s posible que la historia sea, a pesar de todas las apariencias y argumentos en contra, asimilable a una ciencia exacta, que sea -más o menos- predecible como si se tratara de un fenómeno físico y convertirla así en materia del cálculo determinista? No se nos escapa que ese ha sido siempre uno de los anhelos del ser humano. La adivinación (por medio de oráculos o de lectura de signos: vísceras, huesos, etcétera) fue hace milenios una manera de anticiparse a los acontecimientos. Nostradamus lo intentó usando la poesía en sus famosas cuartetas. Predecir (aunque sea ) aquello que se avecina supone una ventaja adaptativa, con rendimientos estratégicos, políticos y económicos. Conocemos el interés del ejército estadounidense en los estudios de meteorología desarrollados por John von Neumann. Los inversores en bolsa
