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Ovnis, los mejores testigos
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Libro electrónico476 páginas3 horas

Ovnis, los mejores testigos

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Ovnis, los mejores testigos refleja esta inquietud natural por descubrir las causas de fenómenos aéreos desconocidos, enfocado en nuestra íntima necesidad por saber sobre el estudio de los objetos voladores no identificados u ovnis. Se parte de la premisa que efectivamente corresponden a un fenómeno estructurado, de naturaleza física y que, por ende, son capaces de ser registrados y medidos en sus manifestaciones por los instrumentos apropiados.
IdiomaEspañol
EditorialMAGO Editores
Fecha de lanzamiento18 ago 2014
ISBN9789563173253
Ovnis, los mejores testigos

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    Ovnis, los mejores testigos - Juan Castillo Cornejo

    Juan Castillo Cornejo

    OVNIs

    Los mejores testigos

    © Copyright 2013, by Juan Castillo Cornejo

    © OVNIs, los mejores testigos

    Primera edición digital: Agosto 2014

    Colección Investigaciones

    Director: Máximo G. Sáez

    editorial@magoeditores.cl

    www.magoeditores.cl

    Registro de Propiedad Intelectual Nº 230.893

    ISBN: 978-956-317-325-3

    Diseño y diagramación: MAGO Editores

    Lectura y revisión: MAGO Editores

    Ilustración portada: José Lemos Caro

    Ilustración contraportada: Alonso Salazar

    Edición electrónica: Sergio Cruz

    A todos los grupos y personas que han tenido la

    oportunidad de ver OVNIs y que han compartido

    esa rica información en beneficio de la verdad.

    Agradecimientos

    Un trabajo como este no se podría haber logrado sin la colaboración de muchas personas que de uno u otro modo han aportado con información, con casos, con entrevistas y una infinidad de otros detalles en los que no vale la pena ahondar, pero que dejan de manifiesto que este es un tema que interesa a muchas personas dispuestas a colaborar si ven un trabajo serio. Aunque muchas han querido permanecer en el anonimato, vayan para ellas mis más sinceros agradecimientos. Por otro lado agradezco a la familia Antecao Lemus por la paciencia en las entrevistas y por sus aportes después de muchos años de ocurrido el caso que marcó sus vidas y la de toda su comunidad.

    También agradezco a los diferentes ilustradores que han hecho su valioso aporte. A mi hijo Albert Castillo, por la paciencia en los esquemas que permiten entender de mejor manera los casos. Al señor Marcelo Moya, por el análisis de muchas fotografías. A mi editor Máximo González, por apoyar siempre mis ideas y tener la confianza en mi capacidad de entregar siempre un trabajo interesante. Agradezco al programa de televisión en línea Info – UFO que me ha permitido, y obligado en cierta forma, a profundizar temas que hoy son parte de este libro, y porque me ha permitido llegar a muchas personas que constituyen una red que ha aportado rica información.

    Finalmente, al History Chanel que a través de su programa Contacto Extraterrestre permitió una opinión diferente y más aterrizada sobre el fenómeno OVNI.

    Presentación

    Es efectivo que hoy y en las diferentes eras la humanidad ha sido atormentada por numerosas problemáticas, ya sean de orden bélico, o bien por diversas situaciones generales que desencadenan aspectos violentistas, lo que sumado a las distracciones a nivel doméstico que se generan a raíz de las variadas revoluciones –producto del desenfrenado desarrollo científico, político y económico–, mantienen ocupados sus sentidos. A pesar de esto, el hombre debe saciar su infatigable apetito de sapiencia y su curiosidad por saber lo que sucede en su entorno, para lo cual recurre a todo tipo de información. Como hoy la globalización permite el uso tecnológico de la computación y sus derivados, se tiene por resultado un bombardeo de información difícil de procesar y de discriminar en cuanto a la veracidad de los sucesos. Esto sucede con la información sobre los OVNIs en donde la red está saturada de datos imprecisos de los cuales muchos se nutren. No obstante debemos tener cuidado con esto, pues se distorsiona la realidad, entregándonos falsas expectativas de los acontecimientos.

    Muchos libros han sido publicados en todo el orbe sobre este tema, abordándolo desde distintos ángulos. Desde la presencia en el pasado, hasta los más delirantes relatos sobre abducciones, pasando por las diferentes eras tecnológicas que han influenciado, de una u otra forma, la perspectiva de presentar el problema. Este libro sólo tiene la pretensión de ser un aporte a la casuística, en donde los casos han sido abordados con la seriedad que el tema amerita y con una presentación un poco distinta a como los autores nacionales lo han hecho hasta ahora en otras obras de esta naturaleza. Acá se presentan casos de diversas fechas, de varios lugares del mundo, algunos conocidos, otros desconocidos, así como otros ocurridos a integrantes de las fuerzas armadas de nuestro país y el mundo, más algunos casos civiles chilenos que me han parecido sobresalientes.

    Este libro refleja esta inquietud natural por saber las cosas relacionadas con fenómenos aéreos desconocidos, enfocado en nuestra íntima necesidad por saber sobre el estudio de los objetos voladores no identificados u OVNIs. Se parte de la premisa que efectivamente corresponden a un fenómeno estructurado, de naturaleza física y que, por ende, son capaces de ser registrados y medidos en sus manifestaciones por los instrumentos apropiados: contador geiger, cámaras fotográficas y filmadoras análogas, digitales o con sistemas infrarrojos, equipos de radar y sonar, visores binoculares infrarrojos, para visión nocturna, etc.; instrumentos que resultan suficientes para que los parámetros indicados por ellos, y el testimonio de testigos, se constituyan como elementos válidos ante la ciencia. Sin embargo, en ocasiones el autor también entregará su opinión personal, acompañada de comentarios de algunas entidades que se han referido a algunos casos. En algunos sólo se han puesto los testimonios tal como las fuentes los han presentado, sin intervenciones y sin mayores comentarios, pero entendiendo que la casuística en su conjunto constituye un elemento importante, sobre todo en la comparación de los casos.

    Vale la pena mencionar que el lector encontrará en cada caso una serie de iconos que ayudarán a comprender los mapas de Ortotenia y dilucidar rápidamente a qué tipo de caso se trata; si este le ocurrió a un avión de guerra, comercial o si se trata de un helicóptero, por ejemplo, o si un caso es civil o militar, o si el caso ha sido filmado o fotografiado. También la combinación de estos iconos nos puede señalar la altura, forma y comportamiento del fenómeno. Este sistema fue utilizado por el investigador francés Aimé Michel en la oleada de OVNIs del año 1954 en los mapas de avistamientos que publicó, más otros iconos introducidos por este autor. Sólo bastará un rápido repaso del apéndice 2 para entender el uso y la utilidad de este método que ayudará en la comprensión e identificación de los casos.

    Por último, este libro puede leerse desde la perspectiva que el lector estime conveniente, sin tener un orden. Puede ser abierto en cualquier página y ser leído, volver al principio o atrás; de cualquier modo resultará interesante.

    Introducción

    Es importante hacer notar que la incógnita por resolver no es menos compleja que demostrar la existencia física del fenómeno. Se trata de la o las causas que puedan –mediante las leyes físicas, químicas u otras–, demostrar que estos objetos son de comportamiento inteligente y estructurado. Dados los diferentes casos analizados, la percepción general es que corresponden a elementos físicos construidos y de comportamiento «dirigido» o «inteligente» en el acto de volar, o bien supuestamente capaces de volar (algunos objetos han sido visto posados en la superficie terrestre y su descripción física es coherente con la de otros que han sido detectados en vuelo).

    La otra fase del problema, es que este comportamiento inteligente lleva a no pocos «investigadores» o ufólogos a sostener hipótesis de que son naves o elementos de transporte para entidades extraterrestres o bien intraterrestres, provenientes de otros sectores del universo físico, o bien de otras esferas correspondientes a las manoseadas y mal entendidas «otras dimensiones». Por otra parte, generalmente, cuando se escucha la muy difundida expresión «plato volador», asociada al fenómeno OVNI, se torna inevitable para el común de estos «investigadores» la directa asociación OVNI – plato volador – nave extraterrestre, lo que hace que sea, para cualquier planteamiento al respecto, extremadamente dificultoso encausar fines serios de investigación en profundidad, evitando las aceleradas conclusiones, en ausencia por completo de un análisis detallado de la situación.

    Al margen de todas estas ideas, el problema pragmático de real calibre y validez inmediata lo constituye la identificación correcta de un fenómeno denominado OVNI, a partir de un suceso denunciado como extraño o ajeno a todo elemento convencional de vuelo o fenómeno natural conocido por testigos calificados, por lo que más que un enigma, estos sucesos deben convertirse en un motivo de preocupación para las naciones.

    La investigación OVNI, necesita del dato duro, o sea de aquellos casos ocurridos a personal calificado, con conocimientos en áreas de la ciencia que permitan en un momento dado discriminar un acontecimiento anómalo. También es necesario que sean personas dignas de confianza. Siguiendo con nuestra línea investigativa hemos buscado aquellos casos pasados y actuales, ocurridos a diversas personas en donde la cantidad de información y testigos permita un buen análisis de los casos.

    Como seres humanos, los testigos también están sometidos a cometer errores de observación, por lo que se tratará que los casos analizados, sean aquellos en que exista ojalá más de un testigo. También tomaremos casos extranjeros de civiles destacables, por los testigos y porque escapan al común de los casos.

    También se mostrará una serie de casos en que los testigos son de alta calificación (como los astronautas), o que son miembros de las fuerzas armadas y de orden (casos aeronáuticos), que nos entregará puntos de vista diferentes al del ámbito civil. Creemos, además, que es necesario dejar consignados estos casos en un libro que sea de fácil acceso al público general interesado en estos temas.

    La posición de la ciencia sigue siendo distante, dada la gran variedad de ridículas hipótesis planteadas sobre los avistamientos. El contactismo, sumado al nacimiento de sectas ligadas a estos fenómenos, es otro escollo que será difícil de sortear, puesto que en nuestro país y en el mundo han surgido grupos liderados por personajes de dudoso equilibrio psíquico, que muchas veces bordean la paranoia y son capaces de involucrar a familias enteras convenciéndolas para que sean sus seguidoras. El peligro de estos grupos radica en que dado el desequilibrio de sus líderes, pueden arrastrar a grupos de personas al suicidio, como ya ha ocurrido, o en el «mejor» de los casos a realizar y montar comunidades en lugares apartados poniendo en verdadero peligro la integridad de menores de edad. Podemos mencionar un ejemplo palpable en nuestro país en donde un individuo dice haberse comunicado con un extraterrestre llamado Irenko que, según él, le envíaba mensajes apocalípticos y de todo tipo. Dicho sujeto formó un grupo que cuenta con varios seguidores y que se encuentra involucrado con los principales y más mediáticos ufólogos nacionales. Esto constituye otro escollo en la investigación, puesto que uno puede preguntarse: ¿hasta qué punto estos personajes los han influenciado?, ¿cuál es la credibilidad que pueden tener? De allí es que se plantea este nuevo método de análisis que nos permite entregar información proveniente de un sector que no está interesado en inventar cosas y que incluso tiene más que perder que ganar por el estigmatismo que para ellos significa narrar sus casos.

    A esto podemos sumar parte del instrumental científico que algunos testigos manejan, sobre todo los de astronautas, pilotos y militares, en cuyos casos están involucrados tanto el radar de abordo como de tierra; o en los de la armada, con sus instrumentos de sonar; o del personal de las bases antárticas que son hombres de armas y de ciencia que en determinadas ocasiones pueden poner sus conocimientos al servicio de una observación, haciéndola más valiosa y con mejores antecedentes, aunque en otras debemos conformarnos con sus honestos testimonios. En cuanto a los casos de civiles, estos deben ser seguidos y estudiados para ver a él o los testigos involucrados.

    Factor Oz

    Se conoce como factor Oz a un conjunto de cambios producidos durante la presencia de los fenómenos OVNI –representado por alteraciones espaciotemporales en testigos y aparatos–, que han sido recopilados a través de los testimonios de miles de testigos. Estos son:

    1. Presencia de una nebulosidad o bruma leve

    2. El objeto muchas veces se percibe como una masa nubosa, compacta pero de bordes difusos, o sólido metálico pero rodeado de nebulosidad.

    3. Hormigueo corporal

    4. Percepción de un campo electromagnético o carga electrostática por el cuerpo del testigo, percibido por la elevación de pelos corporales. Alteración en aparatos eléctricos, paralización de motores, apagones (locales o amplios), apagado de linternas, desviación de rayos de luz, interferencias en comunicaciones (radiales y de radar), entre otras.

    5. Al principio, percepción de baja temperatura y luego aumento gradual, hasta transformarse en intenso calor.

    6. Presencia de luces de variados colores, predominando siempre los colores rojo, amarillo o naranja.

    7. Percepción de leve zumbido de baja frecuencia, como el zumbido producido por un panal de abejas, o como el ronroneo producido por el funcionamiento de un transformador eléctrico o motor.

    8. Sensación de atemporalidad (anomalía temporal), o alteración del tiempo real (dislocación espaciotemporal).

    9. Transporte geográfico y temporal

    10. Sensación de presión

    11. A veces se producen náuseas y vómitos

    12. En ocasiones se producen leves sarpullidos en la piel, que se torna rojiza en la zona afectada.

    Los testigos

    En el estudio de los fenómenos aéreos desconocidos u OVNI, siempre debe considerarse la fuente de información y quién la entrega. El testigo presencial de un suceso es de suma importancia, ya que será el encargado de contar y transmitir lo acontecido. Es por esto que el nombre de este libro es «OVNIs. Los mejores testigos», haciendo alusión a personas de alta capacidad de observación y otras cualidades, que son elementos que finalmente enriquecen un determinado testimonio. No es que aquí se invalide los testimonios de personas civiles, pero no podemos obviar que hay personas entrenadas que poseen equipos que hacen una observación más valiosa, dado que son capaces de discriminar muchos objetos construidos por el hombre, así como muchos fenómenos naturales que conocen. Por otro lado, los testigos OVNI se cuentan por miles en el mundo, de las más variadas regiones del planeta que de forma individual o a través de grupos y otros medios han entregado sus valiosos testimonios. Muchos de estos son astronautas o pilotos que través del manejo de instrumentos han presenciado fenómenos inusuales en el espacio aéreo y que han sido explicados por la presencia de chatarra espacial, reflejos, planetas u otros fenómenos naturales. Sin embargo existe un porcentaje de observaciones que no pueden ser atribuidas a lo anterior, quedando en la categoría de no identificados. Este libro hará referencia precisamente a diversos casos en que este tipo de testigos, después de un análisis, no han podido clasificar su observación como algo conocido.

    En vista de las razones expuestas se ha seleccionado una serie de casos en los cuales están involucrados variados testigos y que me parecen muy significativos. Muchos son pilotos civiles y de guerra, controladores de tránsito aéreo, radaristas, militares, policías y otros entes armados, que de una u otra forma, a través de sus relatos, reafirman la existencia de un fenómeno desconocido, pero inteligente y estructurado. También están aquellos testigos civiles, que han contado valiosas observaciones que aportan otra perspectiva de ver el fenómeno.

    Ufología en Chile

    La investigación ufológica en Chile se inicia a finales de la década del cincuenta con la aparición de grupos dedicados a la recopilación de información relacionada con el tema de los no identificados. Al parecer el grupo más antiguo fue UFO-CHILE, que inició sus actividades en diciembre de 1959 y que estaba integrado por muchas personas, entre las que destaca su fundador el señor Hugo Correa, Miguel Arteche y Jorge Mas. La labor de este grupo fue la recopilación de casos y su posterior publicación en un boletín que se convirtió en el primer boletín ufológico de Chile.

    De allí en adelante surgieron tantos grupos (CIO, OPTO-CHILE, CORPORACIÓN CIO, CIFAE, AION CEFXE, entre otros), que resulta difícil medir su aporte a la investigación de este fenómeno. Sin embargo han demostrado un entusiasmo por conocer el origen del mismo, pese a que en este intento se ha especulado y no se ha aportado lo necesario para que el fenómeno sea aceptado en la comunidad científica.

    Creación del CEFAA y sus investigaciones en Chile

    Hoy en día, nadie puede negar la existencia de los objetos voladores no identificados u OVNIs (UFOs – FANIs), ni siquiera los más escépticos, debido a una serie de informes civiles y militares de todo el mundo que han quedado como registro desde la década de los cuarenta en diversos archivos. En Chile han sido diversos los entes involucrados a lo largo del tiempo, desde los años setenta hasta el día de hoy. Sin embargo la mayoría de estos fueron y son de origen privado, situación que cambió con la entrada en escena, en 1997, de un organismo oficial denominado Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA).

    Obviamente los organismos privados sólo tuvieron acceso a casos ocurridos a civiles, y rara vez pudieron llegar a casos de índole castrense. Cuando esto se producía, lo que se lograba saber era aquello que los periódicos publicaban, existiendo una especie de secretismo o de ocultamiento de los casos ocurridos a miembros de las fuerzas armadas. Pese a esto, a partir de la creación del CEFAA se comienzan a conocer y a confirmar casos ocurridos a pilotos y a entidades militares de data reciente o de fechas pasadas. Por el momento sólo podemos decir que el CEFAA estudia los casos OVNI para poder determinar si estos objetos constituyen algún problema para el desarrollo de la actividad aeronáutica tanto civil como castrense, por lo que esta entidad dice no pronunciarse respecto al «origen de este fenómeno».

    Lo que sí podemos observar es una apertura paulatina de los diferentes gobiernos en materia OVNI, apertura que se ve reflejada en la desclasificación de información de casos ocurridos en los diferentes espacios aéreos del mundo, a pilotos de guerra y comerciales, a observaciones de controladores de tráfico aéreo y a casos ocurridos a diversas entidades militares.

    En este sentido Chile no es la excepción. Sin embargo, vemos con alarma cómo se ha estado monopolizando la información, mientras que la «apertura» es sólo simbólica y no logra llegar a la población en general. El CEFAA no es una entidad privada, sino un organismo estatal, que funciona con dineros del Estado y, por ende, de nosotros los particulares. Esta entidad es dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), y esta a su vez pertenece a la Fuerza Aérea de Chile (FACH), por lo tanto, según la Ley de Transparencia, debiera estar abierta a toda la comunidad. Con estos antecedentes, entonces, cabe preguntarse: ¿es fiable funcionamiento de esta entidad? Desde mi perspectiva creo que tanto esta como quienes la dirigen están en clara contradicción con lo que se promulga, sobre todo en el caso de los civiles que han sido marginados de los trabajos que allí se realizan. Un buen ejemplo de esto es mi experiencia personal con el CEFAA.

    Conocí al entonces capitán Rodrigo Bravo en un encuentro sobre el tema OVNI en Viña del Mar y hablamos un corto momento que bastó para darnos cuenta de que coincidíamos en muchas cosas con respecto al fenómeno, sobre todo en la seriedad para abordarlo. Esta comunicación continuó algún tiempo hasta que empezamos a conversar e intercambiar información que culminó en la publicación conjunta del libro Ufología aeronáutica.

    También en el encuentro en Viña conocí al general en retiro Ricardo Bermúdez, con quien mantuve una escueta conversación sobre cómo abordar el tema OVNI desde una perspectiva técnica; le hablé sobre un proyecto que estaba desarrollando, al cual yo había denominado Proyecto prodigo (Proyecto de Distribución Geográfica y Ortotenia), que posteriormente derivó en el Proyecto Maping dentro del CEFAA. Luego de un arduo trabajo con personal de la Fuerza Aérea se desarrolló un interesante software para el estudio del fenómeno.

    En ese momento fui invitado por el general Bermúdez a pertenecer al CEFAA como colaborador externo y, como lo dijo él en ese momento, como «investigador privilegiado». Comencé entonces a asistir a las oficinas para mantener reuniones con el personal de la entidad a fin de darles a conocer mi proyecto, el que fue recibido con gran interés y por el cual se desarrolló un software especial para ponerlo en práctica. En ese momento el general Bermúdez me ofreció trabajar directamente en el proyecto para introducir los datos de los diversos casos. Sin embargo, posteriormente, después de haber entregado toda la información al respecto, fui marginado por razones que desconozco y, poco a poco, distanciado del organismo. Ese interés tan persistente del principio se fue diluyendo luego de proporcionados los antecedentes del proyecto. Entonces uno se pregunta, ¿es confiable para los civiles un organismo que hace esto? La respuesta es definitivamente no.

    Cabe mencionar que mi descontento con esta situación se la di a conocer al mismo general Bermúdez a través de una carta enviada a la entidad, con copia a todos sus miembros.

    Volviendo sobre lo anterior, es necesario que entidades particulares serias, con formación en aéreas técnicas y científicas, estudien este fenómeno y que haya un programa de información al público.

    Por su parte, el CEFAA aclara que los casos los están estudiando, argumento utilizado para no

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