En la encrucijada comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China, México tiene la oportunidad de colocarse como una potencia receptora de inversión ante el cambio de tendencias de relocalización o nearshoring en las cadenas globales de valor.
Sin embargo, nuestro país corre el riesgo de no aprovechar dicho contexto debido a la demora de una política industrial, la cual ni siquiera está definida, además de las controvertidas políticas en materia energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Es una lástima. No solamente en este gobierno, hace ya varios años que no hay política industrial. Hace unas semanas la anunciaron, pero no creo que haya una idea de política industrial; esto requiere una idea integral, no son los tratados comerciales que negocia Economía, sino qué vamos hacer en términos de cadenas de valor”, advierte en entrevista el catedrático y exembajador de México en China Eugenio Anguiano Roch.
El economista y