Desde hace una década, Catalina Rocchia Ferro está vinculada a la industria azucarera. Fue un poco por herencia, a través de la empresa familiar de sus padres, Jorge Alberto Rocchia Ferro y Catalina Lonac, pero asegura que su trabajo “la apasiona”. Rocchia Ferro se graduó en Ciencias Políticas y realizó una maestría en Administración de Negocios en la Universidad del CEMA y un posgrado en Finanzas en Suiza. “Sigo estudiando todo el tiempo, es uno de mis hobbies. Me gusta estar nutrida de diversas disciplinas”, asegura.
Cuando tenía 23 años, empezó a trabajar en la oficina que la compañía tiene en Buenos Aires. Su primera posición fue como auditora de Cía. Azucarera Los Balcanes, la compañía que tiene a su cargo tres ingenios azucareros (La Florida, Cruz Alta y Aguilares), una destilería de alcohol y la planta de etanol de caña de azúcar más grande de Argentina. Tiene una gran capacidad de molienda: unos 3,4 millones de caña bruta por año, un taller agrícola con más de 50 máquinas cosechadoras y la administración de más de 1,2 millones de surcos de caña. La empresaria está radicada en Tucuman y trabaja desde el