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Golpe De Estado Incruento En México
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Golpe De Estado Incruento En México
Libro electrónico210 páginas2 horas

Golpe De Estado Incruento En México

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Una ola de acciones terroristas azota a Mxico: crmenes, asaltos, secuestros, siniestros, agre-sin contra refugiados en la frontera sur; expulsin de indocumentados en el norte del pas; enfrentamientos entre narcos; corrupcin de funcionarios; rumores de devaluacin del peso; diatribas contra el presidente y una bomba molotov estalla en el Palacio Nacional. Es una desdichada convergencia de adversidades, exclaman algunos columnistas y, agregan: su lgica poltica no tiene autor comprobable, pero sus consecuencias demoledoras apuntan slo en una direccin: la desestabilizacin en marcha del rgimen poltico de Mxico.
Aterrorizado, el Gobierno de la Repblica no responde con una movilizacin popular para sofocar la ofensiva, sino con un simple enunciado: fuerzas extraas intentan desestabilizar a Mxico. Sorprendido por la ligereza oficial, regreso a pginas anteriores de los diarios y revistas en busca de una nota y descubro que el periodista Manuel Buenda advierte en Exclsior (18 de mayo de 1983): Ciertos hechos indican que en Sonora algo se trama. En el antiguo lenguaje del campo mexicano podra hablarse de un plan ranchero; pero en el caso especfico y por atencin a las visitas, quiz habra que emplear el trmino plan country.
Se trata de una Conjura contra Mxico. Segn Nicols Maquavelo, la conjura atraviesa por tres etapas: uno, cuando se trama el complot; dos, cuando se pone en operacin el plan de la conspiracin y, tres, cuando el adversario responde a la ofensiva. De ah surge mi idea de investigar, proseguir y escribir sobre la Conjura de Hermosillo, que en su tiempo Buenda compar con el Pacto de la Embajada que derroc al Presidente Madero y, en su etapa operativa, Cruickshank advirti: Se est preparando un Golpe de Estado incruento en Mxico.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento30 sept 2016
ISBN9781506516608
Golpe De Estado Incruento En México
Autor

Ignacio Bernal Ayón

Ignacio Bernal Ayón nació en la ciudad de Tepic, Nayarit (México), en 1955. Estudió periodismo en la Escuela “Carlos Septién García” y planeación estratégica en la Universidad Autónoma de Aguas-calientes (UAA). Desde su adolescencia milita en el movimiento socialista de México. Ocupó la secretaría particular del dirigente del Partido Popular Socialista (PPS), primer senador marxista y estratega del Frente Democrático Nacional (FDN): Jorge Cruickshank García. Colaboró en el área de comunicación y difusión del subsistema de educación tecnológica (SEP); participó en las áreas de planeación y docen-cia del Instituto Tecnológico de Tepic (ITT); así como en el grupo técnico de la región centro-occi-dente de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en el comité de evaluación del Consejo del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (CoSNET) y en el Comité de Planeación de Educación Superior del Estado de Nayarit.

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    Golpe De Estado Incruento En México - Ignacio Bernal Ayón

    GOLPE DE ESTADO

    INCRUENTO EN

    MÉXICO

    Image7055.JPG

    Ignacio Bernal Ayón

    Copyright © 2016 por Ignacio Bernal Ayón.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Información de la imprenta disponible en la última página.

    Fecha de revisión: 29/09/2016

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    749515

    ÍNDICE

    Prólogo

    1 La Conjura de Hermosillo

    Cruzada mundial de Reagan; «México en la Libertad»; Conspiración de Hermosillo; Los mercenarios en Dallas; Promoción del bipartidismo; Capitulación ante Reagan

    2 Pacto sórdido de New York

    La candidatura negociada; «Golpe de Estado incruento»; La usurpación de Carlos I; La integración silenciosa; Las concertacesiones PRI-PAN; El neoliberalismo criollo

    3 El Cónsul de Goldman Sachs

    «México quedó atado a EU»; Aronson propone a Zedillo; Desastroso «efecto tequila»; Reforma electoral «definitiva»; «La danza de la democracia»; Fobaproa: «el gran hurto»

    4 El Yunque asalta al poder

    «Gran Alianza Opositora 2000»; «La Conspiración de Yale»; «El gabinetazo empresarial»; «La coalición Fox-Gordillo»; «La parálisis legislativa»; «¿Amigo o lacayo de Bush?»

    5 Gendarme de Estados Unidos

    «¡Aplastemos al populismo!»; Burdo fraude cibernético; Policía del imperio yanqui; Reforma energética: «pírrica»; Gripe porcina: «distracción»; Tropas yanquis en México

    6 «El corderito» de Barack

    La encomienda de Obama; «Manada de hienas apátridas»; «Pacto del fascismo colonial»; «¡Gran Estadista Mundial!»; Gran debacle de Peña Nieto; La Matanza de Nochixtlán

    Notas de Referencia

    Bibliografía

    "Si la postulación de la candidatura del PRI favorece a un elemento dócil al imperialismo y dispuesto a escuchar la voz del amo en todos los órdenes de la vida nacional, México estará frente a un verdadero golpe de Estado incruento, porque se apoderarán del gobierno nacional los intereses entreguistas opuestos al campo revolucionario y provocarán lesivas consecuencias a la soberanía y las conquistas históricas del pueblo mexicano":

    Jorge Cruickshank García

    (Excélsior, 23 de julio de 1987)

    PRÓLOGO

    La Conjura de Hermosillo ha sido descubierta, informó el semanario Proceso n. 343.¹ Conjura. s. f. Acuerdo secreto entre varias personas para realizar una acción unificada contra alguien, especialmente contra el Estado o una autoridad. Complot, conjuración, conspiración. (Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007. Larouse Editorial, S.L.). Hermosillo. Es el nombre de la ciudad más atractiva del norte de México y capital del estado de Sonora. Se ubica a 287 kilómetros de la frontera con Estados Unidos y 107 kilómetros de la costa en el Golfo de California. En la ciudad norteña hay una importante industria de servicios y de manufactura.

    El propósito de mi investigación es indagar, seguir y describir los pasos sobre la denominada: Conjura de Hermosillo y, sobre todo, sus posibles repercusiones en México. Quizás el hecho se presentó como un relámpago en la vida del país, y ocupó poca atención de periodistas, columnistas y analistas políticos; pero sus consecuencias se prolongarían más allá de lo imaginable. Sería el principio, no el fin de un episodio de la historia de México. Anthony Arredondo, cónsul estadounidense en la ciudad de Hermosillo, invitó a empresarios, políticos (panistas) y clérigos de la entidad norteña a una cena íntima para el viernes 22 de abril de 1983 en la sede del consulado.²

    A la cena íntima asistieron Javier Casteló Parada, vicepresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y el empresario José Santos Gutiérrez Luken (Grupo Mezoro); Carlos Amaya Rivera, jefe regional de Acción Nacional (PAN) y Adalberto Rosas López, virtual candidato del blaquiazul a la gubernatura de Sonora; y Carlos Quintero Arce, arzobispo de Hermosillo. Al otro lado de la mesa, se sentó George Haig, segundo consejero de la embajada de Estados Unidos en México, acompañado por Jaesk Zaguri, Will Wait, Jane Tatcher, Levi Norwon, Francisco Rojas Tabaes y el anfitrión y cónsul en Hermosillo: Anthony Arredondo.³

    Dos días antes de la cena íntima, el embajador John Gavin y el empresario Manuel (Maquío) J. Clouthier del Rincón, viajaron a Salt Lake City, capital del estado de Utah. En el Snowbird Institute, convocado por Seminar on Mexico, Clouthier expuso a los estadounidenses respecto a oportunidades políticas que les ofrece la crisis mexicana; les advirtió que ve el peligro real de que violentos izquierdistas asalten el poder político en México, ironizó sobre el presidente Miguel de la Madrid Hurtado; abominó de la política exterior mexicana y anunció ante el público ávido de este tipo de información, que en México vamos ya de prisa hacia un nuevo modelo político.

    Después de la palabra número 2,400 el barón de Clouthier se entusiasmó con su idea de vender el PAN a los norteamericanos. Les dijo que este partido tradicionalmente favorito de las luchas anticomunistas, ya había logrado un espectacular brinco de votos, sobre todo en las zonas urbanas. Maquío Clouthier apuntó que el gobierno mexicano debería ya de entender que no puede seguir sosteniendo una política exterior independiente, cuando sabe que para los problemas interiores le es indispensable la ayuda norteamericana.⁵ Para concluir, Maquío Clouthier aseguró que grupos mexicanos (políticos, empresarios y clérigos) estaban listos para la lucha por el poder.

    La propuesta de Clouhtier se acopló perfectamente a la estrategia de Reagan. Los propósitos yanquis son claros: evitar que la crisis económica y política derive en gobiernos radicales de izquierda, desplazar al PRI del control político interno, introducir fuerzas políticas conservadoras aliadas a Estados Unidos que modifiquen la correlación interna y preparar a la nación para un esquema electoral bipartidista: priismo-conservadurismo. Según Constantine Menges, subdirector para la América Latina del Consejo de Seguridad Nacional, el interés de Reagan es que los gobiernos de la región sean amistosos, moderados e independientes del control extranjero hostil.

    Diez días después de la cena íntima en el consulado en Hermosillo, en el diario Unomásuno de la ciudad de México, apareció una nota de su corresponsal en Ciudad Obregón, Fidel Cortés.⁷ La gacetilla acusó a la Acción Nacional de traición a la patria por la búsqueda de respaldo norteamericano para recuperar la isla de Huivulai, que tenía cientos de propietarios, entre ellos prominentísimos priistas, como el ex gobernador Faustino Félix Serna; de pretender anexar a Sonora a Estados Unidos; de reproducir el episodio de los polkos que en 1847 se opusieron a la expropiación de los bienes de la Iglesia Católica para financiar la guerra con Estados Unidos.

    So pretexto de la cena íntima, Adolfo Lugo Verduzco, líder del PRI, desató una ofensiva contra la conjura de los panistas y la injerencia de los yanquis. Condenó a los oscuros cenáculos minoritarios y los conclaves de apátridas que buscaban establecer alianzas vergonzosas. Temeroso a condenarse si decía mentiras, el arzobispo Carlos Quintero Arce reconoció que sí asistió a una charla de amigos, pero la calificó como intrascendente y rechazó los tontos cargos de que tratara de una conjura, sosteniendo que quienes han venido secundando a la torpe campaña de engaños y falacias, no están insultando al PAN sino a todo el pueblo de Sonora.

    Cuando se levantó una tormenta contra los apátridas y los injerencistas, el presidente Miguel de la Madrid, visitó Ciudad Obregón y, en un desayuno con priistas, aseguró que su partido seguirá gobernando el país porque somos, ante todo, nacionalistas; porque somos los herederos de los liberales del siglo XIX que rechazaron que el destino del pueblo de México quedara bajo la tutela de una potencia extranjera. Rosas replicó: –¡Demuéstreme que soy un vende-patrias y que estuve en un conciliábulo con autoridades norteamericanas!.⁹ El embajador John Gavin se delató, cuando exclamó: –La única descripción acertada de tales acusaciones es que son difamatorias.

    El escándalo llegó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. El diputado solferino Héctor Ramírez Cuéllar (PPS) censuró la reunión de empresarios, panistas y obispos con diplomáticos estadounidenses en Hermosillo. Señaló que Adalberto Rosas López, alias el Pequeño Hitler, preconiza las tesis del fascismo y del corporativismo. Se ha mostrado partidario de las tesis que iniciara Carlos Sparrow Sada y Luis Felipe Coello, sobre la anexión de Sonora a la Unión Americana.¹⁰ Según Rosas López -abundó- todos los males de Sonora se deben a la sujeción de esa entidad al Pacto Federal. Para los conjurados solicitó la condena enérgica del Congreso.

    Agraviado, el diputado neofascista Gerardo Medina Valdés (PAN) replicó: –Se ha acusado a nuestro partido de conjurarse con los representantes del gobierno norteamericano, con fines no patrios. Llegándose hasta la tontería que ni comentario merece, de afirmar que pretendemos la anexión de Sonora a Estados Unidos.¹¹ Pidió que el gobierno definiera si los diplomáticos podían conversar con los partidos en México. En su turno, el diputado socialista Edmundo Jardón Arzate (PSUM), argumentó que todos los mexicanos tienen derecho a reunirse con quien quieran, hablar de los asuntos que quieran y en el lugar que quieran, porque están en su pleno derecho, puntualizó.

    Por su parte, el diputado sinarquista Baltazar Valdez Montoya (PDM), señaló que Hitler y Mussolini fueron guiados en sus actos por una mentalidad de conjura, la cual, ha estado detrás de los genocidios y de las persecuciones más inhumanas. Y como hipótesis, mencionó el delirio persecutorio contra los conjurados de Hermosillo podría atribuirse a una baja de la imaginación y sensibilidad política, o a una urdimbre para quitar votos a la oposición en las próximas elecciones.¹² Además, subrayó que Ramírez Cuéllar necesitaba un psiquiatra. El solferino protestó por las injurias y el presidente del Congreso solicitó al sinarquista retirar sus imputaciones.

    Cuando la tormenta estaba en su apogeo en el Congreso, el diputado Enrique Soto Izquierdo (PRI), se amedrentó y rehuyó al debate. Apuntó que las acusaciones exageradas correspondían a actitudes partidarias estrechas o bien a cierto ánimo de provocación para inducir a contradicciones o absurdos en su grupo parlamentario.¹³ Subrayó que de la Reunión de Hermosillo no debe desprenderse una acción legal concreta del Estado y menos la negación de libertades tuteladas por nuestro sistema constitucional. Simplemente agregó los priistas no simpatizamos con la forma y términos en que los miembros de algunos partidos celebran este tipo de reuniones.

    Para concluir, el diputado priista indicó que el incidente de Hermosillo no requería ningún pronunciamiento. Sin absurdos, sin histerismos, pensamos que en algunos partidos celebran este tipo de reuniones, por coincidencia de personajes y las circunstancias en que ocurren. Sin embargo, el periodista Manuel Buendía comparó la Conjura de Hermosillo con el Pacto de la Embajada que derrocó al Presidente Madero. "Ciertos hechos indican que en Sonora algo se trama. En el antiguo lenguaje del campo mexicano podría hablarse de un plan ranchero; pero en el caso específico y por la atención a las visitas, quizá habría que emplear el plan country", apuntó.¹⁴

    Pronto algunos hechos relevaron la existencia de la Conjura de Hermosillo: la irrupción de los empresarios a Acción Nacional; la acción conjunta de los conjurados en los comicios de Chihuahua y Durango; la revelación de Woodward sobre el plan secreto de la CIA para salvar a México del comunismo; el asesinato de Manuel Buendía; la incursión del ejército guatemalteco; las tasas de interés para crear pánico en México; la difamación contra Miguel de la Madrid y el bombazo en Palacio Nacional. En "Manuel Buendía y los idus de mayo", Héctor Aguilar Camín preguntó: ¿Cuánto hace falta para desestabilizar el régimen político de un país como México?¹⁵

    De la acción violenta, la Conjura de Hermosillo pasó a la acción política: el impulso al neopanismo; la asistencia panista a la Convención Republicana de Dallas; la incorporación de Acción Nacional como mercenario a la doctrina Reagan; la calbalgata de Gavin por el norte del país; el combate de la clase media por una democracia sin adjetivos; la irrupción empresarial al combate electoral; la guerra mediática de la CIA promoviendo el bipartidismo, exagerando la debilidad del PRI y la fortaleza del PAN; la campaña de Bill Casey promoviendo una nueva mayoría en México; y el financiamiento de la National Endowmnt for Democracy (NED) al PAN.¹⁶

    ¿Qué motivos originaron la convocatoria a la Conjura de Hermosillo? Conformar una poderosa alianza para deponer democráticamente, a la dictadura perfecta representada por el PRI. El objetivo de la Conjura de Hermosillo era convertir a Acción Nacional en una nueva mayoría, capaz de disputarle al PRI el poder político de la República. Con arribo de Acción Nacional a Los Pinos, Reagan esperaba instaurar en México un gobierno dócil, conservador, antilaboral y antisocialista, que renunciara a la idea de industrializar a México y se concentrara en crear empleos poco calificados y mano de obra intensiva para mantener a su pueblo en el atraso.¹⁷

    En los comicios de 1985, amplios sectores democráticos, patrióticos y revolucionarios de México derrotaron a los conjurados y apátridas en el campo electoral y exhibieron al neopanismo como una mera minoría decrépita; pero ante la grave crisis económica, el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado terminó arrojándose a los brazos de Reagan. En Washington, Ronald y Miguel se sincronizaron: Reagan declaró que Nicaragua era un Estado terrorista y, por ende, se concedió a sí mismo el derecho de legítima defensa. De la Madrid declaró que la oposición en México era vende-patrias y, por ende, se concedió a sí mismo el derecho de legítima defensa.

    A cambio de dinero fresco y de términos más razonables, en tiempo y monto, para el pago de servicio de la deuda externa de México, Miguel de la Madrid Hurtado se comprometió con la administración Reagan a nominar a Salinas como su sucesor. A través de contactos extraoficiales y oscuros, México alcanzó un nuevo acuerdo con los acreedores internacionales. Joseph Marie Córdoba Montoya –operador discreto de Carlos Salinas de Gortari– reconoció, que todo se fraguó a través de sus contactos informales con Edwin Yeo –el hombre de las sombras del presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker–, que llevaba las misiones secretas, turbias y oficiosas.¹⁸

    Después del pacto sórdido de Nueva York, la oligarquía –con el apoyo del gobierno de Reagan y con la complicidad de algunos funcionarios públicos–, desató una campaña mediática promoviendo la candidatura de Salinas. Cruickshank alertó que un Golpe de Estado incruento contra el pueblo de México estaba a la vista. Sin embargo, Miguel de la Madrid Hurtado impuso la candidatura de Salinas a cambio de dinero fresco. Brian Latell –otrora subdirector la CIA–, reveló a Proceso que Salinas perdió las elecciones. Miguel de la Madrid –prosiguió– se empeñó en imponer ilegítimamente a Salinas.¹⁹ A través de un burdo fraude electoral, se consolidó el Golpe de Estado incruento.

    Reagan convocó a las grandes naciones de Occidente a una cruzada mundial por la democracia, la libertad y la paz, con el propósito de asumir el liderazgo del movimiento democrático internacional.²⁰ Con el anzuelo del tránsito de

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