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Genealogía crítica de la violencia: Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres
Genealogía crítica de la violencia: Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres
Genealogía crítica de la violencia: Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres
Libro electrónico366 páginas5 horas

Genealogía crítica de la violencia: Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres

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Esta obra expone desde múltiples aristas y caras la violencia hacia el cuerpo de las mujeres en su diversidad y
ambivalencia, como un espacio propio, sagrado y sujeto de derecho. La perspectiva teológica constituye el núcleo central de estos enfoques
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2021
ISBN9786074177404
Genealogía crítica de la violencia: Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres
Autor

María del Carmen Josefina Servitje Montull

Estudió literatura inglesa, literatura francesa, entrenamiento en relaciones humanas, consultoría de lactancia materna y obtuvo la licenciatura en ciencias teológicas y la maestría en teología y mundo contemporáneo en la Universidad Iberoamericana. Fundadora y Expresidenta de la Cátedra de Teología Feminista en el Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana. Ha sido profesora del diplomado ''Proyecto de Vida'' y de materias de asignatura en el Departamento de Ciencias Religiosas. Está involucrada en actividades de apoyo al desarrollo integral y los derechos humanos de las mujeres marginadas. Su interés principal es recuperar las voces perdidas de las mujeres en la teología y en las diversas tradiciones religiosas, y develar las opresiones explícitas e implícitas hacia las mujeres, especialmente en las culturas actuales y en el cristianismo.

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    Genealogía crítica de la violencia - María del Carmen Josefina Servitje Montull

    Imagen de portada

    Genealogía crítica de la violencia

    Genealogía crítica de la violencia.

    Hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres

    María del Carmen Servitje Montull

    Compiladora

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    D.R. © 2020 Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Primera edición: 2020

    ISBN: 978-607-417-740-4

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    Índice de contenido

    Portadilla

    Legales

    Prólogo. María Pilar Aquino M

    Introducción. María Andrea González Benassini

    Teología

    1. El cuerpo como espacio político-religioso. Ivone Gebara

    2. Liberación de la Violencia. María Pilar Aquino

    3. Rapto y violación de niñas en el Código Deuteronómico. Un análisis a la luz del contexto colombiano. Maricel Mena López

    4. Teología del cuerpo de las mujeres como categoría político-religiosa. Marilú Rojas Salazar

    5. Reflexiones acerca de la posibilidad de liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres. Gloria María Prado Garduño

    6. La violencia intragénero y los detrimentos de las masculinidades hegemónicas. Alternativas teológicas para una trans-formación queer. Ángel Francisco Méndez Montoya

    7. Santidad, cuerpo y violencia: una aproximación desde la psicología feminista. Oliva M. Espín

    Sociología-Política

    8. Genealogía crítica de la violencia contra el cuerpo de las mujeres: algunas reflexiones. Ivone Gebara

    9. Las creencias del feminismo. Marta Lamas

    10. Envidia y vínculos malignos: vías de entrada a la violencia de género. Teresa Lartigue

    11. La Femina Sacra del Arroyo del Navajo y la política de la visceralidad. Julia Estela Monárrez Fragoso

    12. El control de los monstruos: obesidad y vigilancia en el siglo XXI. Steffan Igor Ayora Diaz

    13. Violencia discursiva y cuerpos velados: discursos normativos sobre el velo de las mujeres en la historia de las ideas teológicas cristianas. Saúl Espino Armendáriz

    Narrativa

    14. Cuerpo de mujer = objeto de tortura Lo cotidiano es político: la liberación como paradigma de resistencia de las mujeres en Atenco. Citlalin Ulloa

    15. Homenaje a Carmen Montull Vallés. María Pilar Aquino

    PRÓLOGO

    MARÍA PILAR AQUINO

    Me complace presentar esta colección de artículos que recoge una rica variedad de acercamientos teóricos y análisis contextuales enfocados en el preocupante tema de la violencia, con incidencia particular en el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Esta obra tiene como marco de análisis y comprensión la teoría feminista crítica surgida desde las realidades de resistencia a esa violencia, y de lucha por transformarla en los diversos ámbitos donde nos encontramos. Al igual que en otros contextos mundiales, en América Latina y el Caribe la religión ha sido y sigue siendo una fuerza social ambivalente con respecto a la violencia contra el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. En esta libro se toma una clara postura por acercamientos e interpretaciones teológicas feministas que declaran intereses de liberación, con el fin de intervenir constructivamente en volver realidad la salud integral, los derechos humanos y la justicia para las mujeres. Como se muestra aquí, y tomando en cuenta la pluralidad de disciplinas de estudio, encontramos que la interacción y el diálogo creativo entre la teoría feminista crítica y la teología feminista de la liberación son cruciales para fortalecer intereses comunes hacia la transformación y la liberación.

    El evento que posibilitó la conformación de la obra que tiene en sus manos es el Primer Congreso Continental de Teología Feminista, auspiciado por la Cátedra de Teología Feminista Carmen Montull Vallés y la Universidad Iberoamericana, que tuvo lugar en la Ciudad de México, en marzo de 2017. Este evento, importa mencionarlo, no arranca de cero ni surge del vacío. De hecho, México ha proporcionado un espacio físico e imaginativo para el desarrollo de una teología feminista de la liberación que, hasta el día de hoy, sigue informando los valores y los compromisos de teólogas, activistas y actores religiosos esparcidos por el mundo entero. Deseo ilustrar este aserto trayendo a la memoria los siguientes sucesos, cuyo legado es ampliado y enriquecido por el evento de la Cátedra.

    Por vez primera en la historia teológica latinoamericana, en 1979, México dio la bienvenida a un grupo de teólogas y teólogos, que compartíamos solidaridad y trabajo con los movimientos sociales populares que marcaron la vida de la teología y las iglesias durante la década de los setenta. Con el tema Mujer Latinoamericana: Iglesia y Teología (Mujeres para el Diálogo, 1981), (1) ese grupo de procedencia latinoamericana y caribeña buscó concientizar a la comunidad eclesial sobre las realidades de opresión vividas por las mujeres, visibilizar las prácticas sociales y eclesiales emprendidas para transformar esas realidades e impulsar la contribución de las mujeres como actoras, productoras y sistematizadoras de una teología enraizada en las experiencias de lucha de las mujeres por la liberación. Aunque en esa década las propuestas liberadoras de las feministas eran despreciadas y hasta prohibidas en la mayoría de nuestros países, ese evento propició en muchas de nosotras un incremento de atención e interés por conectarnos con los movimientos y las teorías feministas. Ese grupo primero incluyó a participantes como Ofelia Ortega (cubana), Leonor Aída Concha (mexicana, también organizadora del evento), Cora Ferro (argentina), Elsa Tamez (mexicana), Beatriz Melano-Couch (argentina), Vilma Moreira da Silva (brasileña), Amparo Beltrán (colombiana) y María Pilar Aquino (mexicana). Para mí resultó irónico que, en ese mismo año, mientras hacía mis estudios teológicos en México, uno de mis profesores vaticinó que mi carrera profesional ciertamente fracasaría si me dejaba influenciar por eso del feminismo.

    Más adelante, en 1986, la Asociación Ecuménica de Teólogos y Teólogas del Tercer Mundo (Asett) llevó a cabo la Conferencia Intercontinental de Teólogas del Tercer Mundo (Fabella y Oduyoye, 1988), (2) en la ciudad de Oaxtepec (Morelos, México). Con el lema Hacer teología desde la perspectiva de las mujeres del Tercer Mundo (Aquino, 1988), (3) los intercambios y los estudios compartidos durante esta conferencia llevaron al reconocimiento de que, aun tomando en cuenta las diferencias contextuales, en todos los continentes crece la conciencia sobre los derechos humanos de las mujeres. Las realidades de injusticia vividas en común son igualmente enfrentadas mediante la organización de las mujeres en movimientos sociales enfocados en proyectos de supervivencia, resistencia y lucha por la justicia y la liberación. En esta conferencia también reconocimos que, para las mujeres que participan en esos movimientos motivadas por cosmovisiones religiosas, las luchas por los derechos humanos y la justicia conllevan un pluralismo religioso dentro del cual compartimos valores religiosos y espiritualidades de liberación. Para las teólogas afectadas por la discriminación y la opresión, la actividad teológica es afirmada como una forma de lucha por nuestro derecho a la vida. Entre las teólogas latinoamericanas participantes de esta conferencia, están Ivone Gebara (brasileña), Leonor Aída Concha, Ana María Tepedino (brasileña), Elsa Tamez, María Clara Bingemer (brasileña), Nelly Ritchie (argentina), Luz Beatriz Arellano (nicaragüense), Teresa Cavalcanti (brasileña) y María Pilar Aquino.

    Años después, en 2004, un grupo de teólogas feministas latinoamericanas, caribeñas y latinas estadounidenses nos reunimos en la Ciudad de México, motivadas por el deseo de explorar juntas, intercambiar preocupaciones y afirmar visiones comunes sobre el tema Teología feminista intercultural: Religión, cultura, feminismo y poder (Aquino y Rosado-Nunes, 2008). (4) Este simposio fue significativo por varias razones. Primera, porque fue diseñado como un evento continental para reunir, por vez primera en la historia del cristianismo en las Américas, a teólogas feministas de América Latina, el Caribe y Estados Unidos. Segunda, porque por vez primera la reflexión de las teólogas feministas contó con la guía y los insumos directos de dos prominentes científicas sociales, ampliamente reconocidas como pioneras del feminismo crítico latinoamericano, como son Virginia Gina Vargas (Perú) y María José Zeca Rosado-Nunes (Brasil). También contamos con la orientación conceptual del prominente filósofo de la liberación, Raúl Fornet-Betancourt (Cuba/Alemania), quien es internacionalmente conocido como un pionero de la filosofía y la teología interculturales. Tercera, porque de manera colectiva afirmamos una epistemología intercultural como marco ético-político del saber, que rompe y abandona una epistemología kyriarcal dominante, con sus modos elitistas, centralistas, esencialistas, monoculturales y absolutistas en la producción de conocimientos. Cuarta, porque también de manera colectiva afirmamos la adopción de una epistemología crítica feminista en nuestras prácticas teológicas, de forma que las voces silenciadas puedan emerger y podamos nombrar y enfrentar la violencia sexual contra las mujeres. El simposio también fue significativo porque la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México participó como institución académica coauspiciadora, y la fundadora de la Cátedra de Teología Feminista presentada en este libro, María del Carmen Servitje Montull, fue parte del equipo asesor y del equipo coordinador del simposio.

    Este breve recorrido histórico de los eventos teológicos feministas que han tomado lugar en el suelo mexicano no sólo proporciona un trasfondo histórico al Congreso Continental organizado por la Cátedra de Teología Feminista y al presente volumen, sino que también los coloca en una línea de memoria histórica de la cual emana autoridad y sabiduría para la experiencia teológica feminista mexicana. Tenemos un legado teológico feminista y no estamos solas. De ese legado las teólogas feministas mexicanas podemos seguir afirmando epistemologías teológicas feministas articuladas por marcos teóricos conscientes de sus dimensiones e incidencias éticas y políticas. Ésta es una práctica teológica basada y motivada por valores y principios arraigados en tradiciones religiosas que sustentan el trabajo por nuevas relaciones y sistemas sociales justos. También ese trasfondo histórico esclarece para este tiempo un legado teológico feminista cargado de constantes hermenéuticas irrenunciables, como son:

    • El enraizamiento del pensamiento teológico feminista en las luchas de los movimientos feministas y de mujeres que trabajan por eliminar las raíces kyriarcales de los sistemas sociales y religiosos que generan, multiplican y mantienen la violencia hacia las mujeres.

    • La adopción compartida de marcos teológicos críticos que motiven y promuevan la intervención de nuestras comunidades en la transformación constructiva para lograr los objetivos de la dignidad humana plena, la salud sexual integral, los derechos humanos de las mujeres y la justicia social mundial.

    • El compromiso por seguir desarrollando recursos religiosos que fortalezcan las habilidades y las capacidades de nuestras comunidades para enfrentar y superar la violencia contra los cuerpos y la sexualidad de las mujeres.

    • Una clara incorporación de la opción por los pobres, las oprimidas y marginadas en nuestra elaboración teológica y en nuestras vivencias que dan cuerpo a lo que creemos.

    • Una decidida y valiente orientación del saber teológico feminista hacia la militancia por actitudes y obras de justicia y liberación; esto es, hacia un ejercicio de saber teológico que abandona hostilidades y rivalidades para forjar visiones compartidas dadoras de vida.

    • Una adopción de métodos participativos y deliberativos de comportamiento y acción, que claramente abandona las formas de actuar impositivas, verticalistas, controladoras, elitistas, autoritarias, intransigentes, vengativas y arbitrarias, que son típicas en una mente controlada por la epistemología kyriarcal.

    • Una práctica discursiva y cognitiva feminista dedicada a fomentar la inteligencia de la fe con el rigor y la fineza de la excelencia educativa y profesional, ya que las mujeres de los grupos sociales marginados no esperan, ni desean, ni merecen una teología plagiada, pobre y mediocre.

    Con tal visión y fuerza emanadas de ese legado, las teólogas feministas mexicanas sólo podemos promover una teología que enderece las ideas, no que las siga torciendo, distorsionando o manipulando para el beneficio propio o el de los poderes establecidos que nos violentan con su saber. Solamente así la contribución de la Cátedra valdrá la pena.

    La idea de establecer una Cátedra de Teología Feminista en México nació y maduró durante la primera década de este siglo. El ámbito social, cultural y religioso del siglo pasado, afectado por los desafíos, los aportes y la creciente visibilidad del feminismo mexicano, propiciaron oportunidades para imaginar la existencia de una Cátedra feminista que contara con el apoyo de una institución académica. Hemos pasado por un largo trecho entre los gérmenes de esa idea y la realización de ambos: el Congreso Continental y el presente volumen. Durante la década pasada, la fundadora de la Cátedra, María del Carmen Servitje Montull, y yo muchas veces conversamos sobre modos viables para promover el estudio y el desarrollo de la teología feminista en México. Yo tuve el honor de invitarla a presentar conferencias sobre la espiritualidad feminista cristiana a mis estudiantes en la Universidad de San Diego, las cuales fueron recibidas con mucho entusiasmo. Ambas compartíamos la preocupación por visibilizar los marcos teológicos feministas en el contexto social, educativo y eclesial mexicano. La iniciativa de establecer la Cátedra de Teología Feminista viene como respuesta a esas preocupaciones, y fue motivada por el deseo de impulsar en México un pensamiento teológico feminista de corte crítico y liberador. La implementación inicial de la Cátedra, junto a su fundadora, fue realizada en modo de colaboración participativa y solidaria por mis apreciadas colegas, las teólogas feministas María Laura Manrique Nava y María Concepción Flores Calderón, quienes contaron también con el generoso apoyo de la teóloga Christa Godínez Munguía.

    En verdad, la misma existencia de la Cátedra es ya un gran logro porque abre oportunidades nuevas para visualizar el forjamiento de una teología feminista mexicana en un futuro más cercano de lo que hoy podemos pensar. Si México no ha sido un sitio hospitalario para las teorías y las teologías feministas, en realidad ningún otro sitio del planeta lo ha sido. Los movimientos sociales y las teologías feministas han florecido a contracorriente, rompiendo barreras sexistas y excluyentes, inventando herramientas simbólicas y tangibles de emancipación, forjando razones para seguir creyendo y dando vida a las aspiraciones e iniciativas de las mujeres marginadas por justicia y libertad. Los procesos sociales mundiales de transformación constructiva están ya en ruta hacia el desmantelamiento de los sistemas, ideologías, culturas y religiones kyriarcales. No es posible ya detenerlos ni capitular en el camino. Para la interpretación cristiana de esos procesos, ahí es donde descubrimos la presencia viva y la acción liberadora de Dios en el mundo. Para quienes encontramos motivación, luz e inspiración en las vertientes proféticas y subversivas de la tradición cristiana, ahí es donde está ocurriendo la obra liberadora de Jesucristo, redimiendo y recapitulando al mundo para la plenitud de la vida. La Cátedra de Teología Feminista forma parte de esos procesos, y para mí esta es razón suficiente para seguir alimentando la esperanza en un futuro diferente. Mi deseo es que, con la adopción del legado teológico feminista en México y con la lectura de este libro, también sea alimentada la suya. ¡Otro Mundo es Posible!

    REFERENCIAS

    Aquino, María Pilar. (Ed.). (1988). Aportes para una teología desde la mujer. Colaboraciones de teólogas latinoamericanas en la Conferencia Intercontinental de mujeres teólogas del Tercer Mundo, celebrada del 1 al 6 de diciembre de 1986, en Oaxtepec (México). Madrid: Biblia y Fe.

    Aquino, María Pilar y María José Rosado-Nunes. (Eds.) (2007). Feminist Intercultural Theology: Latina Explorations for a Just World. Maryknoll, NY: Orbis Books.

    Aquino, María Pilar y María José Rosado-Nunes. (Eds.). (2008). Teología feminista intercultural: Exploraciones Latinas para un mundo justo. México: Ediciones Dabar.

    Fabella, Virginia y Mercy Amba Oduyoye. (Eds.). (1988). With Passion and Compassion: Third World Women Doing Theology. Reflections from the Women’s Commission of the Ecumenical Association of Third World Theologians. Maryknoll, NY: Orbis Books.

    Mujeres para el Diálogo. (Ed.). (1981). Mujer Latinoamericana: Iglesia y Teología. México: Mujeres Para el Diálogo.

    1- Leonor Aída Concha, una religiosa pionera del feminismo mexicano, fungió como organizadora principal de este evento y de la publicación resultante.

    2- La publicación en inglés de esta conferencia incluye los artículos presentados desde África, Asia y América Latina (véanse las referencias).

    3- La publicación en español de esta conferencia solamente incluye los artículos presentados desde América Latina (véanse las referencias).

    4- La publicación en inglés y en español de este evento está indicada en las referencias. Me interesa notar que esta publicación recibió el premio de Mención Honorable en Temas de Género, otorgada por la Asociación Católica de Prensa de Estados Unidos y Canadá (Catholic Press Association of the United States and Canada).

    INTRODUCCIÓN

    MARÍA ANDREA GONZÁLEZ BENASSINI

    La Cátedra de Teología Feminista Carmen Montull Vallés, (1) en celebración de su décimo aniversario en la Universidad Ibero­americana, Ciudad de México, pionera en América Latina y única en una instancia jesuita, llevó a cabo el Primer Congreso Continental de Teología Feminista, Genealogía crítica de la violencia: hacia la liberación del espacio político-religioso del cuerpo de las mujeres los días 1, 2 y 3 de marzo de 2017. La inauguración y la clausura estuvieron a cargo del rector David Fernández Dávalos quien, en su discurso inaugural, enfatizó que la violencia contra las mujeres y su cuerpo se encuentra, desafortunadamente, arraigada en esta cultura por una condición histórica de desigualdad y de sometimiento entre los géneros. (2)

    El tema seleccionado para reflexionar en el Congreso partió de la necesidad de hacer un análisis crítico del origen y la raíz de la violencia hacia el cuerpo de las mujeres, para analizarlo desde diferentes ángulos, experiencias, enfoques y disciplinas, debido al incremento y la desmesura de la violencia de género. En México, por poner un ejemplo, dicho terrorismo provoca la muerte feminicida de 7.5 mujeres al día, (3) esto sin incluir otras formas de violencia perpetradas hacia sus cuerpos.

    Esta obra es fruto de las ponencias presentadas en el Congreso, las cuales, desde su contexto, situación y academia, muestran las múltiples aristas y caras de la violencia. El abordaje del tema del cuerpo de las mujeres en su diversidad y ambivalencia, como un espacio propio, sagrado y sujeto de derecho, es compartido en forma polisémica por cada uno de las y los autores de los textos, dejando vislumbrar la punta del iceberg de la situación global, y específicamente continental, de esta pandemia mundial, como la ha llamado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para proponer relaciones equivalentes que ayuden a liberar a más de la mitad de la humanidad de la injusticia y la inequidad.

    Como corolario del Congreso tuvimos el honor de presenciar la entrega de la medalla san Ignacio de Loyola, por parte del rector David Fernández Dávalos, a la reconocida y querida teóloga brasileña Ivone Gebara. Dicho reconocimiento, como lo afirmó el rector, se debe a que su obra y trayectoria académica se apegan a los principales lineamientos del ideario jesuita y universitario, como es la promoción de la justicia y la libertad; la crítica a las formas contemporáneas de exclusión y violencia; el enaltecimiento de la equidad y el respeto por las diferencias culturales; el reconocimiento de las desigualdades de género y de pertenencia a minorías; la lucha contra las condiciones de pobreza que aquejan a los más desfavorecidos del globo; el favorecimiento de una cultura de paz y el compromiso por el medio ambiente y su formación humanista. (4) Por su parte, Gebara respondió a través de su ponencia magistral, que se encuentra en este dossier, en la que plantea que los cuerpos de las mujeres irrumpen en su espantosa diversidad en la historia contemporánea, en la sociedad y en las iglesias afirmando nuevas identidades y buscando una ciudadanía plena. (5)

    Deseo aprovechar este espacio para agradecer a la Universidad Iberoamericana la disponibilidad y el ahínco en la organización del Congreso; al Departamento de Ciencias Religiosas, que de manera oportuna estuvo atento a todos los detalles. Agradecer también a la presidenta y los miembros del consejo de la Cátedra, por su fe ciega en la organización del evento y a cada uno de los y las ponentes por su pronta respuesta y par­ticipación entusiasta a la invitación. Y, por último, deseo mencionar y agradecer a quienes hicieron del evento un éxito, viniendo de varios países de América Latina y de casi toda la República mexicana, las y los 500 asistentes que llenaron de vida el Congreso.

    1- Con sede en el Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.

    2- Ibero, Recuperar la parte femenina de Dios para una humanidad sin exclusiones: Rector, 1 de marzo de 2017. Recuperado de http://ibero.mx/prensa/recuperar- parte-femenina-de-dios-para-una-humanidad-sin-exclusionesrector (consultado el 1 de marzo de 2018).

    3- El Financiero, Ocurren en México 7.5 feminicidios al día, revela ONU Mujeres, 6 de marzo de 2018. Recuperado de http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/ocurren-en-mexico-7-5-feminicidios-al-dia-revela-onu-mujeres (consultado el 1 de marzo de 2018).

    4- Cátedra de Teología Feminista, Homenaje a la Dra. Ivone Gebara, 3 de marzo de 2017. Recuperado de https://www.youtube.com/edit?video_referrer=watch&video_id=83VDH882Tgs (consultado el 1 de marzo de 2018).

    5- Ivone Gebara, El cuerpo como espacio político- religioso, ponencia magistral en este compendio de textos del Primer Congreso de Teología Feminista.

    TEOLOGÍA

    1. EL CUERPO COMO ESPACIO POLÍTICO-RELIGIOSO

    IVONE GEBARA (1)

    BREVE INTRODUCCIÓN

    El título de la conferencia que me propusieron es muy sugestivo. Define al cuerpo y, sin duda, al cuerpo humano como espacio, especificando la aseveración sobre ese espacio a partir de la dimensión política y religiosa. En otras palabras, propone una reflexión sobre el cuerpo como cuerpo político y religioso.

    Empiezo con la noción de espacio, o sea, del cuerpo como espacio. Y en ese comienzo percibo que no se puede hablar del cuerpo como espacio sin hablar también del cuerpo como tiempo. El tiempo de la vida de un cuerpo es el tiempo de la vida en un espacio. Los cuerpos situados en un espacio y en una fecha se ratifican en la grandeza y en el límite de lo espacio-temporal. Cuando el cuerpo es cuerpo físico está siempre en mutación en el espacio y en el tiempo. Cuando deja de estar en el espacio, deja de estar en el tiempo. El espacio y el tiempo no son dos sustancias separadas, sino relaciones experimentadas por los cuerpos, relaciones diferenciadas, variables y concomitantes, en las cuales los cuerpos son y suceden. Nuestros cuerpos existen siempre en relación con otros, en movimiento junto a otros cuerpos, en interacción, en conflicto o en solidaridad con otros en los espacios y en los tiempos diversos.

    Lo que llamo mi cuerpo es esta espacialidad individualizada que ocupo al moverme en el tiempo y al encontrar otros cuerpos, de tal forma que puedo pensarme y narrarme en un largo o corto tiempo atravesando espacios y temporalidades diferentes. A partir de mi cuerpo —mi espacio y mi tiempo privilegiados— tengo la vivencia agradable, dolorosa, nostálgica, esperanzada, odiosa, amorosa, apurada, tranquila, etc., del espacio y del tiempo. En él tengo la vivencia de la presencia de otros cuerpos a los cuales atribuyo valoraciones y reconocimientos diferentes, lo cual puede conducir a que ignore la presencia de algunos.

    Quiero mostrar, en esta reflexión, algunas de nuestras vivencias y pensar en algunos aspectos de la propuesta que me hicieron. Mi percepción y mi análisis están delimitados por mi formación filosófica y teológica feminista, y por mi espacio y tiempo actuales. En ese espacio y tiempo corporal nada es homogéneo e igualitario, pero tampoco se puede decir que sea, solamente, heterogéneo y desigual. Las variaciones y la diversidad están inscritas en la historia de todos los cuerpos, de tal forma que hasta los discursos con tendencias universales están sujetos a la variación y a la mutación de la diversidad. Mi cuerpo es también comprensión e interpretación del mío y de otros cuerpos. Es un acto objetivo en la medida en que acojo o repudio los otros discursos vigentes sobre cuerpos diferentes. En ese sentido, cualquier teoría sobre el cuerpo exige el pensamiento y el reconocimiento de lo que se dice de mi cuerpo o de nuestros cuerpos. Para que mi cuerpo no sea reducido a una teoría sobre él mismo, a una mercancía, a una prisión, a un objeto o a tantas otras etiquetas, nuestros tiempos están exigiendo de nuevo un pensamiento del cuerpo consciente sobre sí mismo y sobre los otros cuerpos; un pensamiento anclado en hechos, acontecimientos y sentimientos que no sólo cubran los cuerpos o los desnuden de sus derechos, sino que expresen las muchas microiniciativas que mantienen vivo el viejo combate sobre la dignidad de los cuerpos.

    SER MI CUERPO

    Mi cuerpo... ¿Qué es ser mi cuerpo? Cuerpo físico, de conciencia corpórea, de dolor, de placer, de hambre, de corajes, de odios, de amores, de deseos, de necesidades, de encuentros, de desencuentros... Mi cuerpo, mío y de otros, usado, odiado, amado, olvidado, robado, desposeído, poseído por otros cuerpos. Mi cuerpo —esta extensión limitada en un espacio y tiempo— convive con otros sin los cuales no sería lo que es. Mi cuerpo —imagen de su cuerpo— es como el suyo, y el suyo es como el mío. Soy mi cuerpo, estoy en el cuerpo, amo mi cuerpo, odio mi cuerpo, lucho por cuerpos...

    Mi cuerpo, nuestros cuerpos, no ocupan espacios y tiempos uniformes, pues siempre hay prohibiciones, interdicciones, prisiones, barreras, puertas cerradas o abiertas para otro cuerpo. Mi cuerpo tiene sexo, tiene género, tiene corazón, tiene razón, tiene peso, tiene clase, tiene color… ¿Qué determina esas variaciones? Es que el cuerpo es mucho más que lo biológico. En aquello que llamamos biología corpórea se inscribe la raza, la clase, la cultura, la creencia religiosa y tantos otros elementos que componen, de forma continua y discontinua, aquello que llamamos mi cuerpo. Mando sobre mi cuerpo y no mando sobre él. Se me escapa cuando lo aprisionan y no consigo liberarlo, cuando está enfermo y no consigo curarlo, cuando no consigo aliviar sus dolores o traer de regreso sus amores. Es como si en él hubiese una fuerza que me trasciende y que dobla mi conciencia de ser un cuerpo, de querer como cuerpo. Por eso soy mi cuerpo en la ambigüedad, también, de no ser sólo cuerpo, sino tener un cuerpo. En esa mezcla misteriosa comprendo la unidad múltiple de mi cuerpo, su limitación e ilimitación imaginaria, su historia de luces y tinieblas, su fuerza de dar vida y de quitarla. La Historia es cuerpo, cuerpos en relación, en sujeción, en dominación, en conquista, en victoria, en superación, en invención de vida y muerte.

    Hasta aquí tal vez nada nuevo… Apenas elucubraciones del pensamiento sobre mi cuerpo pensándose y sintiéndose a sí mismo, rescatando de forma general experiencias conocidas y desconocidas. Pero el cuerpo humano, ya lo dije antes, no es simplemente espacio y tiempo. El cuerpo es color, etnia, clase social, género, transgénero; es criatura, es niño, es niña, es joven, es viejo, es pesado, es leve, es saludable, es enfermo, es ignorante, es inteligente, es violento, es amoroso… El cuerpo sólo es nuestros visibles e invisibles accidentes en las visibles e invisibles relaciones, acontecimientos y situaciones entre los cuerpos. La sustancia del cuerpo está formada por los accidentes o las especificaciones que lo constituyen. Son los accidentes que componen los incidentes de la historia de los cuerpos los que hacen los amores y los odios, los rechazos y transgresiones, el derecho y la falta de derecho, las guerras y la frágil paz. Los

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