El 26 de junio último se escuchó fuerte la voz de Mario González Contreras ante el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, en la sala de juntas donde se realizó la reunión mensual de la Comisión para el Acceso a la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa. Padre de César Manuel González, uno de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala en septiembre de 2014, don Mario reclamó a Encinas que dos días antes de la reunión supuestos funcionarios de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Tlaxcala (CEBP) acudieron a su domicilio, intempestivamente, para preguntarle si ya había aparecido su hijo. “Llegaron dos jóvenes a mi casa, me extrañó porque ese domicilio nadie lo conoce, me dijeron que iban de parte de Karla Quintana (comisionada Nacional de Búsqueda) y que querían saber si aquí vivía el desaparecido César Manuel González, y que si ya lo habíamos encontrado muerto ‘No vive aquí porque está desparecido’, cuenta González Contreras en entrevista con Proceso. Ante el reclamo que hizo el padre del joven desaparecido porque los presuntos funcionarios acudieron Encinas Rodríguez se disculpó y explicó que la visita era parte del censo anunciado en junio por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
DESAPARICIONES EN MÉXICO EL CUESTIONABLE NUEVO CENSO QUE BUSCA LÓPEZ OBRADOR
Aug 04, 2023
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