Amanecer del 4 junio de 1942, isla de Midway. Dos grandes flotas esperan en sus posiciones de ataque. Está a punto de decidirse el curso definitivo del enfrentamiento en el Pacífico. Los comandantes de ambos mandos habían librado hacía un mes una batalla en el mar del Coral. Ninguno de los dos se equivocaba al apostar por la superioridad de los portaviones, que relevarían a los acorazados como los protagonistas estelares de la guerra en el mar. En Midway, los almirantes Yamamoto y Nimitz se vieron las caras en un duelo que evidenciaría sus sendas habilidades estratégicas.
YAMAMOTO Y NIMITZ
El prestigio que obtuvo el comandante en jefe de la Flota Combinada de la Armada Imperial japonesa, Isoroku Yamamoto, gracias al ataque a Pearl Harbor disminuyó considerablemente en la batalla de Midway, donde se perdieron nada menos que cuatro portaviones de la fuerza de ataque del vicealmirante Nagumo.
Yamamoto perdió gran parte del prestigio ganado en Pearl Harbor por el desastre de la batalla de Midway
De familia humilde pero con antepasados samuráis, Yamamoto parecía predestinado a hacer carrera en las fuerzas armadas. Combatió el poder industrial de Estados Unidos. Y se convenció de que una guerra prolongada supondría a buen seguro la derrota japonesa. En 1925, pasó a ser agregado naval japonés en Washington, y cinco años más tarde, cumplidos los 44, se convertía en uno de los almirantes más jóvenes de Japón.