“El presidente puede estar informado, pero no vive en Tamaulipas”
En Tamaulipas la población ha vuelto a encerrarse en sus casas por el virus de la violencia que azota a esa entidad desde 2009, cuando se dio la ruptura definitiva entre el Cártel del Golfo y su brazo armado, Los Zetas, un hecho que ha convertido a ese estado en tierra de matanzas, desapariciones y con una inseguridad permanente.
Conocedor de un largo inventario de agravios contra la población, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, no duda en calificar el ataque del sábado 19 contra inocentes en la ciudad fronteriza de Reynosa como “un acto de terrorismo”, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó usar ese término en su conferencia matutina del jueves 24.
“Es importante aclarar que nosotros no podemos a la ligera hablar de terrorismo, como algunos quisieran, porque eso da pie a que gobiernos extranjeros se inmiscuyan en asuntos que sólo corresponden
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