militar de Ramsés II, su victoria en la batalla de Kadesh, no fue sino una mentira. La historia se recoge en el (arriba), en el más corto y en las representaciones en relieve de la batalla en el templo de Luxor, en el Rameseo y en el interior del templo de Abu Simbel. Más de una veintena de documentos egipcios… frente a ninguno hitita. Con todo, la mentira sobre el resultado del combate era tan flagrante que, cuando el embajador hitita la vio en el templo de Luxor, se lo comentó a su señor. De inmediato, este escribió una carta a Ramsés recordándole que él también estuvo en la batalla y que en modo alguno terminó así. El faraón le respondió insistiendo en su versión, no porque fuera un mentiroso patológico, sino porque, según la ideología egipcia, el rey no podía ser mostrado como derrotado. Para los egipcios, todo lo que se escribía cobraba vida al ser leído, de modo que una derrota regia nunca podría aparecer en un monumento. Aprovechando entonces que no dejó de comportarse como un valiente y que, siendo generosos, la cosa podría entenderse como una victoria pírrica, Ramsés II decidió convertirla en el momento bélico clave de un reinado nada sobrado de ellos.
¡No es empate, es victoria!
Sep 20, 2023
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