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Libro electrónico83 páginas1 hora

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Información de este libro electrónico

Yaiza y Yoltic llevan vidas muy distintas pero los une la misma pasión por los videojuegos. Tras conocerse en un juego online, un evento trágico amenaza con separarlos: ¡los padres de Yaiza la castigan sin internet! Sin embargo, deciden cartearse y empiezan a descubrir qué es lo que hay más allá de los píxeles. Yoltic vive en Coapa, Ciudad de México, en una casa enorme. Sus padres son los dueños de una fábrica de papel y a pesar de disfrutar de todos los lujos lleva una existencia recluida y solitaria. Es tímido y oculta un terror espantoso a salir a la calle y a hablar por teléfono. Yaiza vive en Canarias, España, en un pequeño apartamento junto a su familia.

Jugar a los videojuegos es la única cosa que se le da bien y se siente una incomprendida. Le cuesta confiar en la gente y hay algo que todavía no se atreve a contarle a Yoltic. Nuestros protagonistas obviarán las diferencias geográficas y lingüísticas para superar sus miedos y forjar una relación.
IdiomaEspañol
EditorialCoapa & Co.
Fecha de lanzamiento23 ene 2018
ISBN9781912160082

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    ¡Desconectados! - Filo de la Llata

    coincidental.

    NOTAS DE LOS AUTORES

    La idea de este libro surgió como una excusa para exponer la riqueza del español de México (Ciudad de México) y de España (Canarias). A pesar de compartir el mismo idioma, las diferencias entre los dialectos pueden ser notables y, a su vez, divertidas. Estas diferencias, consideramos, convierten al español en una lengua sumamente interesante.

    En este libro podrás explorar distintos términos pertenecientes a estas variedades a través de la historia de Yaiza y Yoltic, dos jóvenes de países distintos (España y México respectivamente) que a pesar de las enormes diferencias que existen entre ellos, incluidas las lingüísticas, conseguirán formar una relación y dejar finalmente de sentirse Desconectados.

    Al final de este libro encontrarás un glosario con definiciones de todos los vocablos. ¡Esperamos que disfrutes!

    ÍNDICE

    NOTAS DE LOS AUTORES

    El castigo

    ¡Hola, soy Lord Yoltic!

    Gatitos, cuervos y corazones

    El juego de las preguntas

    Atrapada en la campiña

    La ira de Roquefort

    El ataque del monstruo marino

    Como el Tigre de Santa Julia

    Yoltic traidor

    Lord del corazón roto

    Serenata

    Reconectados

    GLOSARIOS

    Mexicano coapense

    Español canario

    ●      CAPÍTULO 1      ●

    El castigo

    Querido Estimado Apreciado

    ¡Hola, Yoltic!

    Esta es la primera carta que escribo en mi vida, así que no estoy muy segura de si lo estoy haciendo bien. Es un poco una cosa de abuelas lo de escribirse cartas, pero en parte mola porque queda como muy medieval. Estaría guay que el correo te lo entregara un cuervo o algo así en vez de una persona cualquiera, ¿a que sí?

    Cuando me dijiste que tu nombre real era Yoltic pensé que estabas de broma, creía que ese era el de tu personaje en el videojuego (o sea, en Fantasy Heroes), así que espero no estar haciendo el ridículo mandándole una carta a un tal Yoltic y que en realidad te llames José Carlos o algo de eso.

    Bueno, supongo que mi nombre te parecerá fleje de raro también, pero te juro que en Canarias es supernormal llamarse Yaiza (nuestros dos nombres empiezan por Y, ¿te fijas? ¡Debe de ser el destino!). Por cierto, mi nombre significa arcoíris… creo. Viene de la lengua que hablaban los aborígenes de las islas. Si lo piensas así, supongo que es un nombre bastante chachi. ¿Y el tuyo de dónde viene?

    No pude contarte por qué ya no me conecto más, pero por suerte apunté en una libreta tu dirección postal de cuando nos propusimos mandarnos una carta y no lo hicimos nunca. Así que pensé, ¿por qué no? Esta parecía la ocasión perfecta para de verdad empezar a cartearnos. Espero que esta carta te llegue sin problemas.

    Bueno, te explico lo que pasó. Básicamente, mis padres me quitaron internet y me tienen prohibido conectarme hasta nuevo aviso. Me da un poco de vergüenza, pero el caso es que puede que suspendiera Matemáticas. ¿A ti te gustan? Yo creo que si a la gente le gustaran las matemáticas no habríamos inventado calculadoras y ordenadores, ¿no?, porque nos gustaría hacerlo a nosotros mismos… Así que algo de razón tendré si no me gustan. Además, la profesora es un poco toleta (digo toleta para no decir tonta del culo, porque suena como más amable). Yo creo que fue ella la que convenció a mis padres de que me paso demasiado tiempo en internet, pegada al juego ese, en vez de estudiar y salir al parque como las niñas normales. ¿Qué niñas normales de quince años conoce ella que salgan al parque? Vamos al cine o al centro comercial, tonta del culo, digo, toleta. A todo esto, espero que mi madre no me lea la carta antes de mandarla. Nunca jamás me olvidaré de que leyó mi diario cuando tenía doce años (así que si estás leyendo esto, mamá, ¡lo sé todo!

    ¡Arrepiéntete!). Mis padres pueden ser un poco controladores y decidieron echarle la culpa de todo a los videojuegos. Estos no tienen nada que ver con que deteste Matemáticas, pero bueno… Estoy bastante cabreada, pero no me queda otra. Hasta dejaron de pagar internet y ahora vivimos como los trogloditas.

    Supongo que sí es un poco raro que una chica de mi edad siga jugando a los videojuegos, pero me la refanfinfla. Cuando éramos más pequeñas mis amigas también jugaban conmigo a la consola y todo eso, pero luego se hicieron demasiado mayores y piensan que es tonto. A la única que le puedo contar las cosas es a Sarita. Las demás se ríen de mí por jugar a los videojuegos. Como si estar todo el día posteando fotos en Instagram fuera mejor, pero en fin. Si no me hubieran quitado la paga también, intentaría ir al cíber a conectarme, aunque en mi ciudad, Las Palmas, ya casi no quedan cíbers (porque todo el mundo tiene un ordenador e INTERNET en su casa, digo yo).

    Mi vida real es mucho más aburrida que la del juego. En el Fantasy soy Chaxiraxi, guerrera de la Luna, y tengo a mi fiel lobo guardián Iruene. Vivo aventuras, mato monstruos, exploro mundos maravillosos y, gracias a vender armas y saquear a los enemigos, tengo también mucho más dinero. Aquí soy solo Yaiza, una chica normal de quince años a la que sus padres han castigado sin internet (¡grrr!). Tengo dos hermanos. Mi hermana mayor, Raquel, se marchó de casa hace un par de años y vive con su

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