UN NEGOCIO PARA GANAR
DESDE HACE VARIOS AÑOS,
las empresas empezaron a hablar de diversidad e inclusión como un tema clave de negocios, algunas con más fuerza que otras. Se llegó a un punto donde –aunque queda mucho por hacer– hay camino recorrido. El desafío más grande pasa por una verdadera inclusión. Es decir, que la diversidad sea tan parte del día a día que no exista la necesidad de tener que pensar en iniciativas para transformar las inequidades.
De acuerdo con el informe When Women Thrive, realizado por Mercer, el 79% de las empresas en el país afirman que se centran en mejorar su diversidad e inclusión, pero solo el 26% tiene una estrategia documentada. Además, los datos muestran que el 62% de las organizaciones aseguran que sus altos ejecutivos están comprometidos en D&I. Pero solo el 29% tiene personal dedicado y el 38% tiene un jefe de diversidad o inclusión. De ellos, el 46% reporta a Recursos Humanos y el 38% al CEO. En cuanto a responsabilidad, solo el 5% de las organizaciones establecen objetivos de compensación de ejecutivos vinculados a los resultados de D&I, significativamente más bajo que el promedio mundial de 17%. “Debemos hacer de D&I no solo una prioridad de RR.HH., sino del negocio: el liderazgo debe comenzar desde la alta dirección para que los esfuerzos tengan éxito”, destaca Cecilia Giordano, CEO de la consultora.
En este sentido, la problemática de género fue una de las primeras que llegaron a las agendas de las empresas, y algunas ya tienen buenos resultados. En segundo
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