El litio no es un metal escaso. Ocupa el puesto 25 entre los elementos más abundantes de la Tierra, pero el rol estratégico que el mundo le asigna en los próximos años en el inevitable proceso de la transición energética lo convirtió en uno de los recursos que más interés despertaron en los últimos años. La Argentina ocupa un lugar de privilegio en este escenario al poseer el 20% de los yacimientos globales de litio, ubicados en las provincias de Salta, Catamarca y Jujuy, con una perspectiva de que su demanda se triplique para 2025 a partir de su uso en la fabricación de baterías, en especial para vehículos eléctricos y el almacenamiento de energías renovables.
En 2022, el país cerró con exportaciones de litio por casi US$ 700 millones, creciendo un 234% interanual y representando el 18% de las exportaciones mineras