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Karst y cuevas: La cuarta dimensión de la naturaleza
Karst y cuevas: La cuarta dimensión de la naturaleza
Karst y cuevas: La cuarta dimensión de la naturaleza
Libro electrónico169 páginas1 hora

Karst y cuevas: La cuarta dimensión de la naturaleza

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El karst es un paisaje resultado de un proceso de disolución de rocas que tarda en desarrollarse miles e incluso millones de años. Su naturaleza dinámica (compuesta por agua, roca y aire) se alía con el tiempo para crear paisajes que, a veces, parecen imposibles; la cuarta dimensión de la naturaleza. El objetivo de este libro es iniciar al lector en el mundo del karst abordando, de forma cercana y divulgativa, tanto las cuestiones más generales como los últimos avances en la materia, las nuevas exploraciones y las líneas de investigación pioneras que hoy en día se discuten en los foros científicos más importantes del mundo. Así podremos entender cómo es la génesis del karst, cuál es la cueva más grande o más profunda del mundo o por qué microorganismos que viven en ambientes extremos como las cuevas pueden influir en la en la formación de estalactitas, estalagmitas o en la captura de CO2. En definitiva, este es un libro que bien podría ser un compañero de viaje o de sueños pero, sobre todo, pretende ser la puerta al fascinante mundo del karst.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 abr 2020
ISBN9788490979815
Karst y cuevas: La cuarta dimensión de la naturaleza
Autor

Juan José Durán Valsero

Científico titular del IGME y director del Departamento de Investigación en Recursos Geológicos. Doctor en Ciencias Geológicas y licenciado en Geografía e Historia, ha sido profesor asociado en la Universidad Autónoma de Madrid. Es codirector de la Unidad Asociada entre el IGME y la Universidad de Málaga sobre Estudios Hidrogeológicos Avanzados y académico correspondiente de la Academia Malagueña de Ciencias.

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    Karst y cuevas - Juan José Durán Valsero

    autoría.

    INTRODUCCIÓN

    Comúnmente, el término karst es muy conocido por especia­­listas y científicos que trabajan en el ámbito de las Ciencias de la Tierra, pero apenas por aquellos profanos en la materia. Sin embargo, el ciudadano de a pie, aun desconociendo el término y todo lo que este implica, con toda seguridad alguna vez ha tenido contacto con algún elemento del karst o ha disfrutado de sus característicos paisajes en algunas de sus manifestaciones. Más aún, la humanidad desde tiempos muy remotos ha estado íntimamente relacionada con los territorios kársticos y con sus principales protagonistas subterráneas, las cuevas. Este libro pretende acercar al lector el maravilloso mundo del karst, donde cohabitan impresionantes formas del relieve en la su­­perficie del terreno con el mundo subterráneo de las cuevas, espectaculares y misteriosas, y seguramente uno de los ámbitos más desconocidos de nuestro planeta.

    El karst es un sistema constituido por un conjunto de rocas determinadas con unas morfologías particulares y una organización del espacio subterráneo diferente al existente en el resto de litologías que configuran un funcionamiento hidrogeológico característico. Muchos ecosistemas dependen en gran medida del karst: no hay que olvidar que hablar de karst es hablar de agua. Esta es la gran protagonista del karst, sobre todo la subterránea. Es el motor de un fenómeno complejo que moldea una amplia superficie de nuestro planeta, más del 15 por ciento. En la superficie da lugar a un elenco de formas que configuran paisajes extraños como los campos de lapiaces; o conjuntos de formas escultóricas que se retuercen, como ocurre en las co­­nocidas como ciudades de piedra: la Ciudad Encantada de Cuen­­ca, el Torcal de Antequera en Málaga o el fantástico parque nacional Tsingy de Bemaraha en Madagascar. Algunas de estas formas subaéreas surgen del mar y otras de la tierra, como emergiendo de la nada, a modo de islas, como ocurre en la Bahía de Halong, Vietnam, o el espectacular karst en torres en la China meridional.

    Pero en el subsuelo el karst también se manifiesta de forma increíble. El agua que se infiltra desde la superficie de la tierra forma las cavidades kársticas, las cuevas, algunas de dimensiones extraordinarias y con formaciones espectaculares de estalactitas, estalagmitas, columnas o banderas. En muchos casos formando redes kársticas de cientos de kilómetros de conductos y salas con varios millones de metros cúbicos. Y, cómo no, el agua da lugar en los medios carbonáticos a importantes acuíferos kársticos, que son almacenes estratégicos de agua dulce en muchas regiones y conforman el sistema integral del karst en su sentido más amplio. Los medios kársticos son, además, áreas atractivas para la visita turística y su riqueza ambiental ha dado lugar a que muchos lugares hayan sido objeto de protección específica para preservarlos. En España existen numerosos ejemplos, como los parques nacionales de Picos de Europa, el de Ordesa y Monte Perdido o el parque natural de las Lagunas de Ruidera o de Sierra de las Nieves. Pero también figuras de carácter internacional han sido la herramienta para la protección de estos enclaves. Así, existen numerosos lugares como la serra de Tramuntana en Mallorca, declarada patrimonio mundial; la isla de Menorca que es reserva de la biosfera o algunos ejemplos de humedales de origen kárstico incluidos en el Convenio de Ramsar. Las cuevas, por el contrario, han contado con menos impulso en su protección específica y su conser­­vación, debido a que su propio medio, subterráneo, ha creado algunas incertidumbres y dudas sobre el tipo adecuado de gestión, planificación y conservación. No obstante, en el mundo existen ejemplos, como la Mammoth Cave en Estados Unidos o la cueva de los Guácharos en Colombia, declaradas parque nacional. También, la legislación europea ha intentado, a partir de la Directiva Hábitats, que la Red Natura 2000 sirva como un gran paraguas bajo el que muchas cuevas están protegidas como lugares de interés comunitario.

    Todos estos aspectos y muchos más serán desarrollados en este libro, que esperamos sea atractivo para el lector y consiga ofrecer una visión amplia y sintética de lo que son y representan el karst y las cuevas.

    CAPÍTULO 1

    ¿QUÉ ES EL KARST? ETIMOLOGÍA, CONCEPTO E HISTORIA

    El término karst denominaba históricamente a un relieve muy particular en la región italo-eslovena de Kras. Este relieve estaba originado por un proceso químico que sufre la roca caliza y que, como consecuencia, da lugar a un paisaje rocoso muy particular. La evolución del concepto ha venido de la mano de la ciencia, ya que el proceso básico de disolución (la karstificación), se amplió a otras rocas solubles como la dolomía o el yeso y posteriormente una serie de disciplinas científicas ampliaron lo que hoy conocemos como ciencias del karst.

    La génesis del karst se basa en las reacciones químicas que producen la disolución y la precipitación en presencia de agua y dióxido de carbono. El CO2 atmosférico y del suelo se disuelve en el agua de lluvia y reacciona con la roca caliza para formar ácido carbónico. El ácido carbónico disuelto se disocia parcial­­mente formándose el ion bicarbonato, que queda disuelto en el agua infiltrada en el suelo. En estas condiciones, el agua es ácida y puede reaccionar con la roca caliza y disolverla. La so­­lución química generada puede buscar el equilibrio disol­­viendo o, por el contrario, precipitando el carbonato disuelto, volviendo a crear depósitos carbonáticos en condiciones y formas muy particulares. Este proceso, resumido en la siguiente fórmula, muestra cómo, dependiendo de hacia dónde se desplace la reacción, se crea o se disuelve la roca. Queda claro que se necesita la tríada básica para dar lugar al karst: disponibilidad de agua, roca soluble y presencia de CO2. A estos tres compuestos hay que añadir otro componente básico: el tiempo

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