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La odisea de Annabelle
La odisea de Annabelle
La odisea de Annabelle
Libro electrónico146 páginas1 hora

La odisea de Annabelle

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Como dos serpientes mitológicas copulando y luchando al borde del abismo, la distopía y la sicalipsis se entrelazan en esta historia para retratar un mundo de oscuridad, rabia y erotismo soterrado.
El sexo está prohibido y se ha convertido más que nunca en un instrumento de control social, mientras que los desdichados habitantes de las cloacas se mueven impelidos por el ansia de sus deseos más lascivos. La opresora hipocresía de una existencia tal hace que los supervivientes se balancean al límite de la demencia.
Annabelle tomará la decisión más importante de su vida y se enfrentará al angustioso yugo de una sociedad en la que sus deseos se ven apocados al dolor y al olvido. Con la determinación de una leona y la concupiscencia de una sacerdotisa, sabrá ser el escurridizo ratoncillo que encuentra las grietas en el sistema para escapar de la prisión que la asfixia. Entre la suciedad y la lujuria, entre la miseria y el semen, su belleza y su sensualidad serán las cartas marcadas que le permitirán agarrar con fuerza el destino entre las manos y ponerlo a sus pies.
Las consecuencias cambiarán para siempre la faz del planeta.

IdiomaEspañol
EditorialRebeca Rader
Fecha de lanzamiento14 feb 2017
ISBN9781370128600
La odisea de Annabelle
Autor

Rebeca Rader

Rebeca Rader es el seudónimo usado por una mujer de ascendencia ilustre y añejo abolengo, educada en el seno de una familia tradicional y algo chapada a la antigua, que a pesar de todo se encuentra felizmente emparejada. Por fortuna para sus lectores, Rebeca decidió un buen día liberar toda su intensa espiritualidad carnal.«Cuando alcancé los cuarenta y me miré al espejo», nos relata la sin par Rebeca, «me encontré con una ama de casa algo sobrada de peso, con unas ganas enormes de sexo y una creciente obsesión por las mujeres de pechos grandes. Descubrí que ponerlas por escrito era una magnífica manera de dar rienda suelta a mis fantasías más recónditas.Miembro sobresaliente de FESNI (Fantástica Escritura Sicalíptica y Narrativa Impúdica), la asociación de escritores de relatos libidinosos, Rebeca se ha convertido en uno de los valores más sólidos del panorama literario nacional para adultos. Mantiene su identidad en secreto para evitar el escándalo y el rechazo familiar. Sólo su pareja conoce su escondida faceta de escritora de novelas eróticas.«Aunque mis novelas no son sólo sexo y erotismo. También busco hacer pensar a mis lectores, sacudir sus convicciones y su manera de ver el mundo», nos confiesa Rebeca con un brillo de malicia en los ojos.Además de todo lo anterior, esta inefable autora es también el álter ego femenino, lúbrico, impúdico y rijoso de Juan Nadie, otro de nuestros autores más insólitos.

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    La odisea de Annabelle - Rebeca Rader

    Prólogo

    En pleno siglo XXIV, una novela como la que el lector tiene en sus manos no pasaría de ser una más de la multitud de historias de temática sicalíptica que se publican cada día en cualquiera de nuestros planetas. El éxito y la fama de esta historia, que en su edición conmemorativa ha alcanzado record de ventas, está en la importancia histórica que en ella radica: La odisea de Annabelle es el único testimonio que nos ha llegado sobre los primeros años de la vida de uno de los personajes más importantes de nuestro no tan lejano pasado.

    Este relato, que apenas llega por extensión a la categoría de novela corta, nos ofrece el retrato más intimista que ha llegado a nuestros días de una mujer con una sexualidad y fortaleza inusitadas. Una mujer que fue un personaje clave en los acontecimientos que tuvieron lugar a finales del siglo XXII. Sin ella, las aguas de la historia podrían haber surcado unos cauces muy distintos a aquellos que nos llevaron al actual estatus quo.

    Esta asombrosa mujer fue Annabelle, cuyo apellido desconocemos, no porque no haya llegado a nosotros o los registros se hayan perdido en las brumas del tiempo, sino porque nuestra heroína nunca lo tuvo. En la época en la que Annabelle nació, las castas inferiores de la sociedad, aquellos que sobrevivían en los sórdidos cinturones de pobreza que rodeaban las enormes metrópolis —conocidos por el eufemismo de las cloacas— no tenían derecho a casi nada. Ni siquiera a un nombre familiar. Prácticamente ninguno llegaba a conocer a sus progenitores. Criados al límite del hambre y con una mínima educación, tan sólo recibían un nombre de pila y un número identificativo, tatuado en el brazo y en la nuca a los pocos días de nacer.

    A pesar de sus humildes orígenes, Annabelle fue uno de los protagonistas esenciales que, tras la Gran Revuelta del año 2184, consiguió encauzar la caótica situación en la Tierra hasta la creación del Primer Gobierno Mundial en 2193. Este fue el proceso que sentó las bases de la sociedad y del mundo tal y como hoy los conocemos. Sin embargo, Annabelle fue uno de esos paradigmáticos personajes en la sombra. Nunca aceptó honores ni condecoraciones y huyó de la fama y las prerrogativas a pesar de la incuestionable importancia que tuvo su actuación en los eventos del cambio de siglo. Ni siquiera llegó a aceptar la presidencia honorífica del Gobierno Mundial, a pesar de que se sabe que le fue ofrecida en al menos dos ocasiones. Sin embargo, la importancia de sus acciones y hechos fue lo bastante grande para que su nombre y su historia pasaran a la posteridad… al menos en parte.

    Los escasos documentos en los que se registra algún tipo de información referente a Annabelle se refieren casi con exclusividad a su vida pública tras la Gran Revuelta. Pero apenas sabemos nada de su vida privada, sus pensamientos más personales o sus aspiraciones más íntimas. Sus orígenes y sus años de juventud permanecen en la más completa oscuridad, perdidos para siempre en los meandros de la historia. Con una única excepción, magnífica y de un valor histórico incalculable: la obra aquí presentada.

    Aunque nunca se ha podido establecer con exactitud, se considera que La odisea de Annabelle fue escrita alrededor del año 2199. Los acontecimientos relatados en ella por el omnisciente y anónimo narrador se cree que ocurrieron en algún momento del año 2124, aunque todos los esfuerzos realizados para conseguir una datación precisa han sido infructuosos. El manuscrito original fue descubierto en los sótanos de la Biblioteca Nacional de Madrid (ciudad en la que se piensa ocurren los hechos narrados) en el año 2272. Consistía en un simple manojo de páginas de papel, impresas en algún tipo de impresora electrónica que hoy haría reír a cualquier escolar, presumiblemente redactadas en algún primitivo procesador de textos, medio borradas por el tiempo y sujetas por un oxidado clip metálico. El manuscrito carecía de título y de referencia alguna a su autoría. Tras un cuidadoso proceso de restauración, el legajo fue presentado al público en la memorable ceremonia bien conocida por todos. Para entonces, ya se le conocía en los círculos académicos y en los medios de comunicación con el nombre de La odisea de Annabelle, que acabó convirtiéndose en el título «oficial» en ediciones posteriores. Quién fue la primera persona que utilizó tal título no lo sabemos. Es un dato que quedará para siempre perdida en el cajón sin fondo de las anécdotas fortuitas.

    La novela, de extensión reducida, lo que ha llevado a algunos expertos a opinar que se trata de una versión resumida o un fragmento de una obra más amplia, está dividida en cortos capítulos. La prosa es ágil y directa, aunque quizá algo recargada en algunos puntos, brutalmente explícita y sin detenerse en ningún momento en consideraciones o valoraciones de tipo alguno. La narración sólo se ocupa de los pensamientos de nuestra heroína. Esto ha llevado a muchos a pensar que el autor de La odisea era un simple escritor aficionado, quizás un admirador de la figura de Annabelle. Incluso hay quien ha sugerido que fue ella misma la autora de esta novela, tal vez en un intento inconcluso de escribir su autobiografía.

    Desde el descubrimiento del manuscrito, la autoría de La odisea de Annabelle ha sido objeto de multitud de especulaciones y acaloradas controversias. Utilizando la vieja y anacrónica expresión, multitud de lingüistas e historiadores han derramado «ríos de tinta» en su análisis y discusión.

    Algunos de los expertos en esta novela han propuesto como autor de la misma a Joseph Josephsson, persona muy vinculada a nuestra heroína en los últimos años de su vida y que jugó un papel esencial en los hechos que llevaron a Annabelle y otros a establecer el Primer Gobierno Mundial tras los desastres de la Gran Revuelta. Hay quien sostiene que entre Joseph y Annabelle hubo una relación de tipo sentimental. Sin embargo, y aunque esto ha dado motivo a muchas especulaciones románticas reflejadas en novelas y películas, no se ha encontrado ningún dato fehaciente que pueda apoyar la veracidad de dicha relación.

    ¿Quién escribió La odisea de Annabelle? Esta es una pregunta a la que es probable que nunca podamos dar una respuesta satisfactoria. Sin embargo, no debemos perder la esperanza de que en un futuro no demasiado lejano nuevos datos salgan a la luz. Aún queda mucho por desenterrar en las antiguas ciudades arrasadas de la Tierra.

    La narración de esta inusual novela comprende un periodo de unos pocos meses durante la adolescencia de Annabelle, aquellos en los que su vida cambió de ser una simple limpiadora que malvivía en una de las míseras escuelas estatales, a trabajar como prostituta de lujo en uno de los fastuosos, al menos para la época, burdeles de la ciudad. Este cambio fue decisivo en la vida de nuestra heroína, pues su trabajo de meretriz le permitió ascender en la escala social, si bien de una forma casi clandestina y nunca admitida por los preceptos sociales de la época (la sociedad de Annabelle se caracterizaba por una estricta e hipócrita mojigatería).

    Su posición de riqueza y poder paralelo le permitió a Annabelle entrar en contacto con una gran diversidad de individuos, incluyendo miembros de la clase pudiente, hombres y mujeres poderosos y con influencia en multitud de campos a los que supo convencer y ganar para su causa. Esta capacidad de influencia en la sombra fue un factor decisivo en la cadena de sucesos que acontecieron antes y después del estallido de la Gran Revuelta.

    Entre las amistades políticamente influyentes de Annabelle se cuentan, entre otras, el profesor Elías Muñoz, astrónomo e ingeniero cuyo laboratorio desarrolló la fusión fría, lo que nos abrió las puertas de la exploración espacial; la baronesa Elisabeth Marco Antoine, regidora de una cadena de burdeles de lujo y de la que se piensa fue el cerebro articulador tras la Noche de las Putas; o el arzobispo João Monteiro, gran artífice de la revolución sexual y la aceptación social de la promiscuidad que tuvieron lugar tras la Gran Revuelta. Personas como ellos fueron las que sentaron las bases y promovieron los cambios que dieron lugar a la sociedad en la hoy que vivimos. Sin ellos, nuestro mundo sería muy distinto. Detrás de ellos hubo gente que luchó desde la sombra y el anonimato, pero con todas sus fuerzas, por un mundo mejor. Uno de esos individuos, a los que nunca podremos agradecer lo suficiente, fue Annabelle.

    Dentro de la novela, el capítulo de La odisea de Annabelle que más acaloradas discusiones ha suscitado es el último, el capítulo VIII. En él no se añade ningún tipo de información adicional a la historia ni se narra evento alguno digno de mención. Se trata tan sólo del primer trabajo de Annabelle como aprendiza en el Hotel. Expertos de la Sociedad para los Estudios sobre Annabelle (SEA) aducen, aunque no todos están de acuerdo, que este capítulo demuestra que La odisea es una obra inconclusa. El individuo que aparece por primera vez en este capítulo jugaría un papel importante en ulteriores páginas de la obra, páginas que, por desgracia, no han llegado hasta nosotros. Si esto es cierto, surge la inevitable pregunta: ¿Quién es este personaje que aparece en el capítulo VIII? ¿Quién es este hombre grande y tímido, con un pene de proporciones colosales? ¿Qué importancia tuvo este primer cliente en la vida y obra de Annabelle? Estas preguntas aún esperan su respuesta.

    En la presente edición de La odisea de Annabelle, se han insertado entre los capítulos del manuscrito original incisos explicativos sobre la situación socio-histórica que rodeó a nuestra heroína, incluyendo breves apuntes bibliográficos. Sólo conociendo el mundo en el que vivía Annabelle, podemos comprender el mundo en el que nosotros vivimos ahora, pues fueron personas como ella quienes lo forjaron de entre las cenizas

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