Metacine I parte
l metacine es un término íntimamente unido a la metaficción. Para el estructuralismo, la metaficción era cualquier obra de ficción. Por muy corto que fuera el relato era intertextual. Para los postestructuralistas esto cambió y en la segunda mitad del siglo XX, un texto era metaficcional si su vocación era serlo. El estilo idiomático de no fue lo único por lo que sobresalió la novela de J. D. Salinger; su primer párrafo es tan intertextual que sobrepasa la referencia. Arranca con una advertencia a los lectores: Holden nos avisa de que no esperemos “puñetas estilo ”. Es decir, si no has leído a Dickens no comprenderás a qué se refiere Salinger. Líneas después el propio Holden afirma que Hollywood está prostituyendo las aptitudes literarias de su hermano. Aunque su novela aparece en 1951, Salinger comienza a redactarla unos años antes, por lo que tiene todavía fresca la frustrante experiencia vivida en Hollywood por algunos autores de la generación perdida a los que admira, sobre todo F. Scott Fitzgerald y William Faulkner, (1991). Aunque el bloqueado Barton era un afamado autor teatral en Nueva York, contratado por una compañía de Hollywood para escribir un filme de lucha libre, se encuentra allí con otro guionista borracho y mordaz llamado W. P. Mayhew. Cuando Barton le pregunta qué hace en Hollywood el novelista más grande de su generación, solo Faulkner hubiera respondido que “todos los escritores no domesticados acabamos aquí…, en el lamedero”. Los Coen glosaron con una bellísima película aquel primer párrafo demoledor de Salinger.
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