DE BIZANCIO A LEPANTO
os otomanos, como el resto de los pueblos turcos, proceden de grupos nómadas y seminómadas originarios de las montañas Altái, cercanas al lago Baikal. Después de islamizarse en el siglo X, se instalan en Asia Menor en los siglos siguientes y comienzan a tener entidad cuando el sultán selyuquí Masud II da una pequeña porción de tierra a su líder Ertugrul en la provincia bizantina de Bitinia. Este jefe militar y, sobre todo, su hijo Osmán Gazi u Osmán I (1258-1324) inician un proceso de expansión al crear un principado de frontera apoyándose o combatiendo a sus vecinos musulmanes y bizantinos. Su emplazamiento en las cercanías de las ciudades de Nicea (Iznik), Brusa (Bursa) y Nicomedia (Izmit) y su proximidad a las costas del mar de Mármara y de los Dardanelos les permiten adquirir una gran importancia, haciéndose dueños de esas localidades en el sultanato de Orhan I Gazi (1281-1361). Desde este momento se convierten en soldados mercenarios en las disputas entre los diferentes pretendientes al gobierno de Bizancio, además de ocupar territorios de otros principados turcos y turcomanos anatólicos. Por la ayuda prestada a Juan V Paleólogo en su guerra civil contra Juan VI Cantacuceno, se le entrega como esposa a Orhan a su hija Teodora, lo que le permite considerarse descendiente de los bizantinos, así como legitimar sus futuras
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