o amarás, y de un modo casi carnal»: irás a verlo, lo acariciarás, pondrás tu mejilla contra la suya. El amor es recíproco: también el alambre debe amar a Abdallah. Es por ello, por ese amor, que es capaz de sostenerlo en el vacío, de permitirle apoyar firmemente sus pies sobre su escasa y lacerante superficie, de autorizarle a hacer cabriolas, saltos, piruetas: de bailar sobre él. El alambre es el sustento último de Abdallah, su fundamento, y Abdallah el
SOBRE EL ALAMBRE
Mar 21, 2024
3 minutos
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