Soy un cerebro, Watson. El resto de mí es un mero apéndice.
ARTHUR CONAN DOYLE, La piedra de Mazarino
El cerebro y los procesos que se llevan a cabo en él son algo fascinante que no debe pasar inadvertido para los profesionales del Derecho, ya que en ellos encontramos el origen de todo lo que podemos llamar naturaleza humana y conciencia. Ambos conceptos son de gran importancia para la materia jurídica, sobre todo si consideramos que nuestro campo de acción profesional se orienta al individuo, así comoasus interacciones en una colectividad.
Como antecedente principal de la materia se suele mencionar el, el cual, a su vez, bautiza a su homólogo en español como “neuroderecho”, de una traducción casi literal del término anglosajón original.