Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús
Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús
Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús
Libro electrónico187 páginas2 horas

Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús

Calificación: 4.5 de 5 estrellas

4.5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Muchos creyentes ignoran el poder que hay en la Sangre que Jesús derramó y por eso no pueden llevar una vida cristiana victoriosa.
Tan Solo una Gota de la Sangre de Jesús explica de manera práctica el poder de los siete derramamientos de la Sangre de Jesús y ofrece una guía de oración para todos los creyentes que anhelen ver el poder de Dios en sus vidas.

¡Una sola gota de Su Sangre tiene el poder para darnos victoria completa!
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento18 may 2017
ISBN9789588824765
Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús

Relacionado con Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús

Calificación: 4.5 de 5 estrellas
4.5/5

18 clasificaciones2 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    Muchas gracias por tan impactante libro, que cambio mi vida como hija de Dios.
    Que importante es conocer y saber la verdad , porque eso nos hace libres. Bendiciones
  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    Una Obra celestial. Gracias Pastor Cesar Castellanos. Por su esencia divina. Desde Ensenada Visión de Futuro

Vista previa del libro

Tan Solo Una Gota De La Sangre De Jesús - César Castellanos

Copyright

César CASTELLANOS © 2017

Publicado por G12 editores sas

ISBN_978-958-8824-75-8

© Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra incluida la carátula y demás elementos, en cualquiera de sus formas, gráfica, audiovisual, electrónica, magnetofónica o digital sin la debida autorización de los editores.

Cuando no se indica otra fuente, las citas bíblicas corresponden a la versión: Reina Valera, 1960 (Copyright Sociedades Bíblicas en América Latina).

VisionArt

Edición__Santiago Rodríguez,_Juan Rodríguez.

Portada_Maquetación__Julián Gamba_Adrían Gamba_Esteban Ríos_Daniel Durán.

G12 Editores_Sur América - Calle 22C # 31-01 Bogotá, Colombia - (571) 269 34 20.

G12 Editors_USA - 15595 NW 15TH Avenue, Miami, FL 33169.

ABRIL 2017.

Agradecimientos

Quiero agradecerle al Señor por todo el equipo que trabajó en el desarrollo de este libro:

A mi amada esposa Claudia, ¡Dios te dio una gracia muy especial!

A mi hija Manuela y su esposo Rich que han formado un maravilloso grupo de trabajo en VisionArt.

A Julián y Lorena y todo el equipo de G12 Media.

A Adrián Gamba, Claudia Wilches y Doris Perla.

Dedicado a

Mi hijo,

César Matías

Mis hermosos nietos,

Shailoh Victoria

Rachel Eliana

Emmanuelle

Noah Timothy

Ariana

Nathan

Melody

"Pídeme, y te daré por herencia

las naciones, y como posesión tuya

los confines de la tierra".

(Salmos 2:8)

Introducción

El maestro Derek Prince mencionó alguna vez que la Sangre de Jesús era el arma atómica de Dios y creo que la comparación es más que acertada. La bomba atómica fue el arma que cambió para siempre la guerra, pues tiene el poder de destruir totalmente al enemigo, de manera instantánea y sin necesidad de un confrontamiento directo. Y esto es precisamente lo que la Sangre de Jesús puede hacer cuando aprendemos a aplicarla correctamente; cae sobre territorio enemigo y devasta las fortalezas, rompe las cadenas, destruye para siempre la maldición y disipa la oposición en un solo instante.

El Señor Jesús derramó Su preciosa Sangre en siete ocasiones y la revelación del Espíritu Santo me ha permitido entender que ninguno de esos derramamientos fue en vano, al contrario, cada uno tiene un poder y un propósito especifico. La iglesia cristiana no está llamada a solamente sobrevivir los ataques del enemigo, sino a conquistar con poder y autoridad; la única manera de lograrlo es a través del poder de la Sangre de Jesús.

Si usted ha vivido oprimido por el enemigo (pecado, maldición, problemas familiares o financieros, etc.), si anhela cosas para el Reino de Dios o si simplemente no sabe bien cómo librar las batallas en el mundo espiritual, este libro es perfecto para usted. En cada página encontrará principios sencillos y prácticos para aprender a usar correctamente el arma más poderosa.

Lo invito a que aprenda a orar aplicando cada derramamiento de la Sangre de Jesús y a que se levante como un valiente guerrero que conquista para engrandecer el Reino de Dios.

¡Pongo en sus manos el tesoro más preciado de Dios: la Sangre de Su Hijo Jesús y sus siete derramamientos!

1.

La sangre que brotó

de la

Frente

de Jesús como grandes

gotas de sudor

Getsemaní

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

(Lucas 22:44)

Contexto

Jesús derramó la Sangre que brotó de Su frente como grandes gotas de sudor por la agonía que sintió cuando estaba en el huerto de Getsemaní, poco antes de ser traicionado por uno de Sus discípulos.

Propósito

Jesús derramó la Sangre de Su frente para sanarnos de la traición y para liberarnos de toda maldición generacional producida por la desobediencia.

Aplicación

Cuando hayamos sido traicionados por algún ser querido: padre, pareja, amigo o socio.

Cuando alguna maldición generacional producida por la desobediencia quiera dominar nuestra vida: ocultismo, idolatría, rebelión, enfermedad, etc.

Beneficio

Un corazón perdonador, totalmente libre de odio, resentimiento, amargura o sed de venganza.

Un corazón fiel y obediente a la Palabra de Dios.

Libertad completa de las maldiciones generacionales.

Amy Carmichael era una misionera al sur de India. Si ella nunca hubiera experimentado tanto sufrimiento, su nombre probablemente no sería tan bien conocido hoy en día. Ella pasó cincuenta y seis años en el campo misionero y nunca regresó a casa para reportarse a las iglesias. Un accidente le causó gran daño en su pierna y la dejó encamada por los últimos veinte años de su vida. Fue durante estos años en cama que escribió muchos de sus cuarenta libros. Dios usó su experiencia de sufrimiento para traer ánimo a millones de personas. Fue este entendimiento de la habilidad de Dios para cumplir su promesa de Romanos 8:28 el que permitió que la señorita Carmichael escribiera: Un Amo sabio nunca desperdicia el tiempo de su siervo. No importa las circunstancias que recibimos, Dios no va a desperdiciar una experiencia si permanecemos obedientes a Él".(1)

Jesús fue enviado a la tierra con la misión de redimir a la humanidad y se mantuvo fiel a la voluntad del Padre hasta cumplir Su misión con éxito. Sin embargo, no siempre fue fácil. En el Huerto del Getsemaní, el Señor experimentó Su mayor agonía, pero fue en aquel lugar donde el Salvador conquistó la redención.

LOS DOS HUERTOS

Cuando Dios creó al hombre, lo puso en un hermoso huerto, en el Edén. Allí tenía toda la provisión que necesitaba. Desafortunadamente, el hombre cayó en la trampa del pecado y cambió la bendición de la obediencia por la maldición de la rebeldía. ¡Todo lo perdió en un huerto!

Cuatro mil años más tarde, Jesús escogió otro huerto para recuperarlo todo: el huerto de Getsemaní, que fue el lugar dónde Jesús pasó Sus últimos momentos antes de ser entregado.

La agonía de Jesús en Getsemaní

Estando en Getsemaní, Jesús se refugió en la oración, pues sabía muy bien que tenía una importante misión, la de redimir a la humanidad, y que estaba a punto de enfrentar momentos difíciles.

Pero cuando se acercaba el momento crucial, algo sucedió: El Señor empezó a sentir una agonía tan grande, que de Su frente empezaron a correr gotas de Sangre mezcladas con sudor: Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra (Lucas 22:44). Recordemos que sudar sangre es un caso excepcional que solamente se produce ante situaciones de sufrimiento y tensión extremas. El mismo Señor lo expresó antes de apartarse a orar: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo (Mateo 26:38b).

Trate por un momento de visualizar la escena, ¡el Redentor del mundo sudando Sangre!, ¡creo que ninguno de nosotros ha enfrentado una agonía tan fuerte!

Ahora, ¿qué fue lo que produjo tal sufrimiento en el Señor?, ¿acaso tener que pasar por la humillación y escarnio público?, ¿el sufrimiento de la Cruz?

La copa de la maldición

Jesús estaba listo para enfrentar la Cruz, estaba preparado para sufrir la humillación y la violencia, pero lo que produjo en Él tal agonía fue la copa que tenía que beber, por eso el Señor elevó la siguiente oración: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa (Mateo 26:39b). En esa copa estaba todo el pecado, la inmundicia, la rebelión y la impureza del hombre. Jesús, el Hijo de Dios que jamás se contaminó con pecado, tenía que beber la inmundicia del mundo entero, es por eso que el escritor a los Hebreos dice: Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado (Hebreos 12:3-4).

Cuando Jesús pronunció aquella oración, todo el cielo se congeló; si Jesús no bebía esa copa, no habría redención para la raza humana. Todo el Reino Celestial estaba expectante: ¿qué haría Jesús?, ¿decidiría como Adán, de acuerdo a Sus propios deseos?, ¿o se sometería a la voluntad Divina?

¡La mejor decisión!

Segundos después, Jesús completó Su oración con una frase que cambió para siempre la historia de la humanidad: pero no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lucas 22:42b). ¡Fue un momento glorioso, en ese preciso instante la redención de la humanidad fue conquistada! A pesar de todo el sufrimiento que estaba experimentando, Jesús tomó la decisión de beber aquella copa y de hacer la voluntad del Padre.

Jesús fue fiel en todo, actuó basado en la Palabra de Dios y no en Sus sentimientos. Tristemente, este tipo de fidelidad no es algo común, pues muchos olvidan que la fidelidad es una cuestión de voluntad y no de emociones.

Es importante que usted recuerde que en el huerto del Edén el sudor de Adán tipificó la maldición: Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra (Génesis 3:19a), y es precisamente por eso que para redimir la maldición, la Sangre de Jesús brotó como grandes gotas de sudor.

Esta escena completa nos permite entender claramente el

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1