KUZU LA RAIZ MILAGROSA
La obtención del Kuzu se mantiene de la misma manera tradicional sin apenas ninguna variación desde hace mas de 14 siglos. Las raíces, hundidas en la tierra se lavan en el agua fría de un arroyo, se pelan, se cortan y, posteriormente se secan; se va repitiendo el proceso de lavado y secado hasta convertirlo en polvo.
Este polvo blanco es en realidad una genialidad y viene siendo utilizado en la medicina tradicional china desde hace más de 1.400 años como tratamiento para el alcoholismo, aunque es útil -en general- para cualquier adicción.
Nutricionalmente es rico en carbohidratos, fibra, minerales y flavonoides. Entre sus componentes encontramos saponinas, isoflavonas, fitoquímicos como cumarinas y daidzeína, así como sustancias antiinflamatorias y antimicrobianas.
Posee una capacidad espesante mayor que otros almidones y además, al tener un sabor neutro, no alterará el sabor de los platos cocinados; ellos permite combinarla tanto recetas dulces como saladas.
En realidad es como un potenciador de los sabores, pues intensifica el dulce o el salado pero, a la vez, imprimiendo suavidad. Se utiliza en sopas, cremas, guisos, rellenos, salsas o mermeladas. Resulta muy adecuado con miso y tamari. En cocina, además de servir para dar cremosidad, sirve para hornear y dar textura a tempuras
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