A Gabriela Cámara la conocí antes que a todos los demás. Coincidimos en la Universidad Iberoamericana en los cursos de Historia del Arte. Fue un gozo y un orgullo verla convertirse en cocinera experta, ama y señora de Contramar, ese lugar que, más que un restaurante de mariscos es un epicentro cultural. Cámara podrá haber abandonado la Historia del Arte, pero su cocina se asocia mucho a los métodos artístieos, y todas sus recetas provienen de una historia.
Pocos personajes hablan con tanto entusiasmo de su profesión como ella. La chef va de un lado a otro, saluda y platica, pero el minuto en que se encuentra frente