La historia empezó a escribirse en Italia. En el 2000, el suegro de Christian Fittipaldi, Alberto Pasquini, instaló dos heladerías en Padua, una ciudad al norte de Italia, con el nombre Antiche Tentazioni. “La región de Véneto tiene una tradición heladera muy fuerte, tienen un paladar muy exigente y allí funcionó muy bien”, rememora Fittipaldi, que en 2017 decidió apostar por incursionar en el mundo heladero en Argentina. “Venimos a ser (en parte) la segunda generación. En Italia la heladería tiene trayectoria acreditada por premios de instituciones renombradas y certificaciones de calidad de organismos competentes”, enfatiza.
Fittipaldi y