La odisea de la migración, grabada con celulares “Un viaje al umbral del infierno”
PARÍS.- En la pantalla desfilan escenas de la vida feliz de una familia: niñas jugando en un jardín, un carrusel, risas… de pronto una voz infantil advierte: “Esta es la historia de un viaje hasta el umbral del infierno”.
Durante unos segundos un fondo negro reemplaza las imágenes felices. Luego surge otra escena: un coche atiborrado de maletas está estacionado en una estrecha calle de Kabul. Hombres y mujeres se despiden de una pareja y de dos niñas. El auto arranca.
Así empieza Midnight Traveler (Viajero de medianoche), documental del cineasta Hassan Fazili, que huyó de Afganistán junto con su esposa, Fátima Hussaini y sus dos hijas: Narguis y Zahra.
Aún no lo saben pero ese viaje de exilio hacia Europa, que imaginan por avión y vías legales desde Tayikistán, se va a convertir en un periplo de 5 mil 600 kilómetros y tres años, a lo largo del cual les tocará jugarse la vida para cruzar clandestinamente, de noche, las fronteras de Irán, Turquía, Bulgaria, Serbia y Hungría. En cada país acabarán en refugios improvisados, insalubres campos de migrantes o centros de detención.
“Fue difícil. A lo largo de estos tres años sentimos que nuestra existencia había perdido todo valor y que sobrábamos en este mundo. Nos salvaron la cohesión de nuestra célula familiar y la decisión
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