Castilla vs. Portugal
ras la conquista de Granada, Castilla había culminado su expansión peninsular. Su consolidación como Estado absoluto le exigía seguir con las conquistas y la expansión comercial, pero ahora sólo podía hacerlo hacia el norte de África y, sobre todo, hacia el océano Atlántico, en busca de nuevas rutas que la acercaran a las soñadas Indias para obtener exóticos productos. La exploración y la conquista de las Canarias había sido un primer paso, pero en la empresa chocaba con la otra gran potencia marítima del momento, que también se orientaba al Atlántico y hacia África al no tener ya, desde hacía muchos años, territorio peninsular sobre el cual avanzar: Portugal. Ya desde fines del siglo XIV, Castilla y Portugal estaban en pugna por el control del Atlántico y de sus costas africanas. Ambas potencias reclamaban las Canarias, descubiertas por los europeos a principios de la centuria, así como enclaves en Guinea y Ghana, muy ricos en oro, esclavos y marfil. Estas tensiones, que con frecuencia desembocaban en conflictos navales y en combates, sin duda contribuyeron a que Portugal apoyara la candidatura de Juana la Beltraneja en contra de Isabel en la Guerra de Sucesión Castellana. Precisamente las costas guineanas fueron unos de los escenarios del conflicto, al reclamar ambas coronas los derechos de explotación sobre las
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos