Las caderas y rodillas son estructuras increíbles que nos permiten ser al mismo tiempo móviles, fuertes y estables sobre nuestras piernas. Por un lado, los músculos en torno a la pelvis constituyen la base de la mayor parte de los movimientos y permiten unir las zonas alta y baja del cuerpo.
GRANDE Y POCO CONOCIDA
Desde un punto de vista anatómico, la articulación de la cadera es uno de los ejes que permite la grandísima amplitud de movimientos que podemos realizar y sobre el cual se apoya la columna y se insertan los fémures (los huesos del muslo).
Por su parte, la rodilla es, aunque sorprenda, una de las articulaciones más grandes y más importantes del cuerpo. Y es que conecta los dos huesos más largos del esqueleto -el fémur y la tibia- y les permite desplazarse de forma sincronizada y disímil (es decir, no pareja). Además, la rodilla presenta la particularidad de estar intensamente unida al cerebro: los ligamentos -aunque no solo ellos-, están llenos de receptores