La virtud es el objetivo fundamental de los estoicos.
Ni siquiera la tranquilidad es su objetivo. En esto, por ejemplo, se equivoca William Irvine en su libro El Arte de la Buena Vida.
La felicidad tampoco es el objetivo de los estoicos.
La virtud tiene como frutos la tranquilidad y la felicidad.
Si la tranquilidad es tu objetivo en la vida, puedes tomarte tantos tranquilizantes como necesites. Pero eso no es bueno.
La felicidad es una actividad, depende del ejercicio de la virtud. Pero se puede pervertir muy fácilmente, pasando a ser un estado, en el cual necesitas fuentes de placer constantes para ser feliz, lo cual no te va a llevar a buen sitio.
Así que el primer y único objetivo del estoico es actuar con virtud. Decían que no se necesita absolutamente nada más para vivir una buena vida, una vida llena de felicidad, tranquilidad y satisfacción.
Hoy, de vuelta al podcast después de unos días, vamos a tratar dos ideas estoicas sobre la virtud.