¿ Mucho calor para correr?
N o hay imagen que describa mejor cómo afecta el calor a un corredor que el dramático desmayo de Callum Hawkins en los Juegos de la Commonwealth de 2018. Hawkins iba el primero en la maratón, con una ventaja de dos minutos, y solo le quedaban unos 3 km cuando cayó redondo por un golpe de calor. En Australia, donde se celebraba la carrera, las temperaturas pasaban de 30 °C y los corredores ingleses no están acostumbrados a ellas.
En las carreras veraniegas te cansas más, tu tiempo de recuperación aumenta, disminuye la intensidad…, una experiencia que dista de ser la ideal y que afecta a la marca personal de cara a las carreras del otoño. Pero ¿qué le pasa a nuestro cuerpo cuando su temperatura aumenta? “Todo se reduce a la temperatura central y el impacto que tiene sobre el organismo”, afirma el profesor Stephen Cheung, jefe del laboratorio de Ergonomía Ambiental de la Universidad Brock (Ontario, Canadá). Al correr con calor, la temperatura central del cuerpo pasa de los 37–38 °C a unos 39–40 °C y puede que, incluso, más, y llegue al golpe de calor a los 40-41 °C. “En resumen, se altera la química del cerebro y la función cognitiva”, explica Cheung, y agrega: “Este incremento también cambia el flujo sanguíneo
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