LA CONQUISTA DE LOS POLOS
CUANDO EL SIGLO XIX ENTRABA EN SU RECTA FINAL SE HABÍAN EXPLORADO CASI TODOS LOS RIN-CONES DEL PLANETA, CON LA EXCEPCIÓN DE LOS DOS EXTREMOS: LOS POLOS. En los 66º 33´de latitud norte se encuentra la línea que delimita el Círculo Polar Ártico, dentro del cual se encuentra el océano Glaciar Ártico, un mar congelado y rodeado por tierras continentales. Más alejados están los 90º N, que marcan el Polo Norte Geográfico.
En el siglo XIX una teoría defendía la existencia de la deriva transpolar, una corriente que cruzaba el océano Ártico de este a oeste. Por este motivo, Fridtjof Nansen (1861-1930) se planteó dejarse atrapar por el hielo y esperar a que la corriente lo arrastrase hasta el Polo Norte. El principal problema era encontrar una nave que la presión del hielo no la destruyese, por lo que encargó la construcción del Fram –un vocablo que en noruego significa adelante.
En julio de 1893 partió la expedición y navegó hacia el este, hasta que, a comienzos de septiembre, quedó atrapado en el hielo. La corriente llevó al Fram hasta los 82º 30´ N, el punto más septentrional al que había llegado ningún buque con anterioridad.
Cansados de esperar, y observando que la corriente era errática, a veces los acercaba y en otras ocasiones los alejaba, el explorador Nansen decidió abandonar el Fram –a unos 660 kilómetros del objetivo– y avanzar por tierra. En compañía de (1867-1913) se aventuró
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