Una vieja versión refutada por el gobierno
Durante la conferencia mañanera del pasado 10 de diciembre, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación, descalificó la posición sostenida por la representación del gobierno mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la muerte de Ernestina Ascencio Rosario, ya que –dijo– es la misma del gobierno de Felipe Calderón.
En palabras del entonces presidente –dijo Encinas–, “la señora Ernestina murió de gastritis crónica. Esta posición, por supuesto, es inaceptable para el (actual) gobierno de México, por lo cual queremos señalar que la posición sostenida en la reunión de trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos esta semana no representa la posición del Estado mexicano, las políticas en materia de protección y garantía de los derechos humanos y no representa las instrucciones que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) nos ha dado para atender estos asuntos”.
Por ello, adelantó el subsecretario, “la Fiscalía de Justicia
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