Las compatibilidades
El proceso de digestión de los alimentos es una auténtica maravilla, pero lo cierto es que éstos sufren muy pocas modificaciones, incluso cuando llegan al estómago. Se dice que la digestión se inicia en la cocina, al preparar los alimentos; sigue en la mesa, cuando al verlos “se nos hace la boca agua”, y al masticarlos concienzudamente. Pero el verdadero proceso de la digestión empieza en el duodeno, gracias a la bilis y los enzimas del páncreas. El resultado es absorbido por la mucosa intestinal y, tras algunas otras modificaciones, va a parar finalmente a la sangre.
¿Qué sucede con los zumos? Que bien paladeados “llegarán antes”, pero curiosamente los digeriremos como hidratos de carbono complejos, que tras descomponerse entregarán su
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