Metacine III parte
ecordarás que en la primera entrega de nuestro análisis comentaba que los estudios sobre la metaficción amanecieron hace poco más de medio siglo. Bien, pues los del metacine son también recientes, y escasos. Existe algún libro, pero es tan superficial que duele solo con hojearlo. Algunos creen que el metacine es un trasunto de subgénero, ahí es nada. Me pregunto cuál será el género al que se subscribe. Cuando son los propios historiadores o críticos los que se pronuncian sobre el tema, apenas rascan su epidermis: la cuestión es inventar y aparentar que algo queda. La cinefilia de carnet siempre ha sido un cáncer para el cine, y para la crítica seria: las teorías esnobistas sin profundidad alguna hacen que el tumor metastatice, no que se reduzca. También es cierto que los postestructuralismos y los posmodernismos siempre me han parecido términos para mantener a los autores mejor ordenaditos, pero su existencia es en ocasiones pertinente: se evita así que aparezca una cámara reflejada en un espejo y esa película postule a la categoría de metacine. El metacine debe ser el medio por el
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