Ni lágrimas ni aplausos… exequias en el olvido
Jul 18, 2022
4 minutos
RODRIGO HERNÁNDEZ LÓPEZ
“¡Arribay adelante!”, gritó María Esther Echeverría Zuño al llegar a la funeraria donde su padre sería velado. La frase fue el lema de campaña de Luis Echeverría cuando contendió por la Presidencia en 1970.
En la Capilla Premier de la funeraria Gayosso en Santa Fe no hubo honores de Estado para el hombre que quiso ser secretario general de las Naciones Unidas, ni discursos de elogio a su trayectoria ni aplausos para el presidente que en 1976, aún en funciones, fue nominado para recibir el Premio Nobel de la Paz.
La noche en que murió ninguno de sus hijos se encontraba con él. En la casa de Cuernavaca,
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