al dente
La vida me ha traído muchas cosas de rebote; una es mi profesión. Era mala estudiante y en Bellas Artes aguanté un año. Además, me quería largar de la isla. Cuando mi padre me llevó a San Las vacaciones siempre eran rutas gastronómicas. Con cinco añitos me volvían loca los espaguetis con. ¡Me refería a las angulas! Pero me gustaba comer, no cocinar. Cuando tenía 15, mis padres compraron un restaurante. Yo no lo veía para mí. ¡Era yo contra todos! Sirviendo hamburguesas. Me pasaba el día discutiendo con mis padres y mi hermano; así vi que en la cocina estaba más tranquila.