Integral Extra

El cuerpo y la salud

EL CUERPO SANO

El Ayurveda afirma que cada uno de nosotros refleja todos los aspectos de la creación. Como si se tratara de un holograma, cada parte contiene potencialmente el conocimiento de la totalidad, de manera que el ser más pequeño está reproducido en la imagen del mayor. El universo es el macrocosmos, en cuyo interior anidan los seres humanos como microcosmos.

Según la filosofía Sankhya, toda la materia, incluidos nuestros cuerpos, está formada por los cinco grandes elementos. La estructura física y las funciones del cuerpo se entienden también en términos de las tres doshas, al igual que los aspectos de nuestros procesos emocionales y mentales.

En el cuerpo saludable las doshas trabajan juntamente para producir tejidos fuertes y sanos, así como excelentes capacidades de digestión, asimilación y eliminación. Cuando las doshas están equilibradas, la mente y el cuerpo actúan en armonía, creando estabilidad emocional y buenas facultades mentales.

La clave para emplear el Ayurveda es saber cómo actúan en el cuerpo vata, pitta y kapha, y cómo se ven afectadas por las influencias interiores y exteriores al cuerpo. Entre estas influencias se incluyen el estado de su metabolismo, lo que come y hace a diario, lo que piensa y siente, y el clima y el medio en el que vivimos y trabajamos.

Observar y comprender los papeles de vata, pitta y kapha en el cuerpo sano te ayuda a entender de qué manera se implican en la enfermedad y en la mala salud.

El Ayurveda describe ante todo las funciones y secuencias de depuración de los tejidos corporales. Y a continuación explora un sutil sistema de canales de energía, los nadis, similar al de los meridianos en la medicina china.

VATA, PITTA Y KAPHA EN EL CUERPO

Al considerar el cuerpo sano debemos fijarnos en dos aspectos principales de las doshas. El primero, y capital, es la singularidad del equilibrio de las doshas en tu cuerpo: tu propia constitución. El segundo, el alcance de las funciones normales de cada dosha y las zonas del cuerpo con las que cada una tiene especial afinidad.

Cuando examines las funciones de vata, pitta y kapha en tu cuerpo, vuelve a mirar la lista de las cualidades dóshicas que hemos presentado antes; te ayudará a ver la forma como está organizado el Ayurveda. Quizá se te planteen algunas paradojas y ambigüedades pero, si mantienes la mente abierta e inquisitiva, obtendrás profundas intuiciones.

En esta fase no te has de dejar llevar por la tentación de sacar conclusiones respecto a tu salud. Para eso necesitarás ahondar mucho más: aprender a pensar desde la perspectiva ayurvédica. Porque, como en cualquier nueva técnica, hay que empezar por los principios generales y no cabe esperar comprenderlo todo de entrada. La habilidad llega con la práctica, lo mismo que ésta hace más certero su juicio sobre cuáles son los factores más importantes para ti y tu cuerpo. Ahora empiezas ya a familiarizarte con tu cuerpo

y puedes aprender a relacionar tus sensaciones físicas y tus emociones con las cualidades de las doshas.

Interpretar el propio cuerpo a través de las cualidades requiere poder de observación y experiencia. Y has de integrar esas cualidades en el contexto global de tu espíritu, mente, cuerpo y ambiente. No conviene extraer conclusiones de un factor aislado.

LOS ELEMENTOS EN EL CUERPO

▪ Vata (aire/éter) está asociada principalmente al movimiento y al espacio en que éste se da.

▪ Pitta (fuego/agua) se relaciona con el metabolismo y sus secreciones.

▪ Kapha (agua/tierra) es responsable de la estructura y solidez del cuerpo.

A la hora de clasificar partes del cuerpo en VPK parecen darse ambigüedades. No las rechaces, porque son reflejo de los distintos niveles de comprensión del Ayurveda. Los huesos, por ejemplo, pueden referirse al elemento tierra porque dan al cuerpo estructura y apoyo. Pero son también una sede subsidiaria de vata. La razón es que los huesos son porosos y los espacios que hay en ellos se relacionan con el éter, uno de los elementos vata.

Sedes de VPK

Como aspectos que son de una única energía, las doshas están siempre juntas. Cada una, sin embargo, se asocia a partes concretas del cuerpo, lugares donde su fuerza tiende a predominar. Para empezar, cada dosha tiene una sede o centro propio en una parte del tracto gastrointestinal.

La principal función de esas sedes es regular los pequeños cambios diarios que se producen en la dosha, para que no perturben significativamente el funcionamiento del cuerpo. Los ligeros «excesos» de una dosha se acumulan en su sede, de la que son expulsados por la vía gastrointestinal. Pero una excesiva acumulación de dosha en su sede es también el estadio inicial del proceso de la enfermedad.

SEDES DE LAS DOSHAS

La sede, o centro principal, de cada dosha está localizada en el tracto gastrointestinal

▪ Vata. El colon es la sede de vata.

▪ Kapha. El estómago y los pulmones son la sede de kapha.

▪ Pitta. El estómago y el intestino delgado son la sede de pitta.

SEDES SUBSIDIARIAS

Además de su centro principal, cada dosha tiene una afinidad particular por otros subsidiarios que están estrechamente relacionados con sus funciones. Así por ejemplo, un centro subsidiario de vata, responsable de los movimientos del cuer-po, es el sistema nervioso. La vesícula y, consiguientemente, la bilis se relacionan con pitta y la digestión. Una de las funciones de kapha es lubricar, lo que

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