MAGNESIO El gran ausente
En química se describe la forma metálica del magnesio como un potente alcalino, de color blanco grisáceo, textura flexible y sabor picante. Aproximadamente el 70% del magnesio que contiene nuestro cuerpo está localizado en la estructura ósea, es relativamente insoluble y difícil de aprovechar, mientras que el 30% restante se sitúa en los tejidos blandos. Este último es el importante de cara al posible déficit de magnesio que podamos tener.
Este mineral ha sido una de las piedras angulares de los tratamientos dentro de la medicina naturista. Pero en realidad ¿necesitamos tanto magnesio o es que nos falta este mineral de manera crónica? Veamos someramente qué es lo que podemos hacer para no sufrir carencias de magnesio y saber si, en realidad, lo necesitamos tanto como dicen algunos autores.
La deficiencia de magnesio
Los procesos de déficit grave de magnesio no son excesivamente frecuentes y suelen deberse a problemas como una mala absorción crónica, diarreas graves, insuficiencia renal crónica, un alcoholismo muy arraigado o la malnutrición. Además, las personas que toman
