LA MEJOR FOTOGRAFÍA DE VIDA SILVESTRE
El longevo concurso Wildlife Photographer of the Year del Museo de Historia Natural de Londres, es uno de los mayores acontecimientos fotográficos del mundo, para los amantes del mundo natural y de los animales salvajes. En su 59 edición han participado 49 957 fotografías de 95 países distintos. La fotografía ganadora del Premio del Público, titulada Ice Bed (Cama de hielo), pertenece a Nima Sarikhani. Tomada en el archipiélago de Svalbard, en el Océano Ártico, una de las 19 poblaciones de osos polares del mundo, la imagen muestra a un oso polar macho que acaba de acostarse a dormir sobre un pequeño iceberg. La fotógrafa amateur británica pasó tres días buscando osos polares a bordo de un barco de expedición, hasta que encontró a este oso joven que, bajo la luz del sol de medianoche, decidió descansar. «Si bien el cambio climático es el mayor desafío al que nos enfrentamos, espero que esta fotografía también inspire esperanza. Todavía hay tiempo para arreglar el desastre que hemos causado», ha afirmado Nima.
Las otras fotografías que conforman el quinteto preferido por el público han sido: , en la que Audun Rikardsen, protegiendo), iluminadas por la aurora boreal, se reúnen en otoño en un fiordo del norte de Noruega, a las afueras de Tromsø. (La tortuga feliz), en la que Tzahi Finkelstein capta el momento en el que una libélula aterriza inesperadamente en la nariz de una tortuga del Caspio occidental o de los Balcanes (), pero en lugar de atrapar al insecto, esta parece disfrutar del momento en las aguas turbias del pantano. En (Murmullo de estornino), Daniel Dencescu quedó hipnotizado por los movimientos de estos pájaros mientras creaban colosales formas orgánicas en el cielo. Y (Crianza compartida), de Marcos Boyd, que muestra cómo dos leonas de la manada de Masai Mara en Kenia, acicalan a uno de los cinco cachorros (las hembras crían a los cachorros de otras como si fueran propios y comparten las tareas de crianza).