encima del miedo. Y como estaban acostumbradas a visitar a las mujeres embarazadas en sus casas, utilizaron el argumento de que las hebreas eran más fuertes, con lo cual quedan demostrados su ingenio y su creatividad.
En este relato bíblico se repiten muchas veces las palabras nacer y vivir. Esto muestra que al no hacer
de las parteras se corresponde el hacer
de Dios a favor de la vida de los indefensos. Evidencia, asimismo, que la resistencia inteligente y valiente de aquellas mujeres, preparó la gran victoria de los hebreos. Con Yahvé de su lado, ellos se liberaron de la opresión de Egipto atravesando el Mar Rojo. Moisés fue quien lideró al pueblo hebreo en su salida del país africano; de hecho, él fue justamente uno de los salvados de las aguas por la acción de las mujeres.
La profetisa Miriam, hermana de Aarón, estuvo al frente de una destacada participación de las mujeres en la celebración de la fiesta de la victoria. Miriam tomó un pandero y entonó su cántico: Cantemos a Yahvé, que se hizo famoso; arrojó en el mar al caballo y su jinete
. Las mujeres la siguieron, tocando panderos y danzando a coro (Éxodo 15,20-21).
Al lado de Dios, somos capaces de defender la vida y la justicia, aun en las situaciones extremas.
Pero tienes lástima de todo, porque todo
te pertenece, ¡oh Señor, que amas la vida!
(Sabiduría 11,26).
Oh, Dios, creador y protector de la vida,
dame la sabiduría y la dedicación de la partera
para defender y promover la vida
en todas sus formas, etapas y situaciones.
Protege a las parteras
que van apresuradas a lugares difíciles,
donde no hay médicos ni recursos sanitarios,
y contribuyen a que ocurra el milagro de la vida.
Bendice a las médicas y a las enfermeras
que atienden partos.
Libra mi corazón de todo pensamiento violento.
Quiero ayudar a la humanidad a superar
todo proyecto que mate, cualquier pena
de muerte, toda forma de esclavitud
y toda el hambre sin razón.
Que se haga tu voluntad
en la vida plena para todas tus criaturas.
Amén.
Débora:
La victoria no le pertenece a un hombre
En uno de los textos literarios más antiguos de la Biblia (Jueces 4 y 5), la Palabra de Dios se expresa a través de la memoria viva de una mujer sabia y valiente: Débora.
Liberados de Egipto, los hebreos enfrentaron la vida en el desierto y se propusieron la conquista de Canaán, la tierra prometida por Dios. Allí se unieron a otras tribus de su mismo origen, que estaban siendo oprimidas por los reyes de las ciudades fortificadas. Fueron doce las tribus de hebreos que se congregaron en torno de la fidelidad