Aunque puede parecer ajeno a nuestra idiosincrasia, ya que el sistema judicial mexicano es muy diferente al del vecino del norte, siempre es emocionante ver el enfrentamiento entre dos abogados en la corte, contemplar las dotes oratorias de cada uno y, por supuesto, tomar partido por el que defiende la causa que parece perdida hasta el último minuto, en que aparece una prueba oculta, un testigo sorpresa o algo que hace girar 180º el rumbo del procedimiento. Hablamos de los dramas de juzgado o, como se conoce a este género en inglés, el courtroom drama o legal drama.
El American Film Institute (AFI) define el drama de juzgado como “un género de cine en donde un sistema de justicia juega el papel