Cuando se le pregunta a Christian Otero, quien junto a su padre Daniel fundó Lucciano’s en 2011, si alguna vez se imaginaba ver a la marca de helados que creó con un local a 100 metros de la Fontana di Trevi en Roma o en Barcelona, en la Rambla de Catalunya, justo en el cruce con la Gran Via, dice que no. “Sabíamos que teníamos un gran producto, una gran idea y un tremendo potencial; pero todo lo que pasó hay que ir concretándolo y es a fuerza de mucho trabajo”, asegura Christian, que se desempeña como CEO de la compañía.
La cadena de heladerías Lucciano’s nació en Mar del Plata, tras una inversión inicial de US$ 300.000. “Siempre tuve la suerte de poder viajar por el mundo y notaba que muchos rubros gastronómicos evolucionaban, pero no pasaba lo mismo con las heladerías. Las cadenas grandes tienen productos más bien industriales y a las heladerías de un único dueño les faltaba mejorar la experiencia de los clientes e innovar”, recuerda Christian, que cuando comenzó no sabía nada de helados. De hecho, trabajaba en el negocio del fútbol: tenía licencia de agente FIFA y se dedicaba a la intermediación de jugadores. Su padre es contador público y tuvo negocios relacionados a la tecnología y una cadena de ropa deportiva. “Empezamos casi