TRAS INSCRIBIRME para realizar una evaluación musculoesquelética y de movimiento en un nuevo centro de optimización del rendimiento en Austin llamado 10 Squared, ya estaba temiendo la prueba de VO2 máximo: te encuentras atado al casco que mide la cantidad de oxígeno que inhalas y exhalas mientras corres en una cinta y aumenta la velocidad hasta que te rindes. Solo llevo 30 minutos y estoy haciendo… ejercicios de gimnasia ocular. Beth Lewis, especialista en movimiento y ejercicio, sujeta frente a mí un stick visual de 20 centímetros con letras y lo mueve hacia mi nariz, de un lado a otro y de arriba abajo. Mis ojos tienen que seguir los movimientos. Este ejercicio pone a prueba la destreza visual, la rapidez y la precisión con la que los ojos se mueven por el campo visual. Los míos se esfuerzan conforme me centro en las letras. Llevo la mirada a varios extremos y la mantengo. Es sorprendentemente difícil. Lewis tiene una gran energía y observa intensamente mi progreso mientras toma notas y hace observaciones técnicas a Kyler Brown, quiropráctico deportivo y cofundador de 10 Squared.
“El movimiento y el desplazamiento de los ojos determinan tu estabilidad”, indica Lewis. “¿Sabías que tus ojos son más importantes para tu estabilidad que tus abs? ¿Ves su ojo izquierdo, Kyler? Podría ser un movimiento sacádico. ¿Y la hipertonía en su cuello?”. “Sí, me he fijado”, afirma Brown. “Muchas personas que se pasan el día frente al ordenador pierden destreza y visión periférica. Pero no te preocupes, ¡lo podemos trabajar!
Al principio de la sesión, Brown me hizo una serie de pruebas suaves en la espalda para detectar problemas estructurales o nerviosos. Le conté que tenía un historial de problemas en la zona lumbar y Brown me sometió a una secuencia de ejercicios que la forzaban de diferentes maneras. “Queremos