NARO SANTOS
Una larga hilera de hombres ataviados humildemente se arrastra, casi reptando a través del camino polvoriento. Todos se mueven en el mismo sentido, con el pecho sobre el suelo. Un coche de alta gama entra en escena, esquiva a los penitentes y se detiene junto al camino. Del vehículo salen dos hombres jóvenes pulcramente vestidos que se detienen un momento junto a la procesión de reptantes. Inesperadamente, se tiran al suelo y comienzan a arrastrarse en la misma dirección que todos, restregando sus finas ropas contra el suelo. Minutos después llegan a un improvisado santuario en el que hay numerosas figuritas de santos populares, aunque presidida por la imagen de un esqueleto finamente vestido. Es la Santa Muerte. Los dos devotos encienden una vela negra y colocan junto a la imagen sagrada un trozo de papel, en el que está dibujado un hombre al que deben matar. Son sicarios y piden ayuda a la «Niña Blanca» para cumplir con el encargo de ejecutar a un hombre escurridizo. Así comienza la tercera temporada de Breaking Bad, una serie de televisión que narra historias del narcotráfico a través de la vida de un profesor de química, enfermo terminal, que decide ganar dinero fabricando metanfetaminas.
SAN NAZARIO, EL RESUCITADO
La Santa Muerte es una deidad muy popular en México, a la que se le pide de todo, desde ganar un partido de fútbol hasta la muerte de una persona. Y quizá por sus características, esta «santa» es la abogada de todo tipo de personas que se dedican a asuntos fuera de la ley, como traficantes de estupefacientes, sicarios, ladrones y mafiosos. Es una de las figuras más paganas dentro de
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