Cambiar para vivir en armonía Según la macrobiótica
NUESTRO PALADAR ¡ES INOCENTE!
No deberíamos sentir ninguna culpa cuando tenemos fuertes antojos por la comida que hemos tomado en el pasado, antojos por comida que consideramos no adecuada o perjudicial, pues los antojos son reacciones esencialmente biológicas. Si los sabemos interpretar, los antojos pueden ser nuestros mejores amigos, ya que vienen a decirnos que algo en nuestra comida o en nuestro estilo de vida no está en equilibrio. Y con un pequeño ajuste crearemos armonía y disfrute.
No importa cuán fuertes sean nuestra disciplina, rigor o fuerza de voluntad con la dieta: la inteligencia somática del cuerpo cuando este está en desequilibrio nos da un toque por medio de deseos viscerales de ciertos alimentos. Es contraproducente no atenderlos; no significa que debamos darles rienda suelta, pero deberíamos investigar el significado de estos anhelos, especialmente si se repiten compulsivamente.
TRES PREGUNTAS CLAVE
¿Qué significan estos antojos?
¿Qué carencia tenemos a nivel bioquímico o en nuestra vida?.
¿Qué está en desequilibrio, la alimentación o nuestra vida emocional?
Detrás de los antojos puede haber una larga e insana relación con la comida y justamente atender de manera consciente estos aparentes caprichos nos da la oportunidad de reconciliarnos con ella.
Cuando llevamos a cabo el cambio hacia una alimentación natural y en el pasado los hábitos alimenticios no sólo eran caóticos, sino que, estaban vinculados a antiguos estados emocionales o a patrones que están establecidos profundamente en el inconsciente, dichos antojos reflejan claves importantes.
Por ejemplo, si cuando de pequeños se nos premiaba con dulces azucarados, crecimos encontrando satisfacción inmediata con la bollería, los helados y el chocolate. Si las festividades
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