Ángela Orozco
Fundación COMPARTE
En Jalisco, no se puede hablar de servicio sin hablar de la
familia Orozco. El ejemplo más claro de lo que es heredar la vocación de
servicio de generación en generación. Ángela trabajó durante muchos años en el
IJAS, ha trabajado directamente con grupos de mujeres impulsándolas, a través
de programas, a mejorar sus condiciones de vida.
 
Ángela conoce perfecto todas las fundaciones y asociaciones
civiles del Estado, las apoya, las asesora y las ayuda a crecer, para así,
impactar a más personas. Ángela también trabaja en el banco de alimentos y
organiza cada año el premio a la GENEROSIDAD, en el que se reconoce el trabajo
de fundaciones y asociaciones que sirven en nuestro querido Jalisco.
 
Conocí a Ángela en mi primera visita al Centro de
Reinserción Femenil en Puente Grande. Todas las mujeres privadas de su libertad
la conocen y además la quieren y la respetan enormemente porque Ángela no falla,
no falta y siempre está. Ángela ha sido, desde hace muchos años, la gran aliada
de estas mujeres que han perdido, además de su libertad, toda su esperanza.
 
Ángela es un increíble enlace entre las mujeres de adentro y
las de afuera porque visibiliza la causa y enfrenta la lucha de muchas.
 
Ángela sirve en campo, directo con la gente. No juzga, no
pregunta mucho y no cuestiona. Ángela escucha, entiende y entiende.
 
Me encantó la entrevista con Ángela porque me aterrizó, me
recordó que no se puede servir nunca desde un escritorio o micrófono, para
verdaderamente servir hay que caminar y ponernos en los zapatos de los demás.
 
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