Los esfuerzos que las familias y los hogares van a tener que realizar tras los gastos de las vacaciones de Navidad serán significativos. No solo por lo que han desembolsado con alegría en las semanas anteriores, sino también porque la inflación y los tipos de interés siguen siendo elevados, y el PIB y el empleo, si se cumplen las previsiones, apenas habrán crecido en el último semestre de 2023.
Pero una cosa es que el primer mes del año sea, normalmente, más complicado que la mayoría, y otra que la cuesta de enero siga siendo una especie de viacrucis anual. Eso es lo que ha cambiado, y lo ha hecho hasta el punto de que el esfuerzo que realizamos tras el verano y el que realizamos tras las Navidades cada vez son más difíciles de distinguir.
La cuesta de enero se ha allanado parcialmente, porque los motivos