El famoso matemático John Dee, que apareció en escena algunos años después que Agrippa y Paracelso, podría ser catalogado como un protorosacruz y como tal era un típico mago de fines del Renacimiento, un personaje que combinó la magia, la cábala y la Alquimia para alcanzar una perspectiva del mundo en la cual, extrañamente, la ciencia que progresaba se mezclaba con la angelología.

Los trabajos ocultistas de Dee se centraron en encontrar un método efcaz para comunicarse con los ángeles mediante la utilización de complicados mecanismos y tablas. Para este fin y en su carácter de brillante matemático, dedicó su vida a la investigación de los números en relación a los tres mundos de la cábala.

El idioma angélico creado a partir de las investigaciones de este enigmático personaje es sorprendente y constituye una verdadera lengua completa, con sintaxis y gramática propias, por lo cual existe la posibilidad de que sea traducido y adaptado a cualquiera de nuestras lenguas vernáculas.